Capítulo 7: Volver, realidad {Maratón 4/6}

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Sábado, 22:49.

¿Dejarás de esconderte?

No estamos jugando a las escondidas. Tiana.

~

Narrador omnisciente.

-Es normal en mí.

-¿Enserio? ¿Estar de ese modo es normal en ti?

-Tampoco es que quisiera cambiar, aunque sinceramente no se puede.

Dijo la chica susurrando lo último, hablar sobre sus desgracias no es lo favorito de alguien.

-No sientas lastima, a nadie le gusta que sientan eso por alguien.- dice la pequeña con la cabeza baja, al borde de las lágrimas.

Volverse dura como roca solo funcionaba en aquel padre que no le daba ningún amor a su hija, pues era necesario volverse así.

Si solo verla sensible ya le daban ganas de matarla.

-No sentí eso. Ni lo sentiré.- dice Aaron acomodándose más cerca de ella.

A Tiana no le molestaba, al contrario, se sintió cómoda.

Están ganando confianza.

-Nunca tuve un amigo desde hace mucho tiempo...- dice Tiana ya más calmada, cambiando de tema.

-¿Nunca tuviste amigos?

-Dije que no tuve desde hace mucho tiempo, obvio que sí he tenido.- dice la menor con una sonrisa burlona, viendo al mayor mientras se seca una lágrima que se le escapó al casi llorar.

Aaron ríe un poco.

-Perdón, soy algo tonto.- dice mirándola a ella.- a quién quiero engañar, soy la reencarnación de la sabiduría e inteligencia.

Ambos ríen.

Y así iba transcurriendo el tiempo. Tomaron confianza y se empezaron a hablar como personas que se puede decir que tienen una amistad.

Hablando de sus gustos, anécdotas, de sus familiares...

Aaron le ha llamado la atención de que Tiana tenía una madre, la cuál fue reemplazada por una copia idéntica; su hermana de dos años menor.

Nadie puede decir que los menores no se parecen a los mayores. Pues siempre se parecen.

-Y...- dice Aaron rascándose la nuca, algo nervioso por lo que va a preguntar.

-¿Y...?- pregunta la menor confundida.

-¿Cómo era ese infierno? O sea...Cuando vivías con...

-Un infierno, ya se ha dicho.

-Sé que la pregunta es algo incómoda o que te trae recuerdos horribles..pero..

Tiana le interrumpe.

-No hay por qué contarlo, ya pasó.

-Pero...

-Por favor Aaron...no preguntes..- la chica ya empezaba a juntar sus puños, aprentandolos. Agachó su cabeza, ya no aguantaba.

No quería seguir recordando.

No quería seguir pensando que vendrá por ella.

No quería seguir viviendo a causa de eso.

Aaron se quedó callado ya al recapacitar. Pero eso no calmó el estado en el que Tiana se encuentra ahora.

Pues..

Recordar tantos sucesos horrorosos la han vuelto sensible de cierto modo. Ocultarlo hace que termine explotando.

Y eso hizo.

Antes de que el mayor dijera algo empezó a estallar en llanto, sollozando una y otra vez, mirando a ambos lados para encontrar un sitio a donde apoyarse, abrazar y seguir llorando.

Ella nunca pensó en tener apoyo, pues no tenía esperanzas.

Pero pensó, ahora, por un instante, de que hay una pizca de esperanza por cambiar su destino.

Siguió llorando, pensando una y otra vez los sucesos que ha vivido desde los seis años. Empezó a recordar cada gota de sangre que caía cada vez que él la golpeaba, cada vez que le insultaba, cada vez que la motivaba a autodestruirse.

La menor llevó sus manos a su cabeza, agarrando su oscuro cabello negro y tirando de este.

-¡¡Basta!! ¡No vengan a mi cabeza!- Repetía una y otra vez.

Repetía cada vez con más dificultad.

Estaba empeznado a olvidar como respirar.

Su rostro se puso rojo, empezando a faltarle el aire.

El mayor solo miraba estupefacto. Sintiendo una punzada en el pecho.

Le dolía verla así.

-¡¡¿Por qué me hace esto?!! ¡¡Mi padre!!- continuaba la menor tirada al piso, pronunciando cada palabra cada vez más quebrantada que la anterior. - ¡¡Se supone que me debe amar!! -Y estalló aún más en llanto, más fuerte.

Todo lo que tenía guardado en su interior, sus sentimientos, sus opiniones, sus desgracias. Todo. Salió.

-...Y-yo solo quería que alguien me mostrara que existe la felicidad...

Y su petición fue cumplida.

No aguantando más, el mayor acortó la distancia que tenía con ella, se agachó, con su mano acarició la mejilla izquiera de la chica, tranquilizandola.

Acarició una y otra vez la misma zona, mirándola a los ojos que le recuerda a un cielo nublado. Sin pizca de brillo.

La chica hacía lo mismo con él, miraba también sus ojos grises, que le traían comodidad, y transmitían un ambiente cálido.

El mayor deslizó su mano hasta la barbilla de la chica, para verla bien, terminó de secarle las lágrimas que mojaban sus pálidas mejillas, le sonrió de manera en que solo los dos conocen; aunque apenas llevan días conociéndose.

Y le dijo:

-Haré que en tu mundo exista eso.

Y la abrazó como tanto ella quería desde hace seis años.

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WOWOWOWOWO

Tenía que escribir eso, sorry not sorry babys.

Es que..como que no tenía que ser tan triste el asunto, quise algo de love :'v ¿Me entienden? ¿No? :"v

Bueno, una información rápida.

Pongo los días de la semana con la hora, (casi nadie se da cuenta de eso) porque es más fácil llevar la corriente de la historia. Ya vieron, esto pasó antes de que la nena huyera, a que no se dieron cuenta de eso. Lo sé.

Pues estén atentos, nadie sabe si es un flashback el proximo capítulo. (Aunque se los avisará, duh.)

Sin nada más que decir me despido.

Chauchis bbs~ <3

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