Capítulo 9

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Capítulo dedicado a estas bellas personas que me dan su apoyo por medio de sus votos o comentarios. LouieAyn Susy_Gonama AlejandraCastillo044 cxty_AIMH JuuliiFigueeroa stydiapoetry an3ram ValeCastro976 kennyCastell y a nahirnena sarcatic12 MarDavalos a los tres últimos gracias por sus votos, pero sobre todo gracias por aún seguir leyendo lo que escribo los amo ustedes tres son mis fieles lectores desde el principio LOS AMO ositos y ositas.

Ahora si disfruten del maratón.

Maratón 1/3                   

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—Cora, te extrañe

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—Cora, te extrañe.

La chica llora haciendo que los betas se acercaran a ella envolviendo a ambos en un abrazo familiar, porque por más que sus amigos no supieran que pasaba con la chica aún así sabían que los necesitaba ya que eran pocas las  veces en las que ella se mostraba débil y eso era lo que mostraba enfrente de ese niño.

Su debilidad.
Su vulnerabilidad.

Toda ella era indefensa, necesitada de protección al ser expuesta por el niño que creyó que la había olvidado después de beber esa poción, pero como siempre el hizo lo posible para no hacerlo para recordarla como él se lo había prometido, ese niño, su Miguel siempre cumplió su promesa hasta el final como cada cosa que hacía con toda devoción, ese era su amigo, su Miguel.

Ambos tanto la chica como Stiles se vieron en la obligación de separarse al escuchar el rugido de un lobo y no cualquier lobo, si no el rugido de un alfa, Stiles lo reconoció en seguida mientras que los dos betas actuaron junto a Cora posicionándose para atacar en cualquier momento cubriendo así al niño que se encontraba desnudó a causa de haberse descubierto por sus "atacantes" los cuales ahora lo protegían de la manada, su manada.

—Scottie —las palabras del niño ocasionó que los betas salieran de su transformación, pero lo que les hizo ponerse en alerta fue ver como el niño corría a los brazos de un lobo adolescente, sin dar crédito a nada Cora se iba a lanzar al lobo reconociéndolo como un alfa, pero se detuvo al ver que al parecer el castaño lo conocía, pero a pesar de eso Cora hirvió en furia liberando un rugido lleno de celos al ver como aquel lobo —alfa— se restregaba en el cuerpo del chico traspasando su olor, quitando a su vez el olor de ella como si su olor fuera una condena que el tuviera «Idiota» pensó la chica mostrando sus garras expulsando un olor a rabia que sólo se le quitaría al tener la sangre de aquel alfa entre sus manos.

Un Niño, Una Manada... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora