______________ abrió los ojos. Al instante de hacerlo, sintió un fuerte dolor que le recorría la cabeza. Dio un fuerte quejido. Se tocó la frente levemente, sus manos empezaron a temblarle, se miró la mano y tenía mucha sangre en ella. Empezó a llorar, el dolor era demasiado intenso.
Miró a través de la ventana, el sonido de la lluvia era lo único que rompía el silencio de esa solitaria noche. Se dio cuenta de que frente a su auto estaba un tronco de árbol. El parabrisas estaba totalmente quebrado. Se movió lentamente y abrió la puerta. Ahora el dolor en la cabeza la atormentaba el doble.
Intentó mantenerse en pié y caminó algunos metros. La lluvia era tan intensa que llegó a dolerle el choque de ésta contra su cuerpo. Fijó su vista a su alrededor, no había ni un alma ahí. La carretera estaba más sola que otras noches. En un momento, el cuerpo empezó a dolerle intensamente, un dolor de pies a cabeza.
De pronto, recordó. «¡La motocicleta!». No estaba sola, había chocado contra una motocicleta. En un giro desesperado, empezó a buscar con la mirada el vehículo. Caminó rápidamente por los alrededores, hasta que la vió. Casi deshecha, la motocicleta estaba junto a uno de los árboles, literalmente había volado hasta ahí.
Aún más desesperada, buscó al conductor. No deseaba que estuviera igual que su moto.
A unos metros de aquél árbol, estaba él. Inmóvil. __________ se aproximó rápidamente, a pesar del dolor que la recorría. Llegó y se inclinó junto a él. Éste no efectuaba ningún movimiento.
Ella empezó a moverlo del brazo, intentando despertarlo.
—¡Despierte! ¡Por favor despierte!— Pronunció apenas entendible. El dolor la estaba matando, no le permitía hablar con claridad. El frío empezó a recorrerla, sin mencionar que estaba completamente empapada. Intentó moverlo una vez más, pero no hubo éxito.
A sus ojos llegó un resplandor de luz. Giró su vista a la carretera y vió como un auto se aproximaba. Se levantó a como pudo y caminó rápidamente, parándose a la orilla de la calle.
—¡AYUDA!— Gritó. El auto se detuvo y una pareja se bajó del auto. La auxiliaron, pero apenas el hombre le preguntó que había pasado, ______ cayó al suelo desvanecida.
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—Caitlin— Susurró en tono bajo. Su amiga alzó la mirada.
—¡DESPERTASTE! ¡Dios mío, ______! ¿Cómo te sientes?— La abrazó ligeramente y la tomó de una mano. —No sabes lo preocupada que estaba por tí— Dijo con la voz entrecortada.
—Tranquila… estoy bien— Contestó ella sonriendo ligeramente. —¿Qué me ha pasado?— Preguntó, al darse cuenta de que se encontraba en una camilla de hospital.
—Te abriste la cabeza… tuvieron que hacerte 10 puntadas. Estarás adolorida del cuerpo por el impacto, pero estarás bien—.
____________ se tocó la frente y tenía una venda.
—¿Dónde… dónde está el hombre?— Preguntó intrigada.
—___________… me han dicho que tenía una herida profunda en el abdomen. Sólo eso…— Dijo algo nerviosa.
—Si el muere, será mi culpa Caitlin… iré a la cárcel—.
—¿Qué? ¡NO! Tu no irás a ninguna parte que no sea a casa. Él estará bien, ¿De acuerdo? Hay que esperar unas horas… además, aún se tiene que ver quién tuvo la culpa del choque. Si él o tú— Dijo ella tratando de calmarla.
—Yo iba a 120 kilómetros por hora… ¿No te parece que he sido yo?—.
—Nada pasará si él no testifica en tu contra… esperemos que no lo haga— Finalizó ella.
