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La estatua del Ángel

Hace unos años, un matrimonio decidió que necesitaba un descanso, así que decidió salir una noche. Llamó a su niñera más confiable.

Cuando la niñera llegó, los dos niños ya estaban dormidos en la cama, por lo que solo se debía sentar y asegurarse de que todo estaba bien, con los niños.

Más tarde, esa noche, la niñera se aburrió y se fue a ver televisión, pero no podía verla en su piso porque la televisión no tenía cable (los padres no querían que los niños miraran demasiada "basura"). Así que los llamó y les preguntó si podía ver televisión en la habitación de los padres. Los padres dijeron que estaba bien, pero la niñera tenía una última petición. Ella preguntó si podía cubrir la estatua de ángel de afuera de la ventana, con una manta, tela o por lo menos cerrar las persianas, porque la ponía nerviosa.

La línea de teléfono se quedó en silencio por un momento, y el padre, que estaba hablando con la niñera, al escuchar eso, dijo: "Toma a los niños y sal de la casa... Vamos a llamar a la policía. No tenemos una estatua de ángel".

Después de tres minutos de esa llamada, la policía encontró a la niñera y a los niños muertos. Nunca hallaron la estatua del ángel.