8.

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Lunes por la mañana, no tenía ganas de lavantarme, apagué el despertador y me volví a dormir.
--¡ABBY! -Llamó mi madre a la puerta. -Llegas tarde al instituto.
Al escuchar el griterío de mi madre di un salto y terminé con los pies en el suelo.
Me vestí corriendo y sin desayunar salí corriendo.
Cuando llegué al aula tuve suerte de que el profesor no había llegado.
--¿Qué te ha pasado? Adivino, apagaste el despertador y te quedaste dormida. -Me dijo Marco.
--Oh genial. ¿Te aplaudo? No sabía que lo ibas a adivinar. -Ironía.
--Hmm... Me sentiría muy alagado si me aplaudieses. -Sonreía enseñando sus perfectos dientes.
Di tres palmadas seguidas y le felicité.
--Felicidades Marco. -Me dirigí a mi asiento despidiéndome de él con una sonrisa.
Él me la devolvió.
--¿Qué? ¿Ahora te gusta o no? -Me preguntó Adam por detrás mía, el susto que me llevé fue gordo.
--Que susto me has metido. -Me puse una mano en la cabeza. -No se, puede.
--Abby ¿Sientes mariposas en el estómago?
--Adam, odio las mariposas. Bueno... Me dan asco. Pero... Hay a veces que me pongo nerviosa cuando se me acerca, me pongo roja... Y me saca de quicio.
--Eso es señal de que te gusta. -Siguió.
--Anda anda.
--No lo niegues pequeña Abby.
Miré a Marco y sonreí.
--Es un estúpido.
--Un estúpido que te encanta.
--Bueno... Eso todavía no se sabe.
No controlo mis sentimientos hacia las personas. No se ni lo que es enamorarse, se puede decir que he tenido muchos crushes, pero novios ninguno.
--Ya te digo yo que este chico será tu primer boyfriend.
--No se si fiarme de ti. -Le eché una mirada pirada.
--Fíate. -Me guiñó un ojo.
--Está bien... -Miré hacia la puerta, el profesor acababa de llegar y mandaba callar.
Aguantando y aguantando las chapas de los profesores, por fin sonó la sirena para el recreo.
Adam se iba con dos amigos nuevos que conoció de un curso superior. Y yo me quedé en el mismo sitio de siempre.
--Mocosilla. -Alguien me llamó. Me giré y era Marquito.
--¿Qué haces aquí? ¿Cómo que no estás con tus novias? ¿Ya volviste al nombre de mocosa? Vaya... No tardaste mucho. ¿Y...
--Abby, el interrogatorio después. -Me interrumpió.
--Perdón.
--Lo siento por ser un estúpido.
--¿Tú? Que va...
--Estoy diciéndotelo en serio.
--Vale vale.
--Lo siento, te besé y no me di cuenta de que tú no sientes lo mismo que yo, asique me quería disculpar por haberte hecho eso. Ya está. Pero que conste que no me cansaré de perseguirte, no me cansaré de enamorarte cada día. -Se levantó y se dirigió hacia el lado derecho, metiéndose las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero.
--¡Marco espera! -Le llamé, pero él no captó mi grito. Me fui corriendo hacia él y le agarré del brazo. Se dio la vuelta.
--¿Qué? Pensé que ya había dejado todo claro.
--Te tengo que devolver algo. -Me acerqué a él y le besé.
Al separarnos se puso la mano en la boca, y como un tonto se puso rojo cual tomate.
--Me iré a donde antes. -Le sonreí. Él se quedó plasmado ahí, con la boca abierta mientras veía que yo me alejaba.
Creo que todo esto es demasiado cursi, como dije antes, nunca tuve novio, no se lo que se siente tener a alguien para compartir abrazos y besos, todas esas chorradas que hacen los enamoradizos.
Esto parece un cuento de princesitas pero en vida real.
3D.

¿Quién es capaz de enamorarse de una Nerd?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora