El horror de los espejos

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Prompt: 024. Espejo

Rating: M

Extensión: 285 palabras.

Disclaimer: Bleach no me pertenece. Los créditos a Tite Kubo.

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Yo que sentí el horror de los espejos

No sólo ante el cristal impenetrable

Donde acaba y empieza, inhabitable,

un imposible espacio de reflejos.

Jorge Luis Borges

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Rukia se miraba en el espejo desnuda. Se miraba los ojos, la nariz, el pelo y la boca, sobre todo la boca, porque era la parte de su cuerpo que Byakuya más besaba. Se preguntaba qué habría visto él en Hisana para que entonces lo reviviera en ella, si es que así lo hacía él. No sabía con exactitud qué veía su hermano en ella cada vez que la miraba. No podía saber plenamente qué era lo que él sentía cada vez que la desvestía y besaba su cuerpo entero. ¿Pensaría en Hisana? ¿La estaría utilizando en aras de preservar la memoria de su esposa en un cuerpo vivo? ¿O simplemente la deseaba de verdad, a ella, a ella misma?

La mano de dedos largos, desprovista del mitón, apareció en el espejo, asomando por detrás de su cuello y descendiendo hacia sus pechos. Sintió su cuerpo caliente, desnudo también, pegándose al de ella por la espalda.

–¿Qué ves en mí, Byakuya? –preguntó Rukia con voz gutural.

Byakuya rozó su mejilla delicadamente con la punta de la nariz. Su aliento cálido la quemaba.

–Te veo a ti, Rukia. No veo nada más que a ti –respondió él con el sosiego de un río bajo la noche, mientras besaba su hombro.

Ella observó el semblante atenuado de su hermano reflejado en el espejo, dispuesto a poseerla y hacerla suya una vez más. Sintió su mano ardiente deslizarse más abajo, más abajo del ombligo, y luego sus pensamientos se evaporaron junto con las dudas que emergían frente al cristal de infinitas posibilidades. Byakuya la abrazó en el silencio del alba, y Rukia pareció convencerse de que en verdad él la estaba abrazando a ella.

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