Capítulo 5.

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Harry abrió los ojos. Con lentitud se incorporó en la cama y vió el reloj: 11:51am. «¡MIERDA ME QUEDÉ DORMIDO! ¡_______________!» Gritó. Si, se había olvidado de que habían quedado a las 8 de la mañana. Se puso las manos en la cara y gruñó. «¿Cómo puedes ser tan idiota, Harry? ¡No te perdonará!» Maldijo. Se levantó velozmente, se peinó un poco y tomó su chaqueta, no había tiempo para duchas largas. Salió de su departamento y corrió hasta su Ducati. «Aún puedo compensar esto».

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Al fin la última clase terminó. ______ empezó a caminar hacia afuera de la universidad. Bajó con lentitud las escaleras y para su sorpresa, se encontró a Louis parado ahí. Éste se acercó a ella.
—¡Hey!— Dijo acercándose, sonriente.
—Hola… Louis— Dijo algo sorprendida. —¿Qué haces por acá?— Preguntó.
—Estudio aquí. Y por lo que veo tu también… nunca te había visto— Se dijo aún más sorprendido.
—Ni yo a ti, me supongo que estás en doctorado, ¿Cierto?—.
—Si, vengo casi siempre por las tardes a clase. Creo que por eso no te veo. Hoy vine temprano porque tenía que hablar con una maestra— Sonrió. 
—Ah, pues qué bien…— Respondió ella. Louis se giró al escuchar que alguien gritaba su nombre. Era Harry, bajándose de su motocicleta con rapidez, estacionándola. 
—Tengo que irme, cuídate— Sin esperar respuesta, ______ empezó a caminar por la banqueta hacia su casa. No quería hablar con Harry 
El aire le daba frío en la cara, revoloteándole el cabello. Sujetó su bolsa al hombro y se cruzó de brazos. Maldijo por no haber traído suéter. Segundos después, una figura masculina le impidió el paso.
—Hola— Dijo él. Ella intentó esquivarlo. Éste la tomó por los hombros, con algo de fuerza.
—¿Podemos hablar?— Le preguntó. Ella alzó la mirada no muy convencida.
—Tengo prisa Harry, será luego— Se quejó, tratando de zafarse de él.
—Debe ser ahora— Dijo sin dejar de soltarla.
—¿Podrías soltarme?— Dijo mirándolo fijamente a los ojos. Ambos se quedaron viéndose… pareció como si el mismísimo Cupido los hubiese flechado. Se perdieron por unos segundos en aquella posición, luego Harry le sonrió.
—¿Podrías dejar de mirarme?— Le guiñó un ojo y ésta se enojó, se zafó de él y apenas iba a dar un paso al frente, Harry la tomó por la cintura con un ágil movimiento y la atrajo completamente a su cuerpo, dejándola pegada a él, chocando su pecho. La respiración de ella se agitó, quedó a unos pocos centímetros de su rostro. 
—Que me sueltes— Ordenó nerviosa. Sentía en su rostro la respiración de Harry. Estaban muy cerca. 
—Sólo quiero pedirte perdón. No fue mi intención lo de hoy. Ayer tuve problemas y me quedé dormido, olvidé poner la alarma, ha sido eso. Perdóname por favor— Le imploró con sinceridad. 
—No importa, ¿De acuerdo? No ha sido una cita ni nada de eso… así que no ha importado para mí— Mintió. —¿Ya podrías soltarme?—. Harry suspiró y apartó sus manos de ella. Después sacó de su bolsillo una pequeña tarjeta.
—Para mi sí importó, ______. Así que… ¿Puedo compensarte con una cita verdadera?— Le entregó la tarjeta.
—Esto es una recepción— Dijo.
—Losé ______. Es una recepción para entrar a la boda de mi hermana este sábado. Será en el jardín Morris Arboretum— Dijo Harry.
—¿Bromeas?—.
—No, en verdad quiero invitarte. ¿Aceptas?— Preguntó esperanzado. Ella volteó hacia la calle, esquivando totalmente la mirada de Harry. Necesitaba analizar la respuesta que le daría. «¿Le diré que sí después de que me plantó esta mañana?» no lo sabía.
—Nadie ahí me conoce… incluso tú no me conoces harry -Dijo frunciendo el ceño.
—Precisamente por eso lo hago, quiero conocerte, pero eres difícil por lo que veo— Dijo esbozando una sonrisa cautivadora. ______ sonrió. 
—Lo soy— Aclaró. —Pero… esta bien. Iré— Dijo acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja. Harry sonrió.
—¡Genial! Pasaré por ti el sábado a las…— Ella lo interrumpió.
—Ah, no no no. No pasarás por mí en motocicleta, lo siento. No pienso arruinar mi vestido—.
—Bien… tu pones las reglas, yo obedezco. Entonces, ¿Te veo allá? Será a las 7pm. Te estaré esperando afuera, en la fuente— Preguntó.
—Si— Asintió. 
—De acuerdo— Volvió a sonreirle, esta vez mirando sus labios. Valla que era hermosa. Tenía inmensas ganas de besarla, pero no se lo perdonaría.
—Te veo el sábado Stles, adiós— Lo esquivó para seguir caminando por la acera. 
—¡No faltes o iré por tí!— Le gritó Harry. Ella lo vió por última vez y sonrió. Harry se dio media vuelta, caminó hasta su motocicleta y se fue a su departamento. Ahora esperaba con ansias el sábado… esta chica era difícil, pero tenía algo especial, algo que estaba volviéndolo loco.


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—¡TU CITA ES HOY!— Le gritó al oído. ______ se levantó, asustada. Vió el reloj, eran las 9 de la mañana del sábado. Junto a ella estaba su amiga Caitlin con una gran sonrisa en el rostro.
—Caitlin… ¡Es muy temprano!— Se quejó.
—No me importa, tu cita con Harry es hoy. ¡ES HOY, ES HOY!— Dijo emocionada, haciendo un baile extraño. ______ empezó a reír a carcajadas.
—¡Estás mas emocionada que yo, mujer!— Dijo sin dejar de reírse. 
—Vamos… ______. ¡LEVÁNTATE! Tenemos que ir por tu vestido ya, después a la peluquería a hacerte un peinado, maquillarte…— Ella la interrumpió.
—¡5 minutos más!— Dijo volviéndose a recostar. Caitlin empezó a hacerle cosquillas. 
—¡NO CAITLIN! ¡PORFAVOR NO!— Le rogó, riéndose inmensamente. 
—Entonces arriba— Dijo Caitlin. —No quieres plantar a Romeo— Finalizó y salió felizmente del cuarto. ______ sonrió. Caitlin era increíble… la mejor amiga de todas. O mejor dicho, la única verdadera amiga que tenía. 

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—¡ME VEO RIDÍCULO!— Se quejó Harry viéndose al espejo de pies a cabeza.
—Te miras bien, hombre. Estos esmoquin que nos consiguió tu madre son increíbles, por primera vez nos hace ver elegantes— Dijo Louis felíz, el sí estaba conforme con su traje. 
—Me siento como un viejo rico que prostituye mujeres y luego las descuartiza, para después comérselas pedazo por pedazo… ya sabes, lo normal— Dijo él sonriendo, dándole los últimos toques a su cabello peinado hacia arriba. Louis se rió.
—No seas idiota, Harry— Dijo carcajeándose. Harry abrió un cajón y sacó un perfume que hacia mucho no usaba. Se lo roció por todo el cuerpo. 
—Valla… ¡YA YA YA YA! Para con eso, es mucho— Se quejó Louis, el olor era demasiado.
—Ahora sí soy sexy— Dijo sonriéndose a sí mismo. Louis le volteó los ojos. 
—No te golpeo porque eres mi amigo…— Le dijo. —Bien Harry, son cuarto para las 6. Será mejor que nos vallamos ya, la misa comenzará y después… la fiesta— Avisó Louis.
—Dios, me siento nervioso. Mi hermana se casa… no sé. Es raro, pero me agrada Michael. Será felíz con el— Dijo por último Harry. Ambos se fueron en el auto de Louis a la iglesia. 


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—¡Estás preciosa!— Dijo Caitlin boquiabierta. ______ sonrió, nerviosa.
—¿Lo crees? No sé… quizá debimos elegir un vestido más largo…— Protestó. 
—¡NO! Te miras perfecta. Mírate, pareces modelo— Dijo acercándole el espejo grande. ______ se vió fijamente a sí misma. El vestido le quedaba muy arriba de la rodilla. Si era corto, pero le hacía resaltar sus increíbles piernas. Era color azul turquesa, pegado completamente a su cuerpo, con pequeños diamantes en su cintura y escotado de la espalda. Le resaltaba a la perfección su figura. Sus tacones eran del mismo color del vestido, abiertos. Totalmente hermosos. Y su cabello, estaba semi-recogido hacia atrás, dejándole un mechón en la cara, y lo demás del cabello hacia un lado del hombro. Se veía realmente sexy. Se sintió orgullosa de si. 
—Si… acertamos— Le dijo a Caitlin. 
—Es hora, guapa— Dijo señalándole el reloj. 7:50. No debía llegar tarde. 
Ambas salieron de la casa y se subieron al auto. Caitlin la llevó hasta el jardín Morris Arboretum. Se estacionó afuera.
—Me hablas cuando quieras que venga por ti, ¿Si?— Le avisó. 
—Si Cait. Gracias, eres la mejor. Te veo al rato— Dijo tomándo su pequeño bolso y bajando con cuidado del auto.
—¡Conquístalo!— Dijo Caitlin riéndose. ______ le sacó la lengua.


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Harry vió de nuevo su reloj de mano. Bien, ya eran las 8. El corazón empezó a latirle con fuerza, dios… se puso nervioso. Llevaba 10 minutos sentado en la orilla de aquella hermosa fuente. Se ajustó el saco. Entrelazó sus manos para no moverlas más. La música del salón de eventos le retumbaba en los oídos. Y recién comenzaba.
—Hola— Dijo una dulce voz frente a él. Harry alzó su mirada y se quedó perplejo. El corazón dejó de latirle. Lo que veían sus ojos parecía una princesa sacada de un cuento. Era hermosa… era perfecta. Reaccionó y se puso de pié, acercándose a ella.
—Ho… hola, veniste— «Pues claro que vino, que idiota sonaste Harry».
—Si, aquí estoy— Sonrió. Harry sintió que el corazón se le saldría. Nunca se había sentido tan nervioso frente a una mujer… él solía ser un tipo rudo y rebelde, nunca demostraba debilidad ante las mujeres. Hasta ese momento. 
—Te ves…— Suspiró, observando cada parte de ella. —Hermosa— Trató de no tartamudear.
—Gracias, también te queda bien ese atuendo— Dijo sonriente. 
—Gracias— Le sonrió. —Antes que nada, vamos adentro. Te presentaré a mi familia— Harry puso su brazo derecho cruzado frente a ella, invitándola a que lo tomara, caballerosamente.
—¿Entraremos así?— Preguntó confundida.
—Si… tómalo, tranquila. No muerdo— Sonrió cautivante. «A no ser que me lo pidas, cariño» sonrió ante sus pensamientos. Ella asintió y lo tomó delicadamente del brazo, enrollándolo con el suyo. Era la primera vez que hacía algo así. Sintió un revoloteo en su estómago, la actitud de Harry la ponía completamente nerviosa. Era una sensación… fabulosa.



Kilometros {Harry&Tu}. TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora