Perfect Bride /JIHAN /

6.

Jun

— ¡JeongHan, deprisa!

Gritó mi madre desde la puerta con la cartera en la mano y por la forma en la que la punta de su zapato golpeaba con la cerámica del suelo, se notaba desesperación. Sin más, nos miró.

— Dino, estaré poniendo estas cosas en el auto hasta mientras. Joshua, apresura a tu novia que no irá a ningún salón de belleza. Y Jun  —me sentí asustado de la intensidad de sus ojos—. Quiero paz y no guerra entre hermanos, ¿sabes a lo que me refiero, verdad?

Asentí.

Mi madre salió de la casa y Joshua murmuró algunas cosas que no logré entender porque estaba concentrado en que el jugo que tomaba no se quedase en media garganta. Al final sólo quedaba una brillante cabellera negra y yo, solos, en la sala mirándonos. Decidí sonreírle y no pude ver más que su forma de evitarme con las mejillas hechas un lío rojizo en su cara.

—¿Seguro que quieres acompañar a mi madre? —le pregunté y luego él afirmó sin darme un poco de sus lindos ojos—. De todas formas no pensaba salir hoy, pero si hubiese sabido que te irías, mejor si lo hubiera hecho para retenerte.

—No creo que te pierdas sin mí —Dino murmuró perfectamente para ser escuchado—. No, mejor quédate en casa, no salgas. No quiero hacerme responsable de lo que pueda pasarte allá afuera.

Mi corazón vibró nuevamente cuando sentí que él podría estarse preocupando por mí, quizá.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —me levanté para aproximarme rápidamente, sin dejarle escapatoria. Él de manera asombrosa asintió—. Si yo decido salir por estas calles solo... ¿tú, te preocuparías si me pasara algo?

Parecía conflictivo en su interior.

—No se te ocurra salir, ¿me has entendido? —me empujó ligeramente y me comenzaba a molestar que me evitara—. Yo no pienso salir a buscarte si te pasa algo, me voy a molestar si sales de esta casa o si llego y no te encuentro aquí.

Suspiré.

—Hoy planeo hablar con Joshua —confesé haciendo notar mi ansiedad—. No sé cómo se den las cosas,  puede que no me controle si dejo que me guíe la ira. Yo-

Sus manos heladas del muchacho tocaron mis mejillas y por fin pude ver sus ojos oscuros detectándome el miedo y arrebatándomelo por completo. Estaba a pocos centímetros de poderlo besar, pero me contuve, lo quería cerca y no lejos. Seguía preguntándome qué estaba pasando conmigo y por qué alguien tan normal como Dino podía quitarme hasta el aire.

—Cuando llegue, quiero encontrarte aquí —repitió entre dientes, se veía molesto—. Te voy a estar llamando, y más te vale contestarme, JunHui.

Mis puños se cerraron, quería abrazarlo muy fuerte, acurrucarme con él. Lo más curioso era que ni la música me brindaba tanto placer como la sonrisa de Dino, o sus simples emociones, muecas, pensamientos.

Dios santo, estaba enamorado de Chan.

—Quiero abrazarte —declaré, pero nuevamente fui apartado—. Dino...

—Pensé que si conocías que yo también mentía como cualquier otro, entonces mostrarías menos interés en mí.

—¿Mostrar menos interés? ¿Cómo pudiste pensar en eso? Al contrario—sonreí coqueto—. Nunca me había gustado tanto la mentira, como para unirme a ella.

...

Joshua