8.

4.7K 597 178
                                    

Mis ojos lentamente se abrieron para presenciar una de las imágenes más bellas que he visto en las mañanas. Sí, tenía a Yoon JeongHan durmiendo frente a mí, plácido, con el cabello despeinado y un puchero rosa que se inflaba y caía conforme respiraba. Sus brazos me rodeaban, abrazándome gentilmente.

Estaba encantado.

Lo peiné tranquilo y disfruté del crecer de su cabello. JeongHan era muy hermoso y no podía hacerlo pasar desapercibido, no sólo por tener aspecto femenino, iba mucho más allá. Comenzando por la manera en la que te hablaba, parecía conocerte de años y si no, lo aparentaba muy bien. JeongHan tenía un corazón noble, muy dorado comparado con tanta gente mala en el mundo. Me preguntaba qué le habría pasado por la cabeza en el momento que le pedí fingir ser mi perfecta prometida falsa, los días en los que me vio llorar por querer rendirme, los tiempos en que lo tomé por sorpresa con cualquier acto de pareja que no estaba estipulado en ningún libreto. No me cabía la menor duda de que yo me hubiese echado para atrás hace mucho, pero él no, él definitivamente decidió apoyar una vida tan difícil como la mía.

Y despertó con un gruñido.

—Seguramente me has visto babear, ¿no?

—Sí —mentí—. Pero he visto a peores, descuida.

—¿Dices que has dormido con otros hombres? —se levantó de inmediato, con una mirada abierta, cejas enarcadas que no indicaban nada más que celos.

—¿Podría yo hacer eso, cuando el único hombre que me ha llegado a gustar, eres tú? —pregunté sintiendo su calma en cuestión de segundos—. Lo que digo es que he visto a mis primos babearse hasta los cojines de mi casa, obviamente he visto a gente hacerlo peor que tú —bufé intranquilo—. ¿Hace poco tiempo tratamos de darnos una oportunidad y hoy estamos tratando de despertar una pelea?

—Perdón, fui muy exagerado —negó llevándose el cabello hacia atrás—. Aún me cuesta un poco verte como un novio y no como alguien a quien puedo gritarle y quejarme de todo.

—Puedes gritarme, puedes ser el mismo de siempre —me encogí de hombros—. El hecho de que nos amemos poco a poco, no quita que sea tu compañero y amigo.

—¿D-De verdad?

Asentí. No pasó mucho cuando un par de labios se conocieron con los míos, dejando un tierno ruido al ser separados. Su sonrisa estaba frente a mí. Él era muy tímido ahora y yo también, así que sólo reí un poco.

—¿Quieres que te prepare el desayuno? Como novio y futuro esposo, tengo que atender a mi prometida para que esté siempre a mi lado, eso ha dicho mi mamá —dije, ya dando inicio a la salida de mi cama, con la mirada hacia la puerta.

—Muchas gracias.

—No tienes que agradecer, es mi trabajo.

—Joshua —cuando me llamó, levanté un poco mi cabeza para que siguiese hablando—. Parece que pidiera mucho, pero necesito algo más de ti

—¿Y, qué es?

—Quiero ponerle fin a la mentira —habló gruesamente—. JiLee es una mujer muy buena y no merece que le mintamos así, ella no merece esto cuando se está sacrificando por nosotros —sus manos corrieron a mis hombros tensos y se deslizaron luego por mi pecho desnudo—. Las mentiras pesan conforme los días pasan.

—Han...

—Sé que no será hoy, pero espero que sea pronto —me susurró—. Estamos juntos en esto, Joshua. No lo olvides, amor.

Entendía. Él quería sólo solucionar mis problemas y los suyos al mismo tiempo. Pero, ¿cómo podría yo decirle a mi madre después de haber pasado tanto? Tenía una estaca clavada en mi pecho, pues cruzaba un puente de sensaciones desagradables que no me dejaban mejores alternativas. Todos terminaríamos sufriendo si las cosas no se arreglaban amenamente. Y conociendo a mi madre, ya podía escuchar sus gritos exagerados sobre mí.

Perfect Bride /JIHAN /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora