Disculpa

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Las grandes y altas estanterías llenas de infinidades de libros arrebataron la atención del chico con audífonos que los miraba expectante. El peculiar aroma que estaba concentrado en el amplio pero acogedor lugar le daban al chico una sensación de paz que solo era capaz de conseguir con una persona.

Un libro de lomo delgado con un color azul marino que data "A Travel To Begin" es bajado y marcado con un sello para saber el día y muestra de su salida.

-Muchas gracias.

-Disfrútalo, es un buen libro.

Una sonrisa decaída aparece en el rostro del chico, va continuamente a esa vieja biblioteca y aunque él no se de cuenta el señor sabe la preferencia del chico, razón por la cual el libro a escoger no trataba sobre un tema triste sino uno de aventura.

La melodía de una guitarra acompañada de un piano había comenzado y con ella un sin fin de melodías similares que apocaban el sonido de la lluvia, el frío no se hacia esperar y las sombrillas eran como pequeños detalles por cada rincón de la ciudad, como carecía de una, respiro hondo para luego abrigarse y llevar la capucha hasta cubrir toda su cabeza mientras corría tropezando varias veces con algunas personas.

-Disculpe, disculpe... disculpe.

La lluvia era cada vez mas fuerte y la luz menos visible, el camino por la ciudad fue cambiando hasta transformarse en delgadas calles, tropezó con dos hombres que parecían estar sumidos en una especie de alucinación debido a muchas cantidades de alcohol.

-Hey tu idiota... ¡¡A-acaso quieres provocarnos!!

Un jalón de su chaqueta lo hizo caer de lleno en el suelo pero al instante uno de los hombres lo sujeto de la camisa y lo pego a una de las paredes del delgado callejón.

-¿¡Me e-estas escuchando niña!?- pregunto el otro con una sonrisa que saco al chico de sí, soltándose del agarre del otro.- ¿Con que agresiva?

Un golpe bajo llego directo al estomago del chico y este solo tosió botando sangre en el acto, el otro hombre llevo su puño hasta su mejilla y rompió el labio del chico.

-A-ayud-a... D-detengans-e...

El aire en sus pulmones empezaba a faltar, los golpes en su abdomen y mejilla dejaban varios hematomas por toda la extensión, un último golpe llego tumbando al chico hasta que la respiración se hizo irregular y este descendió lentamente por la pared hasta quedar adolorido en el suelo.

Ayuda... Por favor...

"Corre, sigue corriendo, aunque duelan las cicatrices y la heridas, no te detengas..."

Con el dolor recorriendo cada extensión de su cuerpo, se levanto hasta poder mantener el equilibrio de si mismo y retomo su camino en dirección a la casa de Jimin, no tenia a donde ir y menos en esas condiciones, lo positivo era que la casa de Jimin no quedaba lejos. Había ido ayer y sabía de sobra que el chico vivía solo.

Tocó nuevamente el timbre y la puerta fue abierta mostrando a un chico de cabello naranja con una camisa que dejaba ver sus marcados abdominales, junto con unos shorts y descalzo. Este lo miro preocupado al instante y lo rodeo con sus brazos delicadamente.

-¿¡Ju-JungKook estas bien!?- pregunto alterado el mayor.- ¿Que te ocurrió?

-Yo... Y-yo... Nada, solo fue un accidente, no te preocupes...

El mayor sujetó al chico con delicadeza y como pudo cerró la puerta, lo dejo en el sofá y corrió hacia el baño en busca de un botiquín de primeros auxilios. Volvió a la sala y se acomodo al lado del chico con precaución de no lastimarlo.

-Como me vas a decir que no me preocupe... -lo miró seriamente para mojar un algodón en alcohol.- Tu eres muy importante para mi y me preocupo de tu bienestar...

—Siento interrumpir pero, Jimin necesito hablar contigo.

El menor de los tres miro con confusión al pelinaranja cuya expresión cambio radicalmente de una preocupada a una seria. Su vista se fijo en el sujeto alto de cabello ondulado y color café, parecía un poco mayor que el pelinaranja y su expresión era de pura seriedad y egocentrismo.


—Estoy ocupado.

—No me interesa, necesitamos hablar.

—Jimin yo mejor me voy... —trato de levantarse pero este lo detuvo.

—Estas herido no dejare que te vayas en ese estado.

—P-pero...

—El chico tiene razón, tu no eres su enfermera y creo que su bienestar no tiene que ser algo relevante para ti.

—Si tiene, ademas, no tienes ningún derecho de opinar aquí, no tenemos nada de que hablar vete de mi casa.

—Creo que quien se debería ir es otro —dijo mirando al chico con seriedad.

—Ni se te ocurra pararte de allí.

—Pero Jimin...

Lo miro dolido y bajo la vista al ver como lo miro serio para luego volver su vista al sujeto que no conocía.

—¡¡Te largas de mi casa, no te quiero ver mas!!

—No puedo creer que mi hermano se haya vuelto homosexual... Y mas por una cosa como esta... —dijo esta vez refiriéndose al menor.

Estaba igual que una bomba, en cualquier momento puede explotar y acabar con todo a su paso, la rabia recorría por su sangre en ese momento, se había pasado de la raya al decir tales palabras que a él no le afectaban pero sabia que al chico si. Parecía como alma que lleva el diablo.

—Vete, no quiero que la gente sepa que tengo un hermano egocéntrico y egoísta como tu.

—Eso debería decir yo, no me gustaría que sepan que tengo un hermano gay...

Dichas tales palabras se fue cerrando de un golpe la puerta, dejando a ambos chicos sumidos en un mar de pensamientos y dudas.

-J-Jimin... -se escucho un susurro y luego una voz proveniente del chico que yacía en el sofá.

—Oh pequeño, siento que hayas tenido que escuchar al idiota ese— lo miró con tristeza. Posando su mano en el delicado rostro, ahora, decaído.—No te esfuerces, voy por ag...

La débil y pequeña mano se posó en su brazo deteniendo cualquier intento de alejarse, esos grandes ojos avellana lo miraron con miedo y dolor impregnado por cada poro de su piel.

-No t-te va-ayas... por favor... quédate.

Esas palabras le causaron al mayor una sensación extraña, sentía como su corazón latía con rapidez y una sonrisa se formó lentamente en su rostro, que fue la mas cálida que el chico haya visto desde que se conocen. Se sentó junto a él y respiró pesadamente.

—Pequeño, ¿quién te hizo esto?

—No-o lo sé...

—¿Seguro, No les viste el rostro?

—Si, solo se que eran unos hombres mayores al parecer ebrios... —dijo disminuyendo el tono de voz.— No es de importancia...

—Disculpa por lo dicho del sujeto ese, no tiene ningún derecho de deci...

—¿Era tu hermano?

—Si, por desgracia... No le des importancia.

—Yo... Siento haber llegado así sin avisar...

—Calla, deja que te cure las heridas —dice colocando un algodón cerca del labio del menor.

Sus manos se movían nerviosas por las heridas del chico que miraba atento todos sus movimientos, por un momento se sintió feliz de poder cuidar del chico pero sabe muy bien que este tendrá que regresar a casa...

O tal vez no...

I Need U || JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora