Cuando terminaron las clases, salí por la puerta principal del centro y alguien me agarró del brazo. Me quedé quieta y miré hacia atrás.
--Hola. -Me sonreía Marco.
--Hola. -Le devolví esa sonrisa traviesa que el me dio.
--¿Te puedo acompañar a casa?
--Supongo que sí, tenemos que ir por el mismo camino...
--Mejor. -Me fue soltando el brazo despacio.
Nos encaminamos por el lateral del jardín de la vecina Morgana y seguimos recto hasta llegar a mi casa.
Se puso enfrente mía y me cogió lentamente mi mano.
--Me gustó el recreo que hoy.
--A mi también. -Miré al suelo, la vergüenza podía conmigo.
--¿Entonces... te gusto? -Me preguntó.
--Puede. -Le sonreí y me fui hacia la puerta de mi casa.
--Pero espérate mocosilla. -Me cogió otra vez del brazo.
--¿Qué quieres pesado? -Me reí.
Arrimó sus labios con los míos.
--Ya me voy contento a casa.
--Genial. -Le volví a sonreír.
--Mañana nos vemos. -Me tocó su dedo con mi nariz.
--Hasta mañana. -Esta vez sí que sí me fui.
Al entrar por la puerta estaba mi padre con una sonrisa de oreja a oreja.
--¿Qué pasó? -Pregunté.
--Te haces mayor.
--Todo el mundo se hace mayor. -Tiré mi mochila al sofá y dejé las llaves en la cajita del mueble de la entrada.
--No me refiero a eso. -Se rascó el brazo.
--¿Entonces?
--Que tienes novio.
--¿Qué? ¿Novio? ¿Qué dices? -Me quedé perpleja.
--¿Ese es el tal Marco?
--Lo es, pero... No somos nada. De momento. O eso creo...
--Abby, te ha dado un beso.
--¿Y qué?
--Eso significa que sois algo más que amigos.
--No se. -Me di la vuelta y me subí a mi habitación.
Cogí mi móvil y abrí Facebook.
¿Qué estás pensando en este momento?
Me dijeron que para enamorarte te tenía que hacer reír, pero cuando tú te reías, la que se enamoraba era yo.
Listo.
Nunca publicaba cosas, como dije solo lo utilizaba para jugar a juegos.Mamá entró a mi habitación sin avisar con un par de camisetas.
--Hija, esta mañana fui a comprar algo de ropa para tu padre y vi dos camisetas que creo que podrían gustarte. Si no te gustan las devuelvo, no hay problema. -La dejó encima de la cama.
--Me encanta esta. -Era una camiseta negra con dos esqueletos dándose un beso, esto me recordaba más a Marco. -Y esta también. -Era una camiseta blanca con un oso panda a la izquierda. Una es muy gótica y la otra es muy Kawaii.
--Y también quería preguntarte algo. -Dijo ella mirando al suelo.
--Claro, dime.
--Ya sé que no te hace gracia que a un hombre que no conozcas de nada y de repente te enteres de que es tu padre, esté aquí en casa, conviviendo contigo...
--Mamá, da igual. No pasa nada. Ya llegará el momento en que por fin seamos una familia. Si tú eres feliz con que esté aquí, yo lo seré.
--Muchas gracias hija. -Abrió sus brazos y me dio un abrazo fuerte.
Por la noche un mensaje de Adam hizo que retumbara la mesilla entera.
Adam
En línea
ÉL: Me he enamorado.
YO: ¿QUÉ?
ÉL: Sí, es de un curso más alto que nosotros, se llama Leo. Es monísimo.
YO: ¿Pero en serio te gusta?
ÉL: ¡Claro! Cuando le veo el corazón me va rápido.
YO: Bueno... Pídele salir.
ÉL: ¿Qué? No no no.
YO: ¿Por qué?
ÉL: Me muero.
YO: ¿Vergüenza?
ÉL: Es que... ¿Y si no es gay?
YO: Si no se lo preguntas nunca lo sabrás.
ÉL: ¿Y si no lo es? Le pido salir, me coge asco por ser gay, lo va diciendo por ahí y todo el mundo me empieza a insultar. Que buen plan oye.
YO: Por ser gay no creo que nadie se meta contigo, cada uno es como es.
ÉL: No es fácil ¿Sabes Abby?
YO: Lo sé.
ÉL: Bueno... Ya te seguiré contando.
YO: Está bien.
¿Estaba celosa por qué Adam se había enamorado? No creo... Ahora estoy saliendo con Marco, o eso creo.
Al día siguiente me levanté con los ojos como platos, no había pegado ojo en toda la noche, mis ojeras lo sabían.
A bajar a desayunar mamá y papá estaban en la cocina, a la vez se giraron y me miraron.
--Hija, tus ojos. ¿Estás bien? -Preguntaba mamá preocupada.
--Sí, estoy bien, solo que no pegué ojo en toda la noche. -Dije mientras alcanzaba mi taza del armario.
--Yo creo que deberías de quedarte en casa y descansar, no puedes ir así al instituto. -Dijo mi padre.
--Iré al instituto.
--Como quieras... -Dijo mamá encogiendo los hombros.
Cuando salí por la puerta metí las manos en los bolsillos de la sudadera y me puse la capucha.
Alguien me frenó.
--Perdona ¿Me dejas pasar? -Un chico con pelo azul largo, se paró detrás mía, mientras que con su dedo me tocaba el hombro.
Me di la vuelta y él dio un saltito.
--Sí, perdón. -Dije.
Se me quedó mirando fijamente. ¿Será por mis ojeras? ¿Se notan mucho? No podía dejar que Marco me viese así.
Adam
últ. vez a las hoy a las 8:00
YO: Adam, tengo un problema.
Me senté en un banco a la izquierda de la acera a esperar a que me respondiera.
Adam
En línea
YO: Adam, tengo un problema.
ÉL: ¿Qué te ha pasado? ¿Cómo que no estás ya en clase? Siempre eres puntual. Me estoy empezando a preocupar.
YO: ¿Está Marco?
ÉL: Claro que está, con dos chicas.
YO: Bueno, eso ahora mismo no importa. Tengo ojeras.
ÉL: ¿Y?
YO: Pues que se notan mucho. Venía un chico detrás mía y al darme la vuelta se ha asustado. Yo no puedo ir así al instituto.
ÉL: Venga Abby, alomejor no es para tanto y estás haciendo un drama.
YO: ¿Un drama? Ahora lo verás. Voy para clase.
Al llegar a clase todos se quedaron impactados al verme. Lo que me extrañó fue que Marco me vio pero no me dijo nada. Ni siquiera se acercó.
Esto es demasiado irrealista, el estar con él. No puedo.
En clase de historia me pasé toda la hora dormida, ni los gritos de mis compañeros me despertaban, ni las bolas de papel que aterrizaban en mi cabeza. Acabó la clase, todos salieron al recreo pero yo seguía ahí.
El chirrido de una silla me despertó, abrí un ojo y estaba Adam sentado a mi lado, contemplándome.
--¿Y los demás? -Pregunté. Como si me hubiera despertado de una pesadilla.
--Se fueron al recreo. Abby, creo que debes irte a casa. Estas peor que cuando has venido.
--Creo que me voy, tengo ganas de vomitar. -Salí corriendo directa al baño, atravesé la puerta como un relámpago.
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¿Quién es capaz de enamorarse de una Nerd?
Teen FictionSoy Abby Murphy, más bien conocida como mocosa. No soy un agrado para los demás, me ponen verde de arriba abajo, tampoco es que me importe mucho, ya estoy acostumbrada. Como si ellos no tuvieran defectos... Todo cambia cuando llega Adam Cooper, él e...