8. cheater

292 27 6
                                    

Louis llegó a su edificio al rededor de las once de la mañana, luego de convencer a Harry para que lo dejara ir. Cuando llegó al pasillo donde estaba su apartamento encontró a su mejor amigo sentado en el piso frente a su puerta, con la cabeza gacha.

—Zayn, ¿qué haces aquí? —el moreno levantó su vista y Louis pudo notar que tenía los ojos rojos e hinchados, había estado llorando.

Zayn no habló, sólo se puso de pié y dejó que Louis abriera la puerta, siguiendolo dentro del apartamento. Tenía consigo un bolso negro que Louis no había notado antes.

—Amigo, háblame, ¿qué pasa? —la preocupación en la voz de Louis no podía pasar desapercibida.

—Louis, yo... —aunque quisiera y lo intentara, el pelinegro no podía hablar, simplemente las palabras se atoraban en su garganta y no podían salir.

—Siéntate —Louis ordenó, señalando su sofá y fue a la cocina para buscar un vaso de agua, que le tendió a Zayn y éste lo bebió sin hacer una pausa. Puso una mano sobre el hombro de su amigo y lo apretó, haciéndole saber que estaba con él, pasara lo que pasara.

El hombre junto a él tomó una bocanada de aire y a duras penas, dijo: —Todo se acabó entre Gigi y yo, Louis. Ella... me engañó.

Aquello sorprendió a Louis, realmente no se lo esperaba. Gigi no parecía ser del tipo de chicas que engañaban, lucía tan enamorada de Zayn que era algo abrumador. Era una chica dulce y agradable, y bastante centrada. Ellos se habían comprometido hacía medio año, y él sabía que las cosas no estaban muy bien entre ellos por lo que Zayn le había dicho días atrás, pero nunca pensó que fuera algo así.

—¿Estás seguro? Digo, tal vez malentendiste algo y...

—No. Vi todo, y ella sólo, —hizo una pausa para suspirar, antes de que sus ojos lo traicionaran y una lágrima cayera por su mejilla, la que limpió rápidamente, con ira —sólo se disculpó y se fue.

Zayn levantó su mano derecha, que estaba cerrada en un puño, y la abrió. Louis reconoció el anillo de compromiso que él mismo había ayudado a escoger.

Louis no habló, sabía que Zayn en realidad no quería escuchar nada, ni a nadie. Sólo se limitó a pasar un brazo por los hombros de su amigo, atrayendolo hacia él. Sabía también que Zayn debía sentirse peor que nunca para estar así, porque aunque era un chico de asombrosos sentimientos y bastante sensible, no era fácil hacer que expresara lo que sentía con palabras. Permanecieron así por un buen rato hasta que les dio hambre y ordenaron comida china.

—¿Lou? —Zayn preguntó mientras comían y el mencionado levantó su vista, aún con la boca llena, dándole a entender que estaba prestando atención —¿Está bien si... ya sabes, me quedo aquí hasta que consiga un nuevo lugar?

Louis tragó rápidamente la comida en su boca  —Dios, Zayn, por supuesto. No tenías ni que preguntar. No sería la primera vez de todas formas, ¿o sí?

Zayn esbozó una muy pequeña sonrisa, recordando todas las veces que había llevado una relación muy rápido y dejaba de funcionar, teniendo que ir hacia Louis a pedirle ayuda. La diferencia era que, esta vez, él no sabía qué había hecho mal y se sentía tan decepcionado.

Louis tenía varias habitaciones de sobra en su apartamento, que eran ocupadas por su familia cuando lo visitaban, pero usualmente estaban vacías. Además, le vendría bien tener a Zayn allí, así alguien le hacía compañía además de su fiel perro.

—Escoge la habitación que quieras, excepto la mía obviamente —Louis bromeó un poco y recogió los platos sucios, llevándolos al fregadero.

Soccer Trainer (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora