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Capítulo 8: Ella no es mi familia (Maratón 6/6)

¡Lean la nota al final! ¡Es importante y bastante corto! (?)

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Domingo. Presente.

¿Te falta mucho, Tiana?

~

Bajo un pequeño "sótano" me encuentro refugiada.

Aquella mujer ni debe encontrarme, ella no es parte de mi vida, ya no lo es.

¿Quién es ella? No es mi madre, tampoco un familiar. Dejó de serlo.

La falta de bien en sus acciones hizo que poco a poco la odiara. Ya no es nada mío, no es parte de mi vida. Y como dije, sus acciones no son de bien, son de mal.

No sé si él la ha mandado o es por voluntad propia, pero nunca pensé que salir de casa en sólo una noche traería tantos problemas.

Quería atención, pero no de este tipo, papá.

Puedo escuchar a Aaron diciéndole a esa mujer que no me encuentro en ningún lado. Mentalmente suspiro de alivio pues tengo miedo de que si hago el más mínimo ruido me lleve al infierno de nuevo.

-¿No está por ningún lado? ¿Seguro?- Escucho esa voz femenina tan molesta, hace que sienta dolor y rabia por estar en el inicio de mi sufrimiento.

Se podría decir que siempre estuvo en mi vida, desde mi nacimiento hasta ahora. Sí, incluso en los momentos del verdadero dolor. Mientras sufría en mi "casa" pasaba de vez en cuando, trayendo comida o algo nuevo para enseñarme. Durante esos seis años siguió educandome y alimentandime junto a ese señor que una vez consideré como un padre.

Pero eso no es lo peor, lo peor es que ella ha estado siempre presente en los momentos de maltrato, sin decir una palabra, solo observando. Pero de vez en cuando no estaba, cosa que agradecía.

Nunca tuve familia, me dejaron de lado y los demás se quedaban, para verme sufrir.

Pero, después de todo, hasta en el final de tus días existe alguien que quiere acabar con tu sufrimiento, aparte de ti.

Aaron

-Papá, ya cálmate.

-Me preocupa esa muchacha.- dice mientras va de un lado a otro.

Se podría decir que ayudé a Tiana, y al igual que mi padre me preocupaba y todavía me preocupa.

Sabía que esa mujer era algo malo para Tiana, por eso la ayude a esconderse en el sótano, que queda en el espacio de la sala debajo de la alfombra.

Gran lugar para un sótano y meter a una adolescente depresiva ahí, ¿No?

-Ella no ha ido a ningún lado. Esa mujer no es nada de ella, es solo una persona que quiere hacerle daño. -le dije mirando como va de un lado a otro.- Y detente.

Se detuvo en seco. -¿Cómo que no fue a ningún lado? - dice con una mirada de confusión en su rostro. -¿Hay algo que me estás ocultando? -dice.

-¡Ya puedes salir! - dije esperando a que Tiana me escuchara. Cinco segundos después me doy cuenta de que la alfombra seguía ahí y la quité para que pueda salir. En eso la pequeña puerta del piso se abre encontrando a nuestra huésped.