[Día 26/ Casándose]

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Era un mañana de primavera, el día perfecto para una boda.
Después de un tiempo desde su compromiso, al fin él día esperado había llegado.
El lugar donde se llevaría a cabo estaba listo, mientras que cada uno de los invitados se preparaba en sus respectivos hogares.

Chuya que se encontraba en su habitación, cabe decir que bastante nervioso, se encontraba reflexionando.
Sabía que lo amaba, sino no hubiera aceptado desde un principio aquella propuesta, observó su anillo y de cierta forma se sintió mas seguro sabiendo que también Dazai lo amaba.
Pero, ¿realmente era la persona indicada?
Esa pregunta rondaba por su cabeza.
¿Quien le aseguraba que Dazai no lo dejaría?
Dudas y mas dudas aparecían en la mente de Chuya.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que Chuya dirigiera su mirada hacía esa persona que recién había entrado a su habitación.

-Chuya- lo llamó la mujer pelirosa vestida con un kimono -Ya casi es hora-

-Lo se- respondió Chuya

-¿Estas bien?- preguntó Kouyou preocupada al escuchar el tono de voz con que había respondido Chuya.

-Si no te sientes preparado para esto, no es una obligación que lo hagas- volvió hablar Kouyou al no oír respuesta del menor.

-¡Vamos Chuya, contesta de una maldita vez!- exclamó Kouyou impaciente por ver a Chuya así.
Para ella Chuya estaba actuando demasiado tonto, era mas que obvio los sentimientos de ambos, no entendía el por que de las inseguridades de Chuya.

Chuya dio un saltito al ver y oír la expresión de Kouyou.

Kouyou suspiro con pesadez y volvió hablar:

-si el bastardo te hace algo yo me aseguraré de matarlo, al igual que a ti sino no tomas una decisión ahora-

Chuya paso saliva en seco al ver como la habilidad de Kouyou se hacía presente, aveces ella daba miedo, pero gracias a ello pudo dejar todas sus inseguridades de lado y tomar una decisión.

-Bien Chuya ya es hora- dijo Kouyou tomando la mano de Chuya para llevarlo hasta donde sería el evento.

-Espera Kouyou-neesan- Chuya soltó su mano para así ir hasta su escritorio y tomar la hoja que se encontraba allí.

-¿Qué es eso?- preguntó la pelirosa observando como Chuya lo analizaba al parecer, mientras caminaban.

-Mis votos- respondió con una sonrisa y con seguridad en su voz.

Kouyou sonrió, definitivamente Dazai había tenido suerte de encontrar a alguien como Chuya.

Por otro lado estaba Dazai ya listo para el evento que se llevaría a cabo esa tarde.
Entre sus manos tenía la hoja donde estaban sus votos escritos, la leía con el fin de aprendérsela y no cometer ningún error. El nerviosismo junto la felicidad que sentía era inexplicable, era la primera vez que sentía eso, y sabia que solo el pequeño pelinaranja podía hacerle sentir diversas emociones en alguien como él.

-Dazai-san- lo llamó Akutagawa asomándose por la puerta -ya es hora-
Dazai sonrió y solo asintió para salir de allí e ir al lugar indicado donde uniría su vida con la persona que mas amaba.
Akutagawa se sorprendió un poco al ver a su superior sonreír de esa manera, normalmente sus sonrisas eran falsas, fingidas y sin sentimiento, pera esa sonrisa era sincera, y solo alguien podía hacer que Dazai sonriera de esa forma.

Chuya se encontraba parado frente al pequeño camino con pétalos de rosas (regados por Elise) observando como ese simple camino seria el que lo llevaría hasta su amado para así unir sus vidas.
Kouyou que se encontraba a su lado le regaló una sonrisa y le dio un pequeño empujón para que diera el primer paso.

La música empezó a tocar la melodía, mientras todos los presentes dirigían sus miradas a Chuya que caminaba con un ramo de rosas y lirios entre sus manos.
Llego hasta el altar y observo a Dazai, de cierta forma el ver al castaño le traía algo de tranquilidad y hacia que los nervios que sentía fueran desaparecieran.

Y llego el momento esperado, el momento de decir sus votos.

-Yo Osamu Dazai, prometo estar a tu lado por eternidad. Prometo protegerte de todo lo malo, cofcofdeunrusocongorritocofcof. Y aunque te pongas feo y pierdas tu hermosa figura, nunca te dejaré. Prometo ser tu confidente, compañero, amigo y amante por el resto de mi vida. En la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en la alegría y en la tristeza siempre te amaré. Hasta que el suicidio nos Separe-

-Yo Nakahara Chuya prometo estar a tu lado por la eternidad. Prometo protegerte de todo lo malo. Prometo amarte y respetarte a ti como a tus intentos de suicidio y a tus cofcofapestosasyfeasvendascofcof.
Y juro que solemnemente que si te atreves a proponerle suicidio doble a una persona que no sea yo te matare.
Prometo ser tu confidente, compañero, amigo y amante por el resto de mi vida. En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en la alegría en la tristeza siempre te amaré. Hasta que tu muerte nos Separe-

Los dos se pusieron los anillos y finalmente se dieron el beso que demostraría su pacto de amor.

Todos aplaudieron a los recién casados.
Y aunque Dazai no había podido obligar a Chuya a usar un vestido, si que lo haría en su noche de boda.

*****
Algo no me gusto de esto, pero ni idea de que es.
Es mas largo compensando los capítulos que no lo eran.

The 30 Days of SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora