Capitulo dos

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Baekhyun no dejó de sonreírme el resto de la noche. De cierto modo habíamos hecho un pacto, aún no habíamos establecido las reglas pero ya tendríamos tiempo para hacerlo, había mucha gente a nuestro alrededor que se acercaba a felicitarnos. No estaba segura si todo eso era diplomacia o hipocresía. Tal vez ambas. 

Era un mundo muy perverso, donde las emociones de las personas no valían en lo más mínimo, lo único que importaba eran las apariencias, así que conocedores de aquello nos dedicamos a aceptar con amabilidad las felicitaciones y a fingir interés por aquellas personas que tanto detestaba. 

Nuestros padres nos miraban un poco asombrados por la empatía que teníamos, apuesto a que pensaron que nos habíamos enamorado a primera vista. Nuestra felicidad fue interrumpida sólo por el momento en el que escuchamos discutir a nuestros padres sobre la fecha de nuestra boda. Sería en seis meses. 

-Al mal tiempo mejor darle prisa- me susurró Baek. Reímos divertidos. 

Creo que para ser la primera noche de actuación lo habíamos hecho muy bien. La felicidad que sentía ante la perspectiva de un futuro divorcio estaba dibujada en mi rostro, eso ayudó a hacer creíble aquel circo mediático en el que habíamos quedado atrapados. 

-No es necesario que finjas simpatía hacia mi cuando estamos solos- Me dijo una noche en la que nuestros padres al fin de una cena nos habían dejado solos en la terraza de mi casa. 
-No estoy fingiendo- le respondí un poco extrañada, pues realmente no estaba fingiendo. El me agradaba, era una persona muy educada, además de inteligente y con muy buen sentido del humor 
-Pensaste en lo que te dije en la fiesta de compromiso –dijo con una sonrisa 
-Por supuesto 
-Bien, estamos de acuerdo entonces ¿no? 
-Sí, en dos años dejaré de ser la Sra. Byun y solucionamos nuestros problemas 
-¿Le has dicho a alguien? 
-No, este será nuestro secreto –le advertí y el estuvo de acuerdo 

Luego de una corta plática dejamos claros nuestros puntos, cada uno estuvo de acuerdo con las exigencias del otro. Un apretón de manos sello nuestro pacto.

Ahora era oficial: seríamos cómplices de una gran mentira y ese pequeño juego nos empezaba a divertir. 

Las semanas posteriores al compromiso fueron sólo una serie de formalidades. Visitas a las familias, hacer acto de presencia en la vida del otro para no poner en duda nuestra “relación” ya que éramos objeto de mucho acoso por los medios de comunicación. Cada día aparecía en el diario alguna foto de nosotros, algunas con comentarios como “será real su amor”. ¡Por Dios! eso es un secreto a voces: nosotros no estamos enamorados, nuestro matrimonio es sólo un acuerdo económico. 

Más rápido de lo que esperaba “el gran día” se acercaba haciéndome poner en duda mi decisión nuevamente. No importaba mucho cuantas veces me preguntara si sería capaz de decir <<sí>> cuando el sacerdote lo preguntara. Me conocía y estaba consciente de que si mi corazón gritaba lo contrario me obligaría a decir que sí y sonreír para convencer a los demás de que mi corazón no estaba cayendo a pedazos. 

-¿Lista para la mejor actuación de nuestras vidas? - El mensaje que me había enviado Baek me había hecho temblar. Miré mi reflejo en el espejo que estaba frente a mí, el vestido de novia era mucho más hermoso de lo que había podido imaginar en algún momento. "Sí, hoy nos ganaremos un Oscar " respondí a su mensaje ocultando mi teléfono móvil de mi madre quien estaba al borde de las lágrimas a mi lado. En menos de una hora me encontraría con Baek en el altar, ya no habría marcha atrás. Todo era por el bien de mi familia, y si ellos estaban bien yo estaría bien. 

La iglesia estaba a pocos minutos de mi casa, pero todo sucedía en cámara lenta para mí. Estaba más nerviosa de lo que creí que estaría y el miedo se reflejaba por primera vez en mi rostro. 

Llegamos a la iglesia y me envestí nuevamente mi máscara de niña perfecta. Erguí mi postura y encaminé mis pasos hacia al altar donde Baek me esperaba tan nervioso como yo. Mi padre guiaba mis pasos, estoy segura que aquel brazo cruzado era el único que impedía que cayera mientras mi rostro sonreía. 

Deseaba aplazar las preguntas de rigor. Quise decir que nos obligaban las circunstancias, que ninguno de los dos quería estar allí, pero como sabría qué pasaría me obligué, como me había entrenado, a aceptar con una sonrisa todo."Estúpida sonrisa falsa ¿¡por qué no despareces!?"
-¿Aceptas… para amarlo… hasta que la muerte los separe?- intuí que debía responder a la pregunta que había hecho el sacerdote 
-Sí, acepto 
-Baekhyun… 
-Sí, acepto 
-Si no hay nadie en esta sala… los declaro marido y mujer, puede besar a la novia- sentenció finalmente, yo ya no sentía para ese momento así que respondí mecánicamente al beso que Baek depositaba en mis labios. 

La habitual lluvia de flores nos acompañó al salir de la iglesia. Mis amigas exigían que lanzara el ramo. Mi mente en piloto automático empujó a mi cuerpo a hacerlo. La desafortunada en atraparlo fue Sunny, ¿acaso había condenado a mi pobre amiga a sufrir como yo? 

Estaba agotada emocionalmente, necesitaba estar a solas, necesitaba gritar, escapar, necesitaba un tabaco o embriagarme. Baekhyun a veces se acercaba y tomaba mi mano fuertemente, no sabía que expresión tenía mi rostro en el momento que besó mi frente tratando de darme ánimos sólo recuerdo que mi mente volvió a su sitio después de eso. 

-¿Deberíamos irnos?- preguntó tímidamente 
-Sácame de aquí por favor- dije al borde de las lágrimas. El asintió 

Nuestra idea era salir sin que los invitados lo notaran, pero fuimos muy ingenuos. 

Cuando logramos llegar a la puerta del hotel donde se había preparado la recepción de la boda recordé algo importante 

-¿A dónde iremos? -Pregunté a Baekhyun, creo que mi voz sonó muy insegura lo que lo hizo reír 
-A la costa, mi familia tiene una propiedad junto al mar, creí que sería un buen lugar para descansar...¿o quieres ir a otro lugar? 
-No, me gusta mucho el mar, es perfecto, sólo tengo un problema -dije haciéndole señas para que se inclinara un poco y poder decirle algo al oído- necesito ir al baño 
-¿Ahora?- me preguntó algo incómodo 
-Sí -dije agachando mi cabeza tratando de ocultar el carmín de mis mejillas. El río muy divertido 
-Está bien, sólo no tardes 

Caminé de prisa hacia los baños. Ahora tenía un problema aún más grande: mi vestido era muy grande y pesado. Miré al rededor y no había nadie quien pudiera ayudarme. Estaba segura que mi pobre cuerpo no resistiría un viaje de más de dos horas hasta la costa. Al cabo de un rato de forcejear con mi vestido pude salir ilesa de aquella titánica tarea. Suspire aliviada. 

-Felicitaciones Señora Byun- aquella voz familiar me había sorprendido, mi cuerpo se congeló, mi respiración casi se detiene. Busqué con la mirada a mis escoltas, ambos estaban tirados en el piso al pie de la entrada a los baños. Eso era malo, el tono de esa persona me lo había dicho. Cuatro hombres estaban acercándose a mi, instintivamente empecé a retroceder pero no sirvió de mucho. Alguien me tomó por la espalda, intenté zafarme de su agarre pero sólo logré que acercara un pañuelo con un fuerte olor a mi cara, las luces empezaron a desaparecer, estaba perdiendo la conciencia. 

It has to be you!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora