— Elizabeth, Elizabeth
Gritaba su padre desde el comedor, ella comenzó a temblar pero trato de controlarse o sería peor si demostraba miedo
— dime padre
— a donde vas porque tan arreglada
— tengo una entrevista para ser institutriz padre
— tu institutriz de quien
— de los hijos del conde William
— y porque vas tan arreglada, no me digas que piensas que el se fijaría en alguien como tú, simple, sosa, singracia
— no es por eso padre, quiero causar buena impresión para que me dé el trabajo
— me parece bien que busques trabajo niña, no pienso darte ni un quinto para que andes araganiando por ahí
— no necesito nada de usted padre
Elizabeth no pudo detener esas palabras, una bofetada que le reventó el labio fue el premio por su insolencia
— vete niña si no quieres que te enseñe a respetar
Elizabeth tomo su capa y su cartera, eran las 8:30, nisiquiera pudo desayunar, con la mano se limpio la sangre que sentía, se fue a un parque a sentarse a esperar a que fuera la hora de llegar a casa de la señora Whatson. Derramó un par de lagrimas, pronto acabaría ese maltrato,se dijo así misma.
Elizabeth llegó a las 9:30 a casa de la señora Whatson, quien la esperaba con una gran sonrisa, quedese vio al notar el morete en su Mejía
— mi niña, no me digas que...
— fue mi culpa yo...
— no digas eso, no te culpes, te reventó el labio no puedes llegar donde mi sobrino, ven te maquillarse un poco
Con maquillaje el golpe se simulaba bien. Subieron al coche y emprendieron el viaje
— como sigue tu espalda
— gracias a sus cuidado un poco mejor pero debo confesar que hoy en la mañana fue horrible
— mi pequeña niña, ya verás con mi sobrino tu vida será mejor
Elizabeth aparto la mirada de la señora Whatson y suspiro, era lo que llamamos más deseaba.
Llegaron a una gran casa, era enorme al parecer era como un castillo, a Elizabeth le encantó el jardín, el lago era precioso.
— Piter dile a mi sobrino que ya estamos aquí
— mi señora el tuvo que salir de emergencia pero regresara en un par de horas me indico que lo esperarán
— muy bien y los niños donde están
— en el cuarto de juegos
— bien iremos con ellos, ¿ya desayunaron?
— no mi señora usted sabe el problema que dan a la hora de comer
— llevenles el desayuno nosotros nos encargaremos
— si señora
Elizabeth y Priscila subieron al cuarto de juegos, Priscila no comento nada sobre los niños también quería ver si Elizabeth era la indicada, apesar que quería ayudarle no podría a sus pequeños en manos de cualquiera
— hola mis amores
— tía Priscila, tía Priscila vienes a jugar con nosotros
— si y a ver que coman

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La Institutriz
Historical FictionUna mujer dañada pero llena de amor y bondad Un hombre herido por la infidelidad, viudo y con dos hijos como dicen del odio al amor solo hay un paso y Lord William lo comprobará con Elizabeth la hermosa institutriz de sus hijos.