Leo estaba sobre mí a punto de besarme, y la verdad yo no quería detenerlo, cuando yo era quien lo tentaba no me daba nada, simplemente sentía lo nervioso que lo ponía, pero esta vez fue el quien intento tentarme y me comporte tal y como él lo hacía, me puso nerviosa, paro mi respiración e hizo que mi corazón se acelerara a mil por hora, jamás me había pasado esto... cerré mis ojos, cosa que nunca había hecho para besar y espere que sus hermosos labios rojos reunieran a los míos de una vez... Guardaespaldas: -Señor, Le... ¡Dios!- se volteo, nos levantamos inmediatamente. Leo: -¿Qué pasa, Brad? Guardaespaldas: -Ya es medianoche, mi hora de salida. Leo: -Está bien, puedes irte. El guardaespaldas se fue, Leo sacudí su cabello, parecía que esa era su forma de peinarse, yo salí del trance del olor de su respiración y volví a tierra.
Hilary: -Casi te cachan ligando en el trabajo.
Leo: -¿Ligando? No estábamos haciendo nada.
Hilary: -Mira nada más que pálido te pusiste cuando entro el guardaespaldas, hoy le dice a tu madre, oh oh Leonsito está en problemas.
Leo: -¿Cómo me dijiste?
Hilary: -Leonsito ¿Qué tiene?
Leo: -¿Por qué me dices así?
Hilary: -Es un apodo sexual.
Leo: -Tienes 17 años y piensas más en sexo que un viejo morboso.
Hilary: -Prefiero hacerme llamar de mente llamativa.
Leo: -Para lo malo.
Hilary: -Cállate y tráeme el látigo, esta noche te voy a dar.
Leo sonrió y se lanzó sobre mi dejando caer su peso encima de mi pero de espaldas, me estaba aplastando.
Hilary: -¡Que pesado eres! ¡Quítate!
Leo: -¿No que te gusta el sadomasoquismo?
Hilary: -Y yo soy la pervertida, mira que me quieres dar eh.
Leo: -Lo único que quiero darte son nalgadas para que dejes de portarte mal.
Aventé a Leo, él se paró al lado de la cama, yo me incline frente a él.
Hilary: -Ahí las tienes- le puse mi trasero- Nalguéame.
Leo: -Eres una degenerada.
Hilary: -¿Degenerada yo? Tú dices que me quieres nalguear, yo te ofrezco mi trasero para que le des todas las nalgadas que quieras y tú te niegas, no te entiendo.
Leo: -Sabes que no te nalguearé.
Hilary: -Eso ya no es culpa mía- me acosté- ahora duérmete o te violo- me recosté de lado y cerré mis ojos.
Sentí como Leo puso la colcha sobre mí y se acostó a la par mía.
Quedé dormida, pero me desperté y vi el reloj de mesa que eran las cuatro de la mañana, mire a mi lado y Leo estaba durmiendo como un bebé, dulce e inocente, perfecto para una broma. Me levanté lo más silenciosa que pude y salí del apartamento, baje al bar y compré varias botellas de licor, las vacié en el lavabo y puse las botellas vacías alrededor del suelo. Le quité de encima la colcha a Leo, tomé los cuchillos y le rompí la ropa por completo. ¡¡Dios, le dije que no más de 25 pero creo que estos son como 40!! Dije en mis adentros, deje a Leo completamente desnudo, tuve mucho cuidado para no despertarlo, me quite toda la ropa y me acosté a la par de él, nos tape y me recosté dándole la espalda, reí silenciosamente y cerré mis ojos... me quede dormida hasta que...
Leo: -¡¡Hilary!!
Di un salto del susto pero me acordé de mi travesura así que me fingí la somnolienta, di un bostezo y me volteé.
Hilary: -¿Qué pasa? -dije indiferente.
Leo: -¿Qué significa esto?- estaba de pie a la par de la cama completamente desnudo viendo las botellas.
Hilary: -Que no te controlas cuando estás bebiendo.
Leo: -¡Imposible! ¡Yo no hice esto! -se tomó de la cabeza.
Hilary: -¿Y por eso caminas desnudo en la habitación?
Leo recordó que estaba desnudo y se envolvió con una toalla.
Leo: -¡Esto debiste hacerlo tú!
Hilary: -¿Yo?- reí- yo ando con una resaca impresionante y tú estás normal, así que tú debiste darme de tomar toda la noche y luego te aprovechaste de mí -fingí dolor de cabeza.
Leo: -Eso no es cierto, yo no soy sonámbulo.
Hilary: -entonces, lo hiciste adrede.
Leo: -¡¡Que no!!
Hilary: -Explica el faje de anoche. Leo: -¡Esto no puede ser! ¡Nosotros no tuvimos ningún faje! ¿Qué es faje?- di una carcajada.
Hilary: -Yebin, jade y yo le decimos así a lo incontrolable que tuvimos anoche- reí.
Leo: -¡Entiende que no tuvimos nada!
Hilary: -Sabes que se hace después de una noche candente.
Leo: -No ¿qué?
Hilary: -Bañarse para quitarse el olor a piel desesperada por pasión.
Leo: -¡¡No tuvimos nada!!
Hilary: -¡Deja de decir estupideces! Que no quieras creerlo no quiere decir que no pasó.
Leo: -Tienes razón, si paso- dijo preocupado- ¿Ahora qué le diré a mi madre? Me va a despedir, que vergüenza.
Hilary: -No tiene por qué enterarse.
Leo: -¡Cómo no! Siempre he sido sincero con ella, no puedo creer lo que hice.
Hilary: -¿Te protegiste?- reí en mis adentros.
Leo: -¿A qué te refieres?- dando vueltas preocupado por todo el lugar.
Hilary: -¿A que si usaste...?- chupe mis dientes haciendo sonido.
Leo: -¡Claro que no! ¡Yo no camino con esas cosas! ¿Tú tomas pastillas, cierto?
Hilary: -¿Estás loco? ¿Cómo voy a llevar pastillas a un internado de mujeres?
Leo: -Significa que puedes haber quedado... -dijo en shock.
Hilary: -Awww -acaricié mi abdomen, moría de la risa por dentro.
Leo abrió los ojos y estaba a punto de desmayarse.-Johanythaa
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Niña Mal (leo & Tu)
Fiksi PenggemarLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 17 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...