Tayler Cipher

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Bajamos del tren los cuatro juntos, para no perdernos, oímos la voz de un señor muy alto y con una barba negra, que llamaba a todos los alumnos de primer curso.
Cuando el andén se dispersó un poco, pasó lista para ver si faltaba alguien, y después, le seguimos por un camino a través del bosque.

El camino fue largo y tenebroso, estaba todo muy oscuro, ya que era de noche y la luz de los faroles alumbraba poco como para iluminar la espesura del bosque.

Nos llevó hasta un lago, en el que el señor con barba, nos dijo que se llamaba Hagrid, y que era tradición cruzar el lago en el primer año de curso. Nos dijo que nos dividiéramos en grupos de cinco, y yo me puse con (tn), Harley y Draco. El quinto miembro de grupo fue Rose, la prima de Draco.

Fue un paseo corto, pero agradable, la poca luz que daban los faroles dejo de ser tenebrosa, me aportaba sensación de calidez.

En el castillo, nos recibió la directora, y después, pasamos por una puerta muy grande a un gran salón con cuatro mesas.
La ceremonia de selección, el gran momento había llegado. Le prometí a mi madre que haría todo lo posible por estar en Gryffindor, como ella, y como el resto de mi familia. Todos menos mi padre, el era de Slitherin. Un hombre egoísta que solo pensaba en sí mismo, nos abandonó cuando yo tenía cinco años, no le he vuelto a ver desde entonces.

Caminamos en una fila hasta el final del salón, y Hagrid apareció por la puerta con un taburete y un sombrero desgastado. Mi madre me había hablado de él, el sombreo seleccionador.

Después de un discurso, la directora comenzó a llamar a gente. Rose fue la primera en salir.
La clasificaron en Hufflepuff.
Luego salieron unos cuantos mas que no conocía, y después, llamaron a Draco.
Le pusieron en Ravenclaw, Junto con (tn) y Harley.
Me sentía muy solo en ese momento.
Ya no sabía si quería ser un Gryffindor o un Ravenclaw... No conocía a nadie.
Oí mi nombre. Eso me saco de mis pensamientos.
Temblando, me acerqué al taburete y me senté. La directora me puso el sombrero en la cabeza, y este comenzó a hablar.
-Vaya, vaya... ¿Que tenemos aquí? ¡Un Cipher! Hacía mucho tiempo que no sabía nada de los Cipher...
Bueno, empecemos.
Um... Cuanta valentía... demasiada incluso... pero... No, veo bastante más que valentía. Lealtad... Cordialidad... eso que no falte, también veo algo de creatividad, pero... No... Si, decidido.
¡Slitherin!

Un escalofrío me recorrió el cuerpo. No, slitherin no. No podía ser. Yo no soy como él.
Volvía a estar solo.
Le había fallado a mi madre, se lo prometí, le prometí que no sería slitherin... pero... Aquel estupido sombrero.... Él no tenía ni idea. ¿Yo? ¿Un slitherin? No podía ser...
Algo mareado me dirigí a la mesa de slitherin, en uno de los extremos de el salón. Todos me recibieron con un aplauso muy fuerte.
Me senté al lado de una chica con el pelo negro y enfrente de un chico castaño. Durante la cena les conocí, el chico se llama Kai y la chica Esther.
Después de la cena seguimos al prefecto de Slitherin hacia la sala común, que está en la parte mas baja de el castillo. Incluso a Kai y a mi nos tocó en la misma habitación...
A lo mejor estar en Slitherin no es tan malo, o al menos es lo que intentaba pensar, pero me negaba a admitir que yo era como él. Eso jamás. Seré un Slitherin, pero no soy una mala persona. Eso nunca.

Soy una Ravenclaw Donde viven las historias. Descúbrelo ahora