[Día 9/ Saliendo/ Pasando el tiempo con amigos]

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Un pelinaranja y un pelinegro acompañados de una pequeña niña de vestido rojo se encontraban caminando por unas de las calles de Yokohama.

Para desgracia de Chuya y Akutagawa les había tocado llevar a la pequeña Elise de paseo. Tal vez al principio no era tan malo, los tres pasaban a tiendas de dulces y otras cosas pero luego se descontrolo.
Elise sentía tener el poder de hacer lo que sea, desde obligarlos a beber agua de la fuente hasta ponerse vestidos...

Bienvenido a doc tops estos son...

Ok no. ¿Por que rayos soy así?
(Si no entendieron el chiste busquenlo en youtube)

Después de estar un tiempo caminando y haciendo cosas que no querían, vieron algo increíble para pasar el rato, o al menos así lo vio Elise.

-Chuya, Akutagawa, quiero ir allí- señaló con su dedo el lugar indicado.

Chuya y Akutagawa no dijeron nada y solo llevaron a la pequeña Elise a lo que parecía una feria.

Luego de estar en algunos juegos y comprarle montones de dulces a Elise vieron algo nada agradable. La mayoría de los miembros de la agencia se encontraban en ese lugar.
Chuya trato de rodearlos y así no encontrarse con ninguno de ellos, pero Akutagawa al ver a Dazai no dudo en ir hasta ellos.

-Dazai-san- lo llamó el pelinegro atrayendo la atención de éste.

-¿Que pasa?- pregunto con una sonrisa el castaño.

Como por arte de magia casi todos los presentes se fuero, si, casi todos, por que Atsushi se quedo junto a Dazai.

Akutagawa estaba a punto de responder cuando los gritos de un pelinaranja molesto le llamaron, entonces Chuya apareció a lado de él tomando a Elise de la mano.

La mirada del castaño se ilumino al ver al enano con sombrero, sin decir nada se acercó hasta él y le abrazo.

-Chuya, ¿Creía que no te gustaban este tipo de lugares?-

-¡Sueltame maldito idiota!- exclamo Chuya con un sonrojo que no paso desapercibido el castaño  antes de liberarse de su agarre, haciendo que Elise se liberara de su mano y saliera corriendo.

-Akutagawa, quedate aquí y no vayas a ningún lado- hablo el pelinaranja para seguir a la pequeña.

-Atsushi-kun, hazle compañía a Akutagawa- dijo Dazai para después ir tras Chuya.

Corrieron un poco tras Elise y se detuvieron frente la gran rueda de la fortuna*.

-Chuya, Chuya, quiero subir allí- pidió Elise preparándose para su próxima jugada

-Wow, desde allí podrías suicidarte- dijo Dazai observando como giraba la gran rueda, mientras Chuya solo fruncía el ceño y apretaba los puños.

-Esta bien, subiremos- acepto Chuya después de tantas suplicas de la menor.

-¡Yei!- exclamaron los dos al mismo tiempo.

Y aunque Chuya no quería que Dazai subiera con ellos desde el principio, éste por fin cedió.

-¿Y Akutagawa y Atsushi?, ¿los dejaste solos?- preguntó Chuya después de un rato de silencio.

-Claro, así los dos podrán resolver sus indiferencias- respondió sonriente Dazai.

-ahora dime, ¿Por qué estabas aquí Chuya?- interrogo el castaño.

-No es de tu incumbencia- Respondió Chuya.

Una pequeña risa salió de los labios de Dazai al notar como la pequeña Elise se divertía viendo las luces de la ciudad, puesto que ya había anochecido.

-¿No crees que es romántico?- habló Dazai acercándose al pelinaranja hasta abrazarlo.

-Dazai...-

-Chuya no digas nada-

Los dos aprovecharon ese momento en el que Elise se encontraba distraída y se dieron suave beso.

Así los dos pasaron algo bonito gracias a Elise.

Mientras tanto Akutagawa y Atsushi...

-¿como has estado Akutagawa?- preguntó temeroso Atsushi después de eternos y tormentosos minutos de silencio.

-No es de tu incumbencia- respondió cortante Akutagawa para después tocer.

*****

*No se como conozcan ustedes la rueda de la fortuna, esa rueda grande que da vueltas, también se que se le dice la vuelta al mundo, entre otras cosas.

The 30 Days of SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora