The 30 Days of Soukoku

[Día 23/ Discutiendo]

-Llegas tarde maldito desperdicio de vendajes- habló Chuya molesto desde el sofá donde se encontraba sentado.

-Lo siento Chuya, estaba ocupado- se excusó el castaño esbozando una sonrisa.

-¿Ocupado?- preguntó Chuya frunciendo el ceño -¿Con qué?-

-Pues verás, estaba ayudando a un anciano a cruzar la calle-

-Yo mire otra cosa- respondió Chuya recordando la escena donde Dazai se encontraba coqueteando con cualquier mujer que se cruzara,  proponiéndoles suicidio doble.

-¿enserio?, ¿qué fue lo que miraste?- preguntó Dazai pensando en que es lo siguiente que diría.

-No entiendo por qué te haces él que no sabe. ¡No soy estúpido Dazai!- exclamó Chuya, si él quería tener un poco de paciencia Dazai había conseguido que esa poca de paciencia se esfumara.

-No es de tu incumbencia lo que yo haga Chuya- contestó Dazai tratando de evitar tener otra pelea con el pelinaranja.

Chuya se paro de su asiento para retirarse y murmuro:

-Siempre eres así-

Dazai logro escucharlo, sabia que Chuya estaba molesto y en verdad no comprendía el por que, eso realmente le irritaba.

-¡Mi manera de ser no tiene por que importarte!- le reclamó el castaño, haciendo que Chuya detuviera su andar.

-¡Siempre estas molesto por lo que hago, y no entiendo el por que!- realmente Dazai se encontraba irritado y su deseo por evitar aquella discusión había sido opacado por su frustración y molestia.
-¡Si tanto te molesta deja de seguirme a donde sea que vaya!-

Chuya se sorprendió al oír eso, sabia que Dazai era inteligente pero nunca imagino que que llegaría a descubrirlo, siempre había sido cuidadoso de todo lo que hacía y seguirlo no era la excepción.

-¡Solo lo hacía por que Mori-sama me lo pedía!- se excusó Chuya.

-Pero sabes, ya lo dejare de hacer, mañana me iré así que ya no debes preocuparte por eso- Chuya salió de la habitación donde se encontraban antes de que las lágrimas salieran de sus ojos y dijera cosas que quería que no se supieran.

Dazai se quedo sin palabras.