Capítulo 7

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Nota de la autora:

¡Buenas! Hoy prometí subir y aquí está el capítulo. Pero ya volveremos a la normalidad, todos los viernes subiré capítulo aunque ahora que tengo tiempo puedo subir cualquier otro día, pero no todos. No sé si me explico... Todos los viernes sí, aunque puede que haya capítulos otro día.

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-A mi padre le mataron.- Suelto de repente.

El rubio abre los ojos como platos y no sabe qué decir.

-No sabemos quién fue, pero le encontraron en un callejón con una bala en el pecho.

-¿Pero era policía?

-No, era abogado.

Intento no llorar, pero las lágrimas salen disparadas.

Marcus me abraza fuertemente.

-Yo lo siento mucho.

-Mamá no ha sido la misma desde entonces y por fin ha decidido despejarse y se ha ido de viaje.

-Eso está bien.

-Yo tampoco he sido la misma.- Esbozo una sonrisa forzada.

-No te preocupes, conmigo puedes mostrar tus debilidades que yo me encargaré de que estés bien.

Las palabras del rubio me pusieron bastante sentimental y le abracé fuertemente. Nos mantuvimos así durante un rato, respirando el aroma del otro.

Manzana.

Me llamó bastante la atención su olor ya que rara vez un chico olía a colonia de frutas.

Narra Marcus:

Comenzaba a sentir algo muy fuerte por Ella.

Quería protegerla de todo mal después de lo que me había contado de su padre.

-Pero me dijiste que vivís aquí para estar tranquilas y que nadie os amenaza.

-Nadie lo hace, en serio, estate tranquilo. Solo vivimos alejadas de todo para encontrar la paz. Desde que murió mi padre, mamá se ha vuelto muy espiritual.

-Bueno, si ella encuentra la paz así.

-Sí, la suele encontrar.


Caminábamos por el bosque. Habíamos optado por dar una vuelta para que Ella se calmara.

Quería realmente invitarla a hacer algo diferente mañana, pero no se me ocurría nada.

-¿Quedamos mañana?-Preguntó ella tímidamente.

-Sí, estaría bien. ¿Qué podríamos hacer?

-Quiero que me enseñes a montar en canoa.- Sonrió ella.

-Es algo difícil. ¿Sabes nadar?

-Por supuesto y sino, tú puedes saltar a rescatarme.- Me guiñó un ojo.

Era la primera vez que la veía hacer un gesto así y me resultó curioso.

-Trato hecho.- Reí.

Narra Ella:

Pasé una mala noche porque era la primera que pasaba sola después de la muerte de papá. No estaba acostumbrada a dormir sin la presencia de mi madre en casa.

La llamé por la mañana y me contó que a ella le había pasado igual.

-¿Y qué vas a hacer hoy?

-Voy a montar en canoa.

-¿Con Marcus?

-Sí.- Respondí emocionada.

-Pásalo bien.- Dijo mi madre.

-¿Y tú qué harás?

-Iré a conocer Dubai.

-¡No me dijiste que te habías ido a Dubai!

-No te enfades, mi niña. Prometo llevarte muchas cositas que te encantarán.

Reí y después de charlar un rato más con mi madre, colgamos.


-¿Lista?- Cuestionó el de ojos azules.

Asentí despacio.

-No tengas miedo.- Sonrió él.

Su sonrisa hacía que todos mis males se fueran.

Empezaba a sentir algo muy fuerte por él, no podía negarlo. Este chico hace que suspire por él.

Eras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora