-¡JEFE!- me mira con los ojos entrecerrados y me enseña el dedo medio.
- deja de gritar Simón, me encuentro justo delante de ti.
- bueno, ya sabes, me debes plata.
- no te debo una mierda.
-me debes mucho, hay muchas cosas que no digo por ti jefe.
- deja de decirme jefe de una maldita vez. No voy a darte plata.
- deberías, o le voy a decir a mama que apostaste por su embarazo- el cruza los brazos y me sonríe.
- yo no aposte nada, eso lo dijiste vos.
- ella no va a creerte, no quieras hacerte el superado en esta situación. Soy su hijo favorito.
-ella no tiene un hijo favorito. Los quiere a todo por igual.
- ¿quieres apostar sobre esta situación?- el eleva una ceja. Mama va a odiarme si se entera. Pero no tiene por que enterarse-¡MAMA!- grito. El abre los ojos grandes, niega con la cabeza.
- ya, no le digas nada- con pesar saca su billetera y me da el dinero de la apuesta que no fue apuesta.
- gracias jefecito, serás un excelente papa. ¿Te molesta que te diga papi?- me mira mal y retrocedo. He enojado al poli.
Siento que mis piernas van a explotar cuando caigo desde la ventana de m habitación. Ya saben lo que dicen, las reglas están para romperse. Y justo eso estoy haciendo, rompiendo el castigo que mama me impuso. Una vez que logro levantarme del suelo cojeo hasta el patio delantero de la casa. Cuando estoy dando la vuelta a la casa mi mama me aborda preocupada. ¡Rayos! Me han descubierto. Ella me examina y me mira con reproche.
- ¿Porque gritaste de esa manera?- abro grandes los ojos y sonrío con inocencia.
- Me caí.
- ¿Desde la ventana?
- Tropecé, fue un descuido- ella rueda los ojos y pone sus brazos en jarra.
- No seas un imbécil. No tenias que saltar de tu ventana, ya me habías avisado que ibas a salir de fiesta- frunzo el ceño.
- No seas aguafiestas mama, si voy a hacer las cosas tengo que hacerlas bien.
- Podrías haber salido por la puerta sigilosamente, habríamos hecho que no te veíamos.
- Eso no sirve, necesitaba adrenalina.
- Pues te hubieras tirado un pedo en la habitación de tu hermano. Ahora no vas a ningún lado porque tu pie parece doblado.
- No está doblado, solo se fue un poquito de lugar. Pero ya se le va a pasar. Voy a ir porque necesito un poco de acción. Mi cuerpo necesita vida.
- Pues dale vida con tu mano.
- ¡MAMA! No hables de esas cosas conmigo, yo solo quería bailar un rato- ella toma mi rostro con sus manos y me sonríe.
- Cariño, no te sientas avergonzado de hablar de esas cosas conmigo. Soy tu madre. ¿necesitas que te de la charla?- por sobre su hombro veo que el jefe y Dilan aguantan la risa. Las gemelas a su lado sonríen malvadamente, ellas disfrutan de esta situación. Ya veo esto en internet.
- No necesito tu charla mama. Soy consciente de la situación. No voy a dejar a una chica embarazada- ella me mira mal- otra vez. Aunque jamás lo estuvo.
- Hubo una duda acerca de la situación.
- Yo me hice responsable, hasta me compre una maldita panza.- desvío la mirada y me encuentro con la vecina mirando interesada. Maldita vieja chusma, ahora todo el barrio sabrá que pude haber sido padre- mama por favor, hablemos de esto adentro.
- No hablaremos de ninguna situación, te vas a recostar y poner hielo en tu pie. No hay discusión al respecto- se da media vuelta y todos la siguen. Nadie va a decirle que no a una orden de mama.
Bufo y la sigo también, ahora me perdí la fiesta por querer ser una persona rebelde. Hasta me había dibujado un tatuaje en mi antebrazo. Había quedado medio deforme pero algo es algo.
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Simón
Teen FictionHola, préstenme atención. Me llamo Simón López, tengo 18 años y soy el del medio de seis hermanos. Mi casa es algo catastrófica, algo. Una madre y ningún padre, aún así es curioso que tengamos diferentes apellidos. De todas formas no soy la primera...