Capítulo 2

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— Elizabeth, Elizabeth

Gritaba su padre desde el comedor, ella comenzó a temblar pero trato de controlarse o sería peor si demostraba miedo

— dime padre

— a donde vas porque tan arreglada

— tengo una entrevista para ser institutriz padre

— tu institutriz de quien

— de los hijos del conde William

— y porque vas tan arreglada, no me digas que piensas que el se fijaría en alguien como tú, simple, sosa, singracia

— no es por eso padre, quiero causar buena impresión para que me dé el trabajo

— me parece bien que busques trabajo niña, no pienso darte ni un quinto para que andes araganiando por ahí

— no necesito nada de usted padre

Elizabeth no pudo detener esas palabras, una bofetada que le reventó el labio fue el premio por su insolencia

— vete niña si no quieres que te enseñe a respetar

Elizabeth tomo su capa y su cartera, eran las 8:30, nisiquiera pudo desayunar, con la mano se limpio la sangre que sentía, se fue a un parque a sentarse a esperar a que fuera la hora de llegar a casa de la señora Whatson. Derramó un par de lagrimas, pronto acabaría ese maltrato,se dijo así misma.

Elizabeth llegó a las 9:30 a casa de la señora Whatson, quien la esperaba con una gran sonrisa, quedese vio al notar el morete en su Mejía

— mi niña, no me digas que...

— fue mi culpa yo...

— no digas eso, no te culpes, te reventó el labio no puedes llegar donde mi sobrino, ven te maquillarse un poco

Con maquillaje el golpe se simulaba bien. Subieron al coche y emprendieron el viaje

— como sigue tu espalda

— gracias a sus cuidado un poco mejor pero debo confesar que hoy en la mañana fue horrible

— mi pequeña niña, ya verás con mi sobrino tu vida será mejor

Elizabeth aparto la mirada de la señora Whatson y suspiro, era lo que llamamos más deseaba.

Llegaron a una gran casa, era enorme al parecer era como un castillo, a Elizabeth le encantó el jardín, el lago era precioso.

— Piter dile a mi sobrino que ya estamos aquí

— mi señora el tuvo que salir de emergencia pero regresara en un par de horas me indico que lo esperarán

— muy bien y los niños donde están

— en el cuarto de juegos

— bien iremos con ellos, ¿ya desayunaron?

— no mi señora usted sabe el problema que dan a la hora de comer

— llevenles el desayuno nosotros nos encargaremos

— si señora

Elizabeth y Priscila subieron al cuarto de juegos, Priscila no comento nada sobre los niños también quería ver si Elizabeth era la indicada, apesar que quería ayudarle no podría a sus pequeños en manos de cualquiera

— hola mis amores

— tía Priscila, tía Priscila vienes a jugar con nosotros

— si y a ver que coman

La InstitutrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora