Stiles deseaba una familia con Derek, pero sobre todo deseaba ser ese niño que se robaba la atención junto a la sonrisa babilónica de su Sourwolf, sin saber que el moreno sonreía al imaginarse sus hijos son su "castaño parlanchín"
Pobre Stiles que...
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Un chico de masa muscular delgada, aparentemente frágil, camina por los largos pasillos de la escuela de Beacon Hills, la gente que lo viera ahí, en ese lugar, a las 3:45 de la madrugada se extrañarían de que estuviera solo caminando por las instalaciones de ese lugar sólido y más con los sucesos raros que últimamente pasaban en aquel sitio, pero lo que nadie sabía era que ese chico castaño, raro para todo aquel que supiera de su existencia y valiente para aquellos que realmente lo conocían, estaba en ese lugar debido a que tenía asuntos de suma importancia que tratar con una persona extrañamente para él importante, aunque nunca en su sano juicio lo diría en voz alta, pues desde que lo vio detrás de aquellas puertas especiales en Eich House sentía como algo dentro de él gritaba que lo ayudará, tal vez era su parte infantil la cual sabía que por una razón se mantenía el mayor tiempo posible atrapada en su interior que sólo salía al estar con la manada, porque una voz dentro de su mente le gritaba »Papi« cada que miraba el interior de la mirada azulada de Peter Hale, el hombre lobo que se encontraba frente a él, a unos pasos de distancia con la transformación a la luz.
Cualquiera que lo viera en esa situación le gritaría »Loco, suicida« y siendo sincero con él mismo, Stiles también pensaba eso, pero lo que había en su interior junto a las ganas de ver a su padre de nuevo feliz. A él no le importaba si esa felicidad la encontraba en aquel psicópata, en el mayor de los Hale.
—Pero bueno si es mi futuro hijo quien me cito en este lugar, muy viejo a mi parecer para una cita, aunque deja decirte que yo estoy con tu padre y sólo seré el sugar daddy de él, tú en cambio puedes tener a Derek como sugar daddy aunque con el será daddy "smile" —Stiles siente aquel comportamiento cálido y reconocido, como si siempre conoció esa faceta burlona del mayor, pero lo que más lo llena de calidez y le hace pensar que esto estaba bien —el hablar con Peter Hale a solas— era pensar que Peter fuera realmente su padre, porque dentro de él, algo desconocido le grita que Peter ya es su padre, lo cual lo altera, más los ojos llenos de amor que en él ve al sólo mencionar a su padre lo calma, pues sabe que por más extraño que parezca su papá estará bien en los brazos de Peter y eso es lo único que Stiles quiere ver, feliz a su padre.
—Sé que no estoy aquí para un reencuentro amistoso así que habla de una vez Stiles por que me pediste que viniera —Peter mira al castaño sin rastro de emoción alguna, a pesar de eso en realidad se controla para no rodear con sus brazos al chico mientras lo arrulla como antes solía hacerlo con sus sobrinos y con ellos...
Sus hijos...
Una lágrima que no pasa desapercibida para el humano recorre la mejilla del ojiazul distrayéndolo, pero sobre todo dándole ganas a él también de llorar.
