Prompt: 080. Calidez
Rating: K+
Extensión: 591 palabras
Disclaimer: Bleach y sus personajes son propiedad de Tite Kubo.
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Yo tengo, para ti, todo lo noble
que cielo y tierra y corazón abarcan;
el calor de los soles, —¡de los soles
que, como yo, te aman!
Pedro Bonifacio Palacios
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La tarde templada vuelca su bermellón sobre los rostros de ambos. Rukia mira a Byakuya, que está parado junto a ella, y le parece que el color del sol pegado en su mejilla lo hace ver cálido, como últimamente se ha acostumbrado a verlo.
Las tres tumbas detrás de ellos. El viento árido del Rukongai. La colina que suele visitar con Renji cuando Rukia y él se ponen melancólicos. La tarde, el calor, el silencio.
—Fue difícil sobrevivir aquí. Hay demasiada pobreza —Las palabras de Rukia salen atragantadas. —Ellos no eran fuertes.
Byakuya se mantiene estoico, aunque algo en él languidece. Continúa mirando el horizonte.
—Tal vez si en vez de ellos hubiera sido yo...
—No tiene caso que medites sobre eso. Estás viva y ahora eres un miembro de élite del Gotei 13. El destino es inexorable, y la muerte también —Byakuya parpadea, habla con calma—. Decidiste convertirte en shinigami después de haber visto la muerte de tus seres queridos. Hoy eres capaz de proteger almas.
—Sí...
"El destino es... —piensa, mira el pueblo desbaratado que hay debajo, y vuelve a mirar a su hermano, quien se ha tornado cabizbajo— inexorable."
Poder compartir con Byakuya un retazo de su pasado es para ella algo que la desborda. Sabía que su pasado no era algo que pudiera conmover a Byakuya, pero él le pidió ir a ese lugar y Rukia lo llevó.
No era la primera vez que Byakuya pisaba esas tierras, pero sí la primera vez que no las miró con desdén. Por su mente cruzó la imagen de Rukia viviendo en ese lugar tan desahuciado y creyó que no comería durante muchos días.
—Lamento que hayas tenido que vivir en este sitio —resopla con veneno.
Rukia necesita su abrazo, se acaricia las manos.
—Se aprenden muchas cosas en estos lugares...
El disgusto, la náusea. Hace años que Byakuya ve a su hermana como a una muñeca. En ese momento, Rukia lo remite con sus palabras a su antiguo comportamiento, cuando ella era cruda, áspera, y hablaba como un hombre.
—También has aprendido cosas... conmigo —murmura para volver a verla como a la muñeca frágil y educada en la que ella se ha convertido.
En su corazón sucumbe un maremoto. Es verdad, Rukia sabe que le debe mucho a su hermano y siente que gran parte de lo que ella es, es gracias a él. Él la sacó del Rukongai, le dio una familia. El destino era inexorable.
¿Y si Byakuya nunca hubiera llegado a su vida?
—Es verdad. Siempre estaré agradecida con nii-sama por su generosidad —La voz rebosa de dulzura. —Yo... no sé qué habría hecho sin ti.
Byakuya sabe que Rukia está sonriendo y eso le hace sentir feliz en medio de la devastación. Si no fuera él, le daría la mano o la abrazaría, pero es él, Byakuya Kuchiki, y él es así. No hace nada.
El color del sol es más agradable sobre las mejillas de Rukia, él lo sabe porque muchas veces la miró con sigilo. Es tibio, como Rukia y su presencia.
De pie en la colina, los pensamientos de Rukia divagan sobre la relación con su hermano; Rukia siente que es maravilloso tener a ese hombre, siente que nunca quisiera estar lejos de él.
Byakuya suspira, es hora de irse. No quiere ver a Rukia en ese lugar, desea volver a sacarla de allí. ¿Y si él nunca la hubiera sacado de allí?
El silencioso acceso de furia y de impotencia, el amor implícito.
—Yo tampoco.
Y el calor del sol.
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In bloom
FanfictionColección de drabbles sobre Byakuya y Rukia. XVIII. Pequeños detalles «No estaba al tanto de algunos detalles históricos, pero sí sabía cuándo se celebraba aquella tradición. Cuando llegó la fecha, Rukia no dudó en buscar la manera de preparar sus p...