El joker y la Reina de espadas (Hisoka)

13. Nuestra discusión, el viaje a York New

Un día para la pelea con Hisoka, sabía que sería complicado, pero nunca imaginé que aquel hombre me tuviese hoy apretada de la cintura mientras dormía de nuevo, ya hace un mes, que ocurrió el problema con Machi, sin embargo, hace dos semanas que yo había perdonado cualquier indicio de coqueteo, entendí a Hisoka en ese momento, es un hombre que le gusta jugar, y también que no se pasa un sentimiento de la nada, si él gustaba de Machi antes era obvio que si tenía la oportunidad de algo, no sabía si la tomaría, pero... ¿Acaso yo no haría lo mismo con Chrollo? Aun no lo veo, y aunque esté muy segura de lo que siento por el arlequín, existe la posibilidad de que me quede a su lado, es lo que ansiaba, era mi meta, y ahora mismo, no tengo nada claro.

Miré sus rojos cabellos y sonreí, además, estuvo cerca de dos semanas consintiéndome para que olvidara lo de Machi, me trajo diferentes libros, me dio mucho pudin, quien iba a pensar que aquel despiadado asesino podía realizar tales cosas, nunca muestra nada de sentimientos de preocupación o cosas así, a excepción de Gon, creo que soy la otra persona que genera algo en él. Y la diferencia me la había dejado sumamente clara, yo tenía una ventaja porque ya estaba con él.

– Hisoka... Despierta... – Le moví suavemente, a lo que él me apretó más contra su cuerpo.

– No quiero... Sigamos durmiendo, es muy temprano, gatita~ – Sonaba somnoliento, me pareció tan adorable en ese momento que me apreté contra su pecho.

– Tú nunca tienes más sueño, ¿Qué te pasa? ¿Acaso quedaste cansado por lo de anoche?

– Tengo mucha resistencia, no estoy cansado solo que no quiero levantarme aún...~ – Besó mi frente y comenzó a acariciar mi cabello.

– ¿Tan seguro estas de que ganaré yo? – Me encantaba el contacto de su piel contra la mía, pero lo que me hacía sentir muy bien era saber que su abrazo era como una forma de protección, quizás un poco posesiva, pero no me molestaba para nada.

– Estoy seguro de que eres más fuerte que yo, pero no sabremos el resultado... es obvio que daré lo mejor, solo que no quiero matarte... ¿Tú podrías hacerlo, gatita~? – La mano que acariciaba mis cabellos se detuvo.

– No lo sé... Creo que no estoy lo suficientemente molesta como para asesinarte, pero de que te patearé el trasero, te prometo que daré lo mejor para que no te puedas sentar en días... – Ambos nos reímos, Hisoka pelearía como lo hizo con Gon, si lo decepcionaba me iba a asesinar.

Después de todo, nos quedamos la mañana conversando con tranquilidad, me preguntaba qué haría con mi trabajo una vez que nos fuéramos a York New, hablamos de la posibilidad de que él conociera el lugar donde crecí, un viaje a Ciudad Meteoro acompañada seria incómodo, pero también me gustaría que Eve conociera a Hisoka, todo dependería del resultado de la pelea.

El día fue relajado, le comenté a Madame que mañana era mi encuentro con Hisoka, a lo que ella me miró extrañada, me preguntó porque peleaba con mi novio, y yo terminé toda sonrojada, no había mucho que decir, le expliqué que era nuestra forma de aclarar los problemas, quizás ambos éramos adictos a las apuestas. Ella me dijo que le recordaba cuando era joven, su consejo fue lo mejor, patéale el trasero y deja en claro quién manda. Al finalizar mi turno Hisoka fue por mí, no nos dirigimos directamente hacia el coliseo, nos paseamos un poco, en silencio, algo cómodo.

– Hisoka, hay un libro en la subasta de York New que quiero, pero está sumamente fuera de mi alcance...

– ¿Me estas pidiendo dinero, gatita~? – Él me sonrió y yo me puse roja, a lo que negué rápidamente.

– Tú eres un asesino, te pagan por esos trabajos, yo soy una ladrona, y quiero robarlo, pero... ¿Me ayudarías? – Desvié mi mirada al lado contrario donde estaba él. Siempre robaba sola y ni siquiera sabía porque quería que me acompañara, solo salió de mis labios, además su Goma Bungee sería sumamente útil.