Capítulo 2

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—¿Stiles?

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—¿Stiles?

Todos se quedaron estupefactos, bueno excepto Scott quien aún estaba dormido en el suelo a los pies de Jackson sin percatarse de lo que sucedía a su exterior, pero los demás si lo estaban y cómo no lo estarían al escuchar salir el nombre del castaño no de los labios de algún miembro de la manada sino que salió del gran e imponente alfa, Derek, eso si era de impresionar, pues, de sus labios salió de manera pausada, pero llena de angustia nunca antes vista por el ojiverde.

El pequeño Stiles levanta la mirada al escuchar su nombre en la voz del desconocido, que intue por su tamaño y por su madurez sería el mayor de la sala, aunque para el niño le daba aires idénticos a su papi incluso a su pequeña amiga, sin embargo a pesar del gran parecido no confiaría en ninguno.

—¿Quiénes son ustedes? y ¿Qué hacen aquí?

Antes de que alguno de los presentes pudiera responderle, se escucha la voz junto a los pasos del Sheriff y Peter entrando a la casa por lo que todos incluyendo al niño miran a Jackson quién para ese entonces estaba totalmente pálido al escuchar el castigo que le dará al responsable de que ahora su casa no tuviera puerta.

Todos se ríen al ver la cara de pánico que puso el rubio al saber que el Sheriff lo pondría a limpiar toda la comisaría al igual que su casa entera, pero lo que sería peor de todo eso es que el pobre chico lo haría con un traje de bucama... Sin ninguna duda, Jackson en ese momento prefería arreglar él solo la puerta o pasar un día entero con Isaac hasta incluso lo pasaría si era necesario con el humano, cuando volviera a ser el adolescente que ellos conocían y no el niño que ahora ven.

Stiles al escuchar a su padre baja rápido las escaleras, pero se queda como una estatua en frente de ambos adultos, pues el niño sabía que si su madre llegaba a su casa y ve a toda la manada sólo pondrían en peligro a su papi y a su segunda familia junto a su padre claro está y eso es algo que él no se podía permitir. —¿Qué hace él aquí? —Tanto el Sheriff como Peter voltean en dirección a donde proviene aquella voz muy reconocida para ambos.

Peter al ver al chiquillo corre con dirección a donde está el Infante para tomarlo entre sus brazos como antes lo hacía —Peter estaba confundido ya que aquel chiquillo debería tener la misma edad que los adolescentes de la manada y no la edad en la cual fue la última vez que lo vio— esa acción deja a todos los presentes con la boca abierta y con desconcierto al escuchar el nombre que usa el ex–psicópata en el niño. — Miguel... Oh mi pequeño, cuánto tiempo sin verte, te extrañe no te imaginas cuanto. —Stiles lo mira ladeando su cabeza intentando recordar como ese hombre lobo lo conoce. —¿Quién eres? Y qué haces aquí, vete por favor ella no te puede ver si ella lo hace le hablara a los Argent y les dará su ubicación, no... Eso no puede pasar ella no puede saber que ustedes están aquí vete y llevate a ellos también. —Dice Stiles mientras intenta bajarse de los brazos de Peter y señala a la manada detrás de ellos.

—Peter.

El niño detiene sus movimientos al escuchar a su padre llamar al hombre lobo que lo tenía tomado en sus brazos.

Un Niño, Una Manada... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora