Capítulo dieciséis

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La sala pobremente iluminada dibujaba vagamente la figura de Baekhyun en un sillón. No podía ver su rostro pero su mano se cerró en un puño con el sonido sordo de la puerta cerrándose tras de mí. 

Había tristeza en el aire, mis lágrimas rodaban por mis mejillas sin que tuviera control sobre ellas, el nudo en mi pecho dolía cada vez que respiraba ahogándome en leves quejidos que hacían eco en la pequeña habitación. 

Cuando me permitió ver su rostro lo encontré indiferente, frío, distante. Prefería mil veces al Baekhyun que grita y lastima, al menos así sabía lo que sentía. 

-¿Que sientes por mí? –preguntó a quemarropa 

¿Que qué sentía?

-No lo sé 

"Por qué mientes"  Sabía lo que sentía. Pero decir con palabras mis sentimientos los volvería algo real, algo que probablemente sólo me lastimaría. 

La mirada impasible e inescrutable de Baekhyun estaba fija en mí haciéndome temblar. Estaba siendo juzgada y sentenciada por un crimen que no había cometido. 

-¿No lo sabes? -preguntó sin emoción 
"¿acaso te importa?" respondió mi mente ya que mis labios se negaron a responder
-¿Y por eso fuiste a encontrarte con ese? 
-Creí que aquella nota era tuya... -mi mano vago en dirección del papel que descansaba en la mesa a un lado de Baekhyun, aquel que nos había engañado a ambos 
-¿Y yo debería creerte? 
-No miento... tu sí 
-¿De qué hablas? -su mirada inquisidora se clavó en mis ojos, a pasos firmes se acercó hasta que su rostro estuvo a centímetros de mi. 
-Hablo de la única persona que te importa: Saya -respondí con amargura sintiendo dos lágrimas necias desprenderse de mis ojos. 

Un suspiro pesado se escapó de sus labios como si estuviera cansado de hablar del mismo tema, el mismo cansado y repetido tema. También me sentía cansada de hablar de Saya y Jongin. 

-No utilices ese pretexto como justificativo -me advirtió 
-¿¡Por qué tú puedes hacer lo que te da la gana con tu vida y yo no!? 
-Si pudiera hacer con mi vida lo que quisiera no estuviera aquí discutiendo con... - sus palabras se detuvieron en cuanto su mente entendió lo que acababa de decir 

No podía creer aquello, no quería escuchar aquello, no quería. Pero luego todo tuvo sentido en mi mente haciendo mis heridas aún más grandes. Mis piernas fueron incapaces se seguir soportando el peso de mi cuerpo, habían perdido toda su fuerza y yo solo pude dejarme caer al frío piso de madera 

-No, no quise decir es... -intentó disculparse, al fin una emoción apareció en su rostro 

"si tu padre no te hubiera obligado a casarte conmigo estarías casado con la persona que amas. Si yo no hubiera interferido en tu vida tal vez estarías feliz. Si nada de esto hubiera sucedido tal vez no te hubiera conocido y yo no estaría comportándome de un modo tan patético. Si tan solo...  "

-entonces haz lo que quieras... vete, déjame en paz -dije sintiendo que el aire empezaba a hacerse más pesado en mi pecho. Escuché como sus pasos se alejaban 
-Te quiero -pude decir al fin, pero él ya no estaba allí para escucharlo. 

Mi mundo cayó a pedazos sobre mí. El suave piso me acogió en sus brazos mientras dejaba mis lágrimas caer. Había apostado y había perdido. Quería que mi corazón dejara de latir, quería no sentir. Para qué existían los sentimientos si sólo estaban allí para hacer daño. 

Los días pasaron y Baekhyun sólo estaba allí para torturarme con su presencia. Éramos dos extraños viviendo bajo el mismo techo. Viviendo su vida haciendo de cuentas que no existía el otro, evitándonos e ignorándonos todo el tiempo. Sintiéndome miserable cada día por no haber tenido el valor de decirle sobre mis sentimientos. 

Cada mañana y cada noche me preguntaba si habría cambiado en algo nuestra situación el decirle lo que sentía. Imaginaba todas las posibles reacciones, los abrazos y los rechazos, los besos y la indiferencia, las carisias y las palabras hirientes. Debía dejar de hacerme preguntas para las que no tendría respuesta o terminaría enloqueciendo. De hecho empezaba a hacerlo. 

El mismo tiempo se encargó de que las personas cercanas a mi empezaran a ser conscientes de mi creciente estado depresivo. Primero Luhan, luego mi madre y después de ellos Sehun, Chanyeol, mi cuñado Kris y con él mi hermana. 

Mirando enrojecer el horizonte distante, sentadas en la terraza, compartiendo mi silencio y las lágrimas torpes junto a mi hermana que había venido en mi auxilio. Ella podía ser muy fastidiosa si se lo proponía pero casi por arte de magia venía a consolarme cuando nadie más podía hacerlo.

Podía llorar sobre su regazo como cuando era pequeña, como en aquellas noches de tormenta cuando entraba a hurtadillas a su habitación para que me protegiera de la furia de Thor y ella amablemente me envolvía en sus brazos para que no sintiera miedo. Recordé aquellos días, ella sabía lo que sentía sólo con verme. No podía ocultarle mucho tiempo la verdad. 

-¿Me dirás lo que pasó o esperarás a que lo adivine? -dijo ella con una sonrisa amable. 

Mi cabeza se meció a ambos lados negándose a cooperar 

-Entonces... lo haré sola, ya me dirás si me equivoco o no- me dedicó otra sonrisa. La intuición de mi hermana pocas veces se equivocaba y su sonrisa me decía "sabes que siempre tengo la razón". Me dispuse a esperar su parecer. 

-Te enamoraste, es eso ¿verdad? -la sonrisa triunfal no había desaparecido ni un instante- aaahhh ya lo venía venir -su risa divertida me obligó a sonreír nerviosa, ¿era tan obvio? -sabía que esto del acuerdo para divorciarse después de un tiempo y cumplir así con la familias no funcionaría 
-¿Sabías lo del acuerdo? -pregunté perpleja 
-Sí, lo sabía 
-¿Cómo? 
-Un día los escuché discutir sobre aquello, en seguida me dije que eso era una mala idea, pero ustedes parecían convencidos de que funcionaría, así que los dejé seguir adelante con su plan infantil 
-¿¡Pero si sabías que pasaría de éste modo por qué no me advertiste!? -reclamé como si intentara culparla de mis errores. 
-¿¡crees que habría tenido sentido hablar contigo!? ¡No me habrías escuchado ni aunque te amordazara y te torturara! 

Mi hermana tenía razón. Yo era eso, no la habría escuchado de ningún modo. 

-Lo siento -dije escondiendo mi rostro entre mis brazos
-Tranquila -dijo desordenando mi cabellos con su mano -eres joven, era normal que eso sucediera. 

Saqué mi cabeza de su escondite y le dediqué una mirada airada. 
-¿Que es normal? 
-Que terminaras enamorándote de él y él de ti 
-Baekhyun ama a otra persona- sonreí con amargura 
-Mmm... ¿la chica esa de su escuela secundaria? 
-¿Quién te dijo eso? se suponía que nadie lo sabía- dije extrañada, mi hermana tenía mucha información 
-Pues Lay, el Dj amigo de Baekhyun, también es muy amigo de Kris... su historia es muy vieja, todos sus amigos lo saben... 
-Tiene sentido... el mundo es muy pequeño 
 
Se quedó en silencio un momento. Mi mirada se detuvo en el vientre abultado rodeado por sus manos 
-Está creciendo mucho... -dije acariciando su vientre 
-! Sí! -dijo con alegría- crecerá un poco más aún... quiero conocerlo pronto -había devoción en sus palabras, me alegro saber lo feliz que sentía 
-¿y qué vas a hacer? -me preguntó, la miré sin entender 
-¿Hacer...?
-Con Baekhyun, claro -dijo como si fuera algo obvio 
-Nada... 
-¡Estás loca! Dejarás ir a la persona que quieres tan fácil 
-Ya te dije que él ama a otra- dije con fastidio 
-Pero esa persona no está aquí, quién está a su lado cada día eres tú, quien está casada con él eres tú ¿Te dejarás vencer por un fantasma del pasado? 

Tal vez mi hermana tenía razón, pero que podría hacer... Baekhyun me ignoraba todo el tiempo, nuestra relación no podía estar peor.

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