capitulo 11

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muy bien, es hora de la escena dos- grita la mandona desde arriba de una mesa- ¡a sus puestos!

Podría mentir y decir que corrí para llegar al escenario, pero no soy un mentiroso. Si voy a decir que me aprendí el guion de la obra. Aunque eso solamente fue porque me entretuve con la obra. Que les puedo decir, Peter pan era un niño que no crecía y yo me parezco en algo a él. No m gusta madurar. Además, me aprendería todo lo que esa morocha de ojos azules me dijera.

- Muy bien, se supone que tú tienes que intentar atrapar tu sombra- su dedo sigue señalándome aunque ya no se dirige a mí- y yo voy a ayudarte.

- ¿a qué vs a ayudarme?- a atrapar mi sombra, lo sé. Pero ella se enoja con facilidad y luego se va moviendo el trasero. Esa es mi parte favorita.

- A intentar atrapar tú sombra.

- ¿Por qué?

- Porque así lo dice el guion.

- Eso lo sé. Pero ¿Por qué quisiera Peter pan atrapar una sombra? Todo el mundo sabe que no se puede. Y el parecía una persona muy inteligente como para caer en el juego "mi sombra me está siguiendo"

- Bueno, pues...- ella piensa, o eso creo. Todos se han quedado en silencio mientras exponía mi punto de vista- no lo sé, pero no quiero saberlo. Solo haz lo que la obra dice- me encojo de hombros. ¿dije que haría lo que ella quisiera? Bueno, pues si no lo dije, lo digo ahora. haría lo que ella quisiera.

Bueno, las cosas no fueron como debían ser. Ahora estaba en enfermería curando el chichón de mi frente. Al parecer no tenía que tirarme sobre Félix para atraparlo. Esta de mas decir que Félix era quien hacía de la sombre. Diría que es un fracaso hacer de sombra, pero aun estaban los que hacían de arbustos y árboles. Ellos sí que no tendrían nada que contarle a sus nietos cuando sean viejos arrugados como pasas.

-¿te encuentras bien?- levanto la vista hacia la chica que hizo la pregunta. Sonrío.

-¿estás preocupada por mi?- ella frunce el ceño. Al parecer ni si quiera ella sabe por qué estaba en la puerta de la enfermería.

-claro que no, solo no quiero que arruines mi obra.

-puedes decir eso si quieres. Pero yo se que te interesa que no arruine mi cara.

- ya, no te creas tanto.

-bueno, me creo lo que me permiten- ella rueda los ojos.

-yo no te he permitido nada y mira que creído te has puesto.

- es que corre por mis venas el saber que soy sexy. ¿No has visto a mis hermanos? Somos una familia de súper modelos.

- solo he visto a uno de ellos. Este muy bueno- frunzo el ceño. A ella no debería parecerle lindo mi hermano. Yo debería ser quien le guste. Le cortaría la nariz a Dilan cuando llegue a casa para que sea muy feo- deberías haber visto tu cara- y encima tiene el descaro de reírse.

-bueno, yo se que te gusto.

-y yo se que te gusto a ti. Sin embargo no ando por el mundo creyéndome muy linda.

-deberías.

-ya...

- un momento. No has negado que te gusto- ella sonríe y me guiña un ojo. Casi ni me doy cuenta cuando comienza a irse. Y aunque le grito que no se vaya no me hace caso. Por lo menos puedo ver su culo irse por la puerta. Me levantaría corriendo e iría tras de ella, pero seamos realistas, golpee mi cabeza. Eso solo es un mareo seguro si quiero de pronto ser un maratonista.

-mamá está preocupada de que de pronto seas un niño problemático- miro a David mientras entra en mi habitación y se sienta a los pies de mi cama.

- ni siquiera debería haber visto mi cara.

- es casi imposible no mirarlo. Parece el lienzo de un artista, de esos que no se entiende nada pero salen un millón de pesos- hago una mueca. Tiene razón, lo que empezó siendo un simple chichón termino siendo un colorido moretón en la mitad de mi cara.- ¿se te da por ser boxeador ahora? ¿Con quién te has peleado?

- no me he metido en ninguna pelea. A menos que el piso del teatro de la escuela sea un fiel contrincante.

- ¿te has caído?

-no imbécil, le he dado un beso al piso porque se sentía triste.

- no seas irónico. Se educado, maldito niño defectuoso- le saco la lengua.

- el único defectuoso en la familia eres tu-él se encoje de hombros.

- me da igual. ¿Qué piensas hacer con tu cara?

-nada. Me veo rudo con mi moretón.

- mama dijo que no iras a la escuela mañana- Ho rayos! Liz iba a matarme si faltaba al último ensayo antes de la obra. Es verdad que ya sabía todo el guion, pero mis dotes actorales eran pésimos. Y no tenía mucha onda con mis compañeros de actuación. Ellos eran raros y silenciosos. Nadie quería hablar conmigo o molestar a los demás. Malditos aburridos.

-no puedo faltar, tengo el último ensayo. Además, no podre repartir mi fama de mafioso boxeador si no me presento a mis clases.

-si claro, mafioso boxeador. Lo que tú quieres es ver más a Liz.

- esa es una de las razones.

-bueno hazle una video llamada, seguro que ve tu cara y no te deja aparecer por l escuela- lo pienso. Puedo pedirle a jazmín el número de julio, a julio el de Martina y a ella el de Liz. Así conseguiría llamarla y luego puede que use su número para desearle buenas noches.

- bien, veré como lo hago. Ahora vete que quiero seguir viendo porno.

-si claro. Sé que miras tutoriales de maquillaje para tapar tu cara el sábado- le tiro con un almohadón que el ágilmente evita- no te enfades- ríe el muy imbécil- solo quería recordarte que el lunes tenemos un encuentro con mi chica.

Casi lo olvidaba. El iba a presentarme a su novia y yo iba a hacerlo pasar mucha vergüenza. Sonrió y miro mi rostro en el espejo de la puerta. Me encojo de hombros y cierro la computadora. Sería un Peter pan con el rostro más artístico. Total, no importa cuántos videos vea, no tengo todas esas mierdas para maquillarme.

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 SimónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora