Ayúdame ©

capítulo 9: El viejo

Para que no se confundan esta es el punto de vista de el maltratador de Tiana.

Espero y no quieran romper todo en cuanto lean. •>•

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Lunes, 20:06

¡Maldita sea! Estúpida niña, hace todo más difícil.

Como loco la busco por todo el bosque, tratando de encontrar un rastro de ella. Pero nada.

Nada. Nada. Nada. Eso fastidia.

Desde que esa niña nació pensé que traería problemas.

Pero créanme que no fue así, se portaba bien, era educada, no me hacía pasar vergüenza.

El único problema era su madre.

Cuando la conocí me volví un loco enamorado, no sabía qué era sentir el corazón latir tan rápido, tener el deseo de regalarle y demás.

La conquisté, pero no resultó como esperaba.

Ella era la controladora en la casa, sabiendo que allí era yo el jefe. Quería que la respetará más de lo que hacía, que le hiciera esto y lo otro, mandandome sin censura alguna.

Y no podía decirle nada, porque pensaba que ya estaba en su contra y se volvía muy dramática.

Pero no había que decir que ella era puta, no, ella se respetaba, y respetaba para que la respeten.

Pero conmigo era un nivel más allá.

Nos casamos y tuvimos a Tiana, estuve feliz, un poco, y ella tenía demasiada alegría porque se parecía a ella.

Físicamente, claro.

Pero después no me dejaba acercarme, no me dejaba hacer nada con ella. Pensaba que le haría daño.

Su propio padre no le haría daño.

No soy un psicópata, o al menos no lo era en ese tiempo.

Una cosa llevo a la otra y ella se fue, me quedé con Tiana y nada más.

Llegué borracho, y Tiana me recibió para cuidarme, y la vi.

La vi a ella, a esa mujer, a esa mujer que solo me trataba como un monstruo, como un psicópata, la madre de Tiana.

Los ojos se me llenaron de furia, casi botaba humo por las orejas. Y la golpeé.

La golpeé hasta dejarla casi desangrando, no me contuve.

Y se sintió bien.

Pero algo llegó en mí y le curé las heridas, la dejé en su cama hasta que ella despertara. Cuando despertó tuvo miedo, bastante, con tan solo verme. Eso me puso triste, que tu hija te tenga miedo. Le acaricié y le dije que no temiera, que fue un impulso.

Ella me creyó.

Otro día, borracho. Llegué tarde y la vi otra vez, la golpeé, casi matando a mi pasado y casi matando a Tiana.

Me arrepentí otra vez.

Luego otra, otra, y otra vez llegaba borracho, y otra, otra, y otra vez la golpeaba. Ella ya se acotumbraba, pues siempre abría la puerta y esperaba los golpes.

Esa chiquilla empezó a dibujar y lo hacía de una manera horrible, dejándome quedar a mí como el villano en la historia.

El villano era su madre, no yo.

También la golpeaba por eso, tenía que ser respetado en todos horas. Ella aprendió a hacerlo.

Los golpes iban siempre a la sangre.

Pero ella nunca sabía que estaba golpeando el recuerdo de su madre.

Y cabe recalcar que me arrepentía, me arrepentía de maltratarla.

Pero luego llegó el día en que me enfrentó y dijo que no, que basta. Ese día recordé sobrio a su madre. Y me di cuenta de que el problema no era yo,  sino Tiana.

Y ya se volvió costumbre el ser yo el jefe de la casa, siendo respetado a mí manera, siendo yo el que controlaba todo y a todos.

Claro, no podía durar tanto.

Y decidió decir no esa malcriada otra vez. Y escapó. Ahora ando como loco buscándola, porque ella no puede desaparecer como su madre lo hizo, aunque sea el recuerdo vivo de ella.

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Tengo que admitir que Hasta a mí me hizo sentir mal escribir esto.

¿Se podría confiar en el padre?

¿Creen que esté loco o solo esté dañado por la madre de Tiana?

Los quiero, Chau <3