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La casa Matusita

Una creepypasta de Perú, si alguno de los lectores son provenientes de allí y han tenido la oportunidad de acercarse a esa casa cuéntenme.

Hay muchas leyendas urbanas que hablan de acontecimientos terribles que tuvieron lugar en casas abandonadas o habitadas. Las casas se envuelven de misterio por los testimonios de personas que afirman haber visto sombras en las ventanas, oído gritos terroríficos y lo peor, ver fantasmas paseando por algunos pasillos y habitaciones de la casa. En el Perú, una de las casas más misteriosa se encuentra en Lima, la llamada Casa Matusita es sin duda la casa embrujada por excelencia que por décadas a causado terror en la población de Lima pues existen varios testimonios e historias increíbles. ¿Qué sucedió en la Casa Matusita? ¿Es verdad que está maldita o es una mentira que se transmite de generación en generación? ¿Qué hay en esta casa extraña?

La casa Matusita es una casa de tamaño considerable de dos pisos de altura. La curiosa historia es que al parecer sólo en el segundo piso es donde estos presuntos fenómenos paranormales ocurren. Con el tiempo, sólo el primer piso fue ocupado por las empresas, como ahora, por un banco, sin embargo, nadie parece atreverse a ocupar el segundo piso, y lo que se sabe, como mito de los que creen, de los que lo han hecho nadie salió con vida o en el mejor de los casos han sufrido una serie de trastornos y tormentos.

La leyenda, oficial de los creyentes, es que en esta casa vivía un hombre que maltrataba a sus dos únicos sirvientes. Un día, cuando el dueño de casa ofreció un almuerzo a algunos invitados, los empleados decidieron tomar venganza. La leyenda cuenta que los empleados colocaron una sustancia en los alimentos, no para matar a su jefe, sino causar trastorno mental.

Después que los platos se sirvieron, aquellos criados esperaron en la cocina para esperar los resultados de su plan macabro, de repente se escuchó ruidos y gritos que provenían de la habitación. Creyendo que todo había resultado favorable, los trabajadores corrieron a la habitación. La imagen era aterradora, cuerpos mutilados por todas partes, sangre en las paredes, sobre la mesa, sobre el piso. Todos los invitados, entre ellos su jefe, había encontrado en esa cena una muerte trágica, violenta y terrorífica.

En este sentido, la leyenda varía, al igual que otros dicen que eran sus propios siervos, la criada y el mayordomo, quienes mataron a su jefe mutilándolo con sus propias manos. Según esta versión, los empleados optaron por prender fuego a la casa, la cual curiosamente nunca se quemó y los criados fueron condenados a pasar su vida en un manicomio.

Una de las primeras víctimas de la casa era un párroco que haciendo caso omiso de los testimonios decidió entrar en la casa para bendecirla y realizar un exorcismo. Según la leyenda, el sacerdote murió de desesperación por querer salir de esa vivienda. Se dice que escuchó gritos y quejas de los espíritus que estaban allí, algunos incluso dicen que el cura recibió escupitajos de estos supuestos seres que habitan el lugar.

La segunda víctima es quizás el más conocido porque este hombre era una figura pública que trabajó en la televisión nacional (Perú). Su nombre era Humberto Vilchez Vera, un presentador de televisión que en los años ochenta afirmó que él podía permanecer siete días en esta casa sin sufrir ninguna enfermedad o muerte. La leyenda es conocida por todos, se recuerda que el animador entró en la casa sólo con una cámara de vídeo en la mano y después de sólo dos horas (algunos dicen que fue el cuarto día) el hombre de televisión salió de la casa gritando insultos y arrojando espuma por la boca. Sucedió que posteriormente se diagnosticó que el animador tiene graves complicaciones psicológicas por lo que fue recluido en un manicomio durante un período de trece meses, nunca más se supo de él.

Investigaciones en la Casa Matusita, ha dado lugar a que la historia vaya más allá de las fronteras. Se dice que la primera propietaria de la casa era una europea de nombre Dervaspa Parvaneh, quien llegó a Lima en 1753, y fue acusado por la Inquisición por la práctica de hechicería y brujería.

Esto fue debido a que muchos de los residentes de Parvaneh afirmaron que ella tenía la capacidad, a través de rituales para curar algunas enfermedades que en ese tiempo acechaban a la capital del virreinato. La Iglesia la consideró una bruja y fue capturada y enjuiciada por la Inquisición en Lima. La mujer, después de incontables torturas y martirios, tuvo que confesar que su poder provenía del mismo diablo, lo cual convenció a la iglesia que debía ser quemada en la hoguera. La historia dice que al momento de arder Parvaneh lanzo una maldición que según dicen muchos se relaciona con la casa donde vivía.

Se dice que la casa comenzó a derruirse hasta que en el siglo XIX, una familia de asiáticos la compró y reconstruyó, y se cuenta que luego muchos miembros de esta familia perdió la razón al escuchar voces, gritos y susurros, uno de esos propietarios fue del que hablamos anteriormente y que debido a esas alteraciones, el abuso de sus empleados.

Sin embargo, los escépticos confirman que la leyenda de la Casa Matusita es sólo una invención ordinaria que sirvió para proteger la seguridad de un importante edificio ubicado en las cercanías, fue la Embajada de los Estados Unidos.

Se dice que los americanos inventaron la historia, ya que podrían ser objeto de ataques desde el segundo piso de la casa, puesto que también al frente de la casa, había un penal llamado el Sexto. Actualmente, la Embajada de Estados Unidos ya no está en ese lugar, la prisión fue cerrada como tal y lo único que aún sobrevive es el mito que se formó.

Otras versiones del misterio

Como cualquier leyenda, la casa Matusita tiene varias versiones que reafirman su aire de misterio, una de ellas es que hubo una masacre producto de una infidelidad. Se dice que el dueño de casa, un hombre oriental, regresaba de su trabajo y al encontrar a su mujer con otro hombre, atacó a los dos asesinándolos, cuando los niños llegaron a la casa, fue incapaz de pedir disculpas y decidió matarlos también. Otra versión dice que la familia no era oriental, sino española, y que la masacre se llevó a cabo por la mujer, debido a que su esposo abusaba de ella y de sus hijos, la señora, cansada de tal situación apuñaló a su marido en la espalda, que al darse cuenta que sus hijos habían visto el acto en un arrebato de locura, la madre también asesinó los pequeños.

Aunque el mito es uno de los más conocidos enLima, sorprendentemente, todavía no ha hecho ningún estudio serio sobre eltema. Hasta ahora los medios de comunicación siempre han tenido muchas formaspara burlarse de el misterio de la casa, o en otros casos se han limitado sólocontar historias y leyendas que existen alrededor de esta, haciendo imposiblela desmitificación de este hecho. Esto puede ser porque la televisión nacionalno tienen la tecnología para llevar a cabo investigaciones serias, según elcaso: camaras infrarrojas, grabadoras de audio especiales, entre otros. Hastael día de hoy y para futuro lo más probable es que el mito siga contándose yalimentándose de generación en generación entre la población local, tanto porlos que creen en la maldición como de los que no le dan crédito.