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— ¿V-Vestirme de qué? —mis ojos estaban palpando la sorpresa de aquellas palabras que surgieron de la boca de Joshua—. No, no, no, debí escuchar mal —negué al aire—. Repite lo que has dicho, por favor.

Joshua suspiró.

—Mi madre vendrá hoy —lo vi juguetear con la madera de la mesa, estaba nervioso, temblando en su sitio y sin saber qué decir o hacer—. Me ha llamado muy temprano y-y, dice que quiere conocer a mi prometida y al hermano menor que vive junto a nosotros.

— Momento —detuve con la palma de mi mano—. ¿Prometida? Tú ni siquiera tienes una novia, no sabes lo que es tener una.

—Ese es el punto, yo no tengo a nadie más que tú viviendo en esta casa como un amigo que me paga por estar aquí mientras encuentra un lugar para vivir —suspiró, con unos ojos suplicantes—. JeongHan, por favor. Vístete de mujer y hazte pasar por mi prometida durante el tiempo en el que está mi madre. Yo prometo complacer tus necesidades y no cobrar tu estancia por un año o lo que decidas.

— Ese no es el punto —me senté junto a él al ver que las lágrimas ya querían salir de sus ojos—. ¿Por qué le has mentido a tu madre? Acepto que no tener pareja puede preocupar, pero, ¿una prometida? ¿Acaso estás bien de la cabeza? Debiste pensar y medir tus palabras.

—T-Tú no entiendes —y ahí estaba el castaño, llorando, dejándose caer sobre la mesa, ocultando su rostro enrojecido y a punto de hincharse. Porque así era él, un llorón de primera—. Estoy cansado de que todos mis hermanos tengan su vida hecha, con un buen trabajo y una familia formada. Yo tengo veinticinco y apenas cargo para comprar mi comida. Me avergüenza hasta ver que Jun siendo menor, tenga más futuro en su trabajo de músico—sentí su tacto sobre mi pálida mano—. Ayúdame, por favor. Sé que puedo salir y buscar a alguien para mí, pero no conseguiría a nadie, es muy poco tiempo.

—Yo no puedo... —ahora ese chico me colocaba en una situación muy trágica. Yo tenía un decaimiento por la gente cuando se echaba a llorar—. Más bien, ¿por qué tengo que ser justamente yo?

— ¿No te has visto a un espejo? —y así, tenía la mirada roja, el cabello de su frente un desastre—. Nuestros compañeros de trabajo miran tu cuerpo moverse por los pasillos, has hecho dudar a un montón, atraes cualquier mirada. La gente hasta me visita a mí para verte. JeongHan, pareces una mujer y el nuevo corte que llevas tampoco ayuda mucho.

Mis facciones eran un poema con toda la métrica sacada. Yo estaba muy descolocado con la nueva información que mis oídos habían escuchado. ¿Yo? ¿Una mujer? La gente debía estar muy mal. Yo asistía al gimnasio para poder mejorar mi físico y sentirme más masculino que nunca, usaba muchas cremas en el rostro para que no se viera ninguna imperfección de mi parte, pero eso no quería decir que yo fuese un imán de hombres como de mujeres.

No, señor.

—JeongHan —siguió—. Si estás tan molesto por esta situación, entonces podrías prestar a tu hermana y-

—¡No! —negué tan rápido como pude. Una de las personas que yo más cuidaba era mi hermana y nunca podría dejarla en manos de mi mejor amigo, ni siquiera de mi propio padre— ¡Mi hermana no! ¡Prefiero mil veces hacerlo yo!

—¿Entonces lo harás? —me miró ilusionado, algo que me hizo pensar en lo que había dicho.

—No, no lo haré —y nuevamente lo vi convertirse en un mar de lágrimas frente a mí, eso me hizo botar el aire del puro cansancio—. Joshua, vestirse de mujer no es cómodo para un hombre, a menos que te guste. ¿Podrías entenderme?

—Claro —al fin estaba comprendiendo la situación en la que me sentía—. No puedo obligarte a que hagas algo que no quieres. Tendré que decirle a mi madre la verdad y entonces sufriré en cada reunión familiar. Ya puedo imaginarme a WonWoo riéndose en mi cara y diciéndole a la tía Cho que publique mi mala suerte en las redes sociales.

Perfect Bride /JIHAN /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora