De ciencia y encantamientos.

Evermore.

Con este capitulo, formalmente quiero anunciar que ¡estamos a un capítulo del final! 

Para la lectura de este capitulo, recomiendo escuchar la canción "Evermore" cantada por Dan Stevens. ______________________________________________________________________________

No sabía cuánto tiempo habia pasado. Minutos, horas... pudo haber estado mirando a la nada absoluta de ese recóndito lugar del castillo hasta que el último pétalo cayera. Ya nada le importaba, se conformaba con poder sentir el calor de Allen sostenerlo mientras el hechizo se consumaba. Sería menos doloroso.

El ruido de un caballo galopar saco al príncipe de sus pensamientos. Sin dudarlo corrió al balcón de la habitación para ver como su único amor se alejaba lentamente de él. Era tan claro a la vista, una mancha rojiza que rompía con la melancolía del pálido blanco. En cuanto lo perdió de vista, corrió a otro punto del castillo, desde donde podía verlo aún.

De mi pesar no sé escapar

Y sin mirar lo veo aún

Yo lo dejé ahorcar mi alma y corazón

No puedo soportar

No podía creer que eso estaba sucediendo. En su mente podía ver aún la sonrisa pura del muchacho. En los pasillos escuchaba la risa contagiosa y sincera que compartía con Clark, las acaloradas discusiones que tenía con Oliver cuando sus puntos de vista eran diferentes en lo más mínimo. Como olvidarse de aquella vez que le encontró acurrucado en el sillón frente a la chimenea que compartían, acariciando a Krypto y hablándole sobre la horrenda pesadilla que tuvo, como si estuviera habituado a convivir con perros en su vida diaria.

Aunque le clasificaran de masoquista, no quería perder a Barry de vista, así que corrió tan rápido como pudo, llegando a la torre más alta del castillo.

Sé que no quería dejarme

Y si huyó aún no se va

El me atormenta y calma, hiere,

Mueve, me da paz.

El aura del castillo cambiaba a cada minuto. El frío se hacía mayor a cada galope del caballo. Como si el joven se llevara con el toda la alegría que trajo, regresando a su estado primigenio el desolado castillo.

Por más que Harold deseara negarlo, culpar a la luz o al clima; sus ojos estaban vidriosos, se le nublaba la visión y su pecho pesaba. Un caso de corazón roto, acompañado del llanto más amargo. Como si de un pequeño niño que conoce la desilusión por primera vez.

Odio el dolor que da el amor

Me ahoga la oscuridad

Si la distancia se interpuso entre los dos,

Su encanto se quedó

Trataba de convencerse que no necesitaba de la presencia del otro. Que no le iba a doler más allá de unos momentos, mentirse a sí mismo.

Sin chistar un momento empezó a romper todo lo que se encontraba en la habitación. Lanzaba las sillas a las paredes sin importarle romperlas. Las pobres paredes tenían rasguños, las cortinas estaban tiradas en el piso... su arranque de ira culminó en un grito de dolor. Se habia lastimado la pata con un resto de vidrio... ¿Cómo reaccionaría Barry si le viera asi?

Sé que no quería dejarme

Aunque se desvaneció,

Sigue iluminándome

Pues su luz inspira quien soy hoy

Ya nada le importaba.

Antes, al preguntarse qué era lo que deseaba con más intensidad, sin dudar respondería "Volver a ser humano." Ahora, sólo pedía a dios una última mirada a los ojos brillantes del muchacho. Un último beso. Verlo entrar por la puerta sonriendo, diciéndole lo mucho que le ama para poder responderle un simple "Te amo."

En mi torre de añoranza

Sueño que al fin cruzó

La puerta abierta de ilusión

Las noches lleno de aflicción

Al ver lo que jamás te vi

Sueño que vuelve el amor