Comenzaron a besarse.
Fue un beso largo. Rodaban por la cama, perdidos en su pasión. Hacía tres meses que no se habían visto.-¿Qué haces con eso puesto, Donny?-Vladimir se separó, buscando aire, y con una voz mucho más ronca de lo habitual. -¿Con qué?-Donald respiraba entrecortadamente.
-Con esa camiseta interior. Quítatela.
-Te he dicho alguna vez lo que me gusta que me hables así? Normalmente tienes acento ruso, pero ahora se te marca un montón y eso me...
-No trates de cambiar de tema, Donny. Ya te he visto desnudo, no tienes de qué avergonzarte. ¿Crees que si no me gustaras, estaríamos aquí?
-Podría gustarte por el dinero.
-Menos mal que eres multimillonario, y puedes prestarme dinero, porque, como presidente de Rusia que soy, ¡no tengo para llegar a fin de mes!-Añadió a esta frase un gesto teatral de princesa desesperada.
-¿Alguna vez te cansarás de ser sarcástico?
-No. Ahora, quítate esa camiseta.
-Pero...
-Tienes dos opciones: o te la quitas civilizadamente, o te la arranco yo.
-Parece que quieres verme sin nada, Vovka.-Ronroneó Donald en su oído, sensualmente.
-Mmmmh... Sí... Nn...No estaría mal....
Ese era, probablemente, uno de los puntos más débiles de Vladimir. A Donald le encantaba. Ya podrían estar haciéndole un lapdance, que no obtendrían ni el más mínimo signo de aprobación. Eso sí, si le susurrabas al oído, le tenías dominado.
-Bueno..., por ti...Comenzó a quitarse la camiseta lentamente. Muy lentamente. Demasiado lentamente, en la opinión de Vladimir.
-Podrías darte...algo de prisa, ¿no?-Vladimir insistió. Ya tenía la voz ronca. Eso para Donald era la señal de que, hiciera lo que hiciera, lo tenía que hacer ya.
-Y tú-respondió Donald, otra vez en su oído-podrías callarte y disfrutar, ¿no?Dicho esto, Donald bajó la cabeza, y empezó a besar el cuello de Vladimir. Él desistió de tratar de "luchar" contra Donald. Estaba demasiado cansado. Pero no podía dejar que Donald hiciera todo el trabajo. Le pasó la mano por su pelo, despeinándole. Bajó por su cuello, llegando a su espalda. La última vez había descubierto que a Donald le encantaba que le acariciaran la espalda. Empezó a subir y bajar su mano, apenas rozándole. Donald ahogó un pequeño gemido en su cuello. Vladimir respondió con un gruñido. Sendas erecciones se frotaban la una con la otra. Donald bajó aún más, hasta su fuerte pecho, y llegó al punto más sensible de Vladimir; sus pezones. Casi no había empezado con ellos, cuando Vladimir decidió dar un paso más. Con un rápido movimiento, subió encima de Donald, y empezó a quitarle sus calzoncillos, unos slips blancos.
-Vovka, no... no creo que...
-ты шутишь, что ли?- Vladimir le miró, enfadado.
-Vovka...
-No, en serio, debes estar bromeando - recordó que estaba hablando con una persona que sólo hablaba inglés, y a veces ni siquiera eso.
-Lo...lo siento mucho, en serio... Es sólo que...
-No, da igual. Vuelve con Melania a vuestro cuarto.
-En serio que... lo siento.
-¡Pues no vengas, me vendas una moto, y me des una bicicleta!
-¿Qué?
Vladimir le miró fijamente. Donald cortó el contacto visual, mirando hacia abajo.
-Bueno, da igual.
-¿En serio?
-Sí, entiendo, más o menos, que aún no te sientas capaz de engañar del todo a Melania.
-De verdad que...
-Lo sientes, venga, va. Vete a tu cuarto. Mañana tienes tu primera visita oficial a Rusia, donde técnicamente nos vamos a conocer. Debería parecer que has descansado.
-Vale, de acuerdo. Me voy, entonces.
Donald empezó a recoger y a ponerse su ropa.
-Qué le has dicho a Melania, por cierto?
-Que tenía una reunión contigo.
-Pues que parezca que vienes de una reunión. Ponte la corbata bien... así-dijo, mientras se acercaba a hacerle el nudo.
-Vaya, parece que tienes experiencia en engañar a mujeres...
-Divertido, porque en treinta años nunca engañé a Lyudmila.
-Y entonces, ¿por qué se acabaron las cosas entre vosotros dos?
-Por mi horario, principalmente. Todo lo que tenía que hacer... Había días que casi ni nos veíamos.
-Vaya...
Se hizo un silencio incómodo en la habitación.
-¡Vete ya!
-Vale, vale. Hasta mañana.
-Hasta mañana, Donny-empezaron a besarse. Después de varios segundos, cortaron el beso, y Donald se marchó de la habitación.
Media hora más tarde, Donald abrió la puerta de la suite en el hotel.
-¿Ya has venido de tu reunión, amor?
-Sí, cariño.
-¿Y qué tal es en persona?
-Es una persona muy agradable, ya verás. Te encantará, Melania.
-Será agradable, pero hacer una reunión contigo a las dos de la noche...
-Bueno, es que tiene un horario muy distinto al mío. Ya se ha disculpado por eso.
-Y había un traductor o...
-No, resulta que sabe hablar inglés, bastante bien, por cierto. Tiene bastante acento, pero...
-Ah, genial. Buenas noches, amor.
-Buenas noches, cariño.Mientras Donald se acostaba, no pudo dejar de sentir cierto remordimiento.
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Entre nosotros ⁂Trump x Putin ⁂
Fiksi PenggemarEsto es lo mejor que vais a leer en los días de vuestra vida, ni siquiera necesita descripción, solo entra y disfruta😏 ⚠️🇪🇸 Con este fanfic no pretendo ofender a nadie, está escrito por y para entretenimiento, no creo que nada de lo que sucede en...