Capítulo uno

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Frente a mi estaba mi futuro y lo que fuera a ser de él dependía sólo de una respuesta. 

Si decía "sí" y aceptaba el hermoso anillo de diamantes que aquella mano extendía hacia mí significaría salvar a mi familia, nuestro apellido, salvar tal vez a esa persona del ridículo, aunque eso no me importaba en lo más mínimo, porque hacerlo significaba también destruir mi vida y renunciar a todo lo que yo quería para mi vida.

Si decía "no" probablemente nunca sería perdonada por mis padres, arriesgaría todo lo que mi familia era hasta ese momento sólo por mi “orgullo” como decía mi hermana. Pero por otra parte, tal vez salvaría mi vida y mis sueños, y esa era una opción muy tentadora. 

Debía tomar una decisión muy importante en ese momento, y tenía microsegundos para hacerlo. Las dos semanas que apenas había tenido para prepararme emocionalmente para ese momento debieron haber servido para tomar la decisión. Nadie podía ayudarme, de eso estaba consciente, al fin y al cabo nadie estaba obligándome a nada. 

Desde siempre, y como se acostumbra en esta sociedad añeja los matrimonios se dan por conveniencia, aunque suene mal. Digamos, se dan por acuerdos y arreglos entre familias. 

"El matrimonio de mis padres también fue arreglado y son muy felices", pensé. Oh, estoy olvidando que ellos tuvieron la suerte de haberse conocido y enamorado antes de saber que sus familias pensaban unirlos en “santo matrimonio”.

Al carajo con ese ejemplo. Hace sólo dos horas conocí a mi casi prometido, Byun Baek Hyun, hijo de un socio potencial de mi padre. A penas si ha hablado en éste tiempo, más que para presentarse. Parece ser una persona muy educada, es guapo, no puedo negarlo, y se lo ve tan incómodo en ésta situación, allí de rodillas frente a mí, pidiendo mi mano. 

Creo que debería acabar con su sufrimiento y con el de los medios de comunicación que se hicieron presentes para la mega recepción que se daría para celebrar la unión de los dos grupos económicos más importantes del país. 

Veo mi mano se levantarse, es como si el tiempo se hubiera detenido, no escucho ningún sonido a mi alrededor, sólo siento el retumbar de mi pecho, late tan rápido que duele. No me puedo creer aún lo que estoy haciendo. Siento ganas de llorar, mis ojos empiezan a humedecerse, pero la mano de Baekhyun se acerca a mi rostro y empieza a secar con amabilidad las lágrimas que empiezan a salir. 

El anillo se desliza con naturalidad en mi dedo delgado y pálido. En nuestros rostros se dibuja una sonrisa, que sólo nosotros sabemos que es tan falsa como los aplausos y felicitaciones que empiezan a inundar el lugar. Baek besa ligeramente mi mano y luego mi mejilla para luego posar con una enorme sonrisa ante las muchas cámaras que se apresuran a captar el momento que siempre recordaré, no como el momento más feliz de mi vida, sino como el más triste.

Después de un par de minutos que para mi fueron los más largos de mi existencia tomamos asiento en la parte central de mesa que fue designada para nuestras familias. Nuestros padres no podían estar más orgullosos de que sus hijos al fin tomaran las riendas de sus vidas y que estuvieran a punto de convertirse en adultos. 

Mi madre, quién sabía perfectamente cómo me sentía, tomó tímidamente mi mano, sólo ella podía darme las fuerzas que empezaban a faltarme para seguir con esa pose de niña perfecta y salir corriendo del lugar, gritándole a todos lo mucho que valían y que si desaparecían le harían un bien al mundo. Pero mi estatus no me permitiría hacer un escándalo de esos.

Aquella fue la tarde más larga de mi existencia. Me empezada a desconocer por completo, cómo podía haber aceptado algo como eso. No podía culpar a mis padres. Ellos fueron sinceros en todo momento, me explicaron calmadamente la situación y pusieron sobre la mesa todas las posibles opciones para salvar a la familia de la ruina. 

La empresa más grande de nuestro grupo había quebrado y arrastrado con ella a gran parte del grupo. El contador de un modo casi mágico había extraído millones y los había desviado a paraísos fiscales, donde es casi imposible rastrearlos, desapareciendo luego junto con más de la mitad de nuestros recursos. Mis padres tuvieron que vender varias de las propiedades de la familia para tratar de cubrir el déficit que aquel desfalco había dejado, aún así quedaba una gran deuda por cubrir. 

A pesar de todas las posibles soluciones no aparecía ninguna lo suficientemente buena para salvar a la familia de la ruina y del ridículo. Hasta que apareció una de las ideas más brillantes en la mente de uno de los consejeros de mi padre, el señor Soo Man, a quién le agradeceré eternamente mi felicidad.

Desde hace algún tiempo un inversor extranjero que se había establecido con éxito en el país, había intentado comprar parte de las acciones de las empresas, pero mi padre se había rehusado en un primer momento, así que sería buena idea intentar un acercamiento para ver si estaba en pie aún aquella propuesta. Y como ya no había otra opción mi padre aceptó no muy gustoso.

La negociación iba muy bien, hasta que surgió una exigencia de parte del posible inversor. A parte de que él compraría la deuda de mi familia, por lo que la empresa pasaría a ser también de su propiedad, debía crearse un lazo más fuerte entre él y nuestra familia y la mejor manera sería con un matrimonio entre sus hijos. Así nació la idea del matrimonio.

Mi hermana hace un par de años se casó casi en las mismas circunstancias con un chico que hasta el momento terminaba de agradarme, es que Kris es tan… engreído que puede fácilmente sacarme de mis casillas. Bueno, mi hermana ya estaba casada así que la única candidata podía ser yo. 

Hice la pataleta más grande que pude haber hecho en mi vida, aun así terminé aceptando y he aquí los hechos: Acepté aquel anillo, por lo tanto acepté casarme con Byun Baekhyun, con su familia, pero sólo así podré salvar a mi familia. 

-Sólo puedo prometerte que te haré muy feliz… -había dicho con una sonrisa. ¿Estaba siendo muy hipócrita, o había aceptado valientemente su destino? -… hasta que logremos divorciarnos en un par de años

Sólo pude sonreír fascinada con su plan, él ya había pensado como deshacerse de mí y eso se lo agradecería por siempre.

Estoy segura que nos llevaremos muy bien Byun Baekyun.

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