Frank estaba bastante nervioso, no sabía que decir, que hacer y dudaba hasta de su forma de caminar si era muy rara.
Gerard sólo quería ir a dormir aunque de todas formas se sentía un poco nervioso también, podía jurar que estaba rojo, pero por suerte no había luz.
— Ehh... Porque tienes todo apagado?
—...Estoy ahorrando luz... Voy a irme a la cama, tu duerme donde quieras.
De repente sonó algo quebrándose, Frank ahora también estaba rojo.
— L-lo siento, dejame lo recojo.
Y al no ver nada recogiendo lo que parecía un jarrón se corto la mano, todo estaba yendo mal.
— ¡Mierda!
— Estas bien?
Gerard puso su mano en su hombro y trato de acercarse a ver su herida pero no podía ver bien así que se acerco más.
— No es necesario yo... Eh.
Gerard se giro a ver a Frank y el instantáneamente dejo de hablar lo que sea que estaba hablando, con las luces apagadas no se sentía real, nada de eso lo hacía, parecía un sueño, y tendría sentido porque como en su sano juicio Gerard lo hubiera dejado entrar?
— Frank...
— Si?
Frank pensó que Gerard lo besaría pero en realidad se lanzo a abrazarlo, y realmente se sintió mal cuando empezó a escucharlo sollozar y como su camiseta comenzaba a mojarse.
Frank realmente sentía como si le hubiesen enterrado una daga en el pecho y en el estómago, no soportaba verlo así y comenzó a hacerle cariño en la espalda como hacían tus padres cuando eras pequeño.
— Tranquilo Gee, todo va a estar bien.
Y los dos sabían que era mentira, pero era una buena mentira, y Gerard se escondió en su hombro y empezó a llorar aún más fuerte, tanto así que Frank empezó a llorar también pero silenciosamente.
Y Frank sintió como las piernas de Gerard empezaban a flaquear y empezó a buscar por un sillón y se sentaron ahí, abrazados aún.
— Gerard-d que... Pasa?
Frank tenía la voz rota y un nudo increíble en la garganta pero necesitaba saber que le pasaba a la persona con la cual había soñado y pensado tanto estos días, y aunque esto haya empezado hace poco podía decir con certeza que lo quería, tal vez que lo amaba.
Gerard levanto su cabeza para mirarlo, el también estaba llorando, lo miro a los ojos un rato mientras daba pequeños saltos por el hipo que le había dado en medio del llanto y el también lo miro a él, y se le había roto el corazón porque aunque estuviera oscuro podía ver sus ojos rojos y el mar de lágrimas corriendo por sus mejillas, sus ojos acuosos y sus mejillas sonrojadas, su pelo revuelto y sobretodo su mirada de cachorro abandonado, se veía tan roto y delicado que al verlo así juraba desde ese momento jamás volver a dejarlo.
— N-no... M-me dejes.
Frank comenzó a sollozar y lo abrazo mas fuerte incluso que antes, los dos eran un completo desastre, un desastre de lágrimas, y Frank comenzó a mecerlo en sus brazos, Gerard iba a arrepentirse de haber dicho eso por la mañana pero ahora mismo se sentía tan bien ser consolado en medio de la oscuridad.
Tenía Frank un corazón acaso? Era capaz de sentir algo? Gerard estaba confundido, era capaz de amar acaso? De amarlo? Era esto una trampa?, si era así no quería saber, porque una vez envuelto en sus brazos podía decir con certeza que lo que sentía hacia Frank no era simple atracción, no era calentura adolescente, porque encontraba en sus brazos un sentimiento tan extraño y lindo, encontraba un calor de hogar, un sentimiento de estar seguro.
Sentimiento de pertenecer, por primera vez sentía que pertenecía a algún lugar, y de verdad esperaba que Frank no estuviese jugando con el, porque ahora tendría dos hogares rotos y con uno solo era mucho más que suficiente.
Se sentía tan cansado de tanto llorar, de tantas emociones, se sentía rendido, no quería mas pelea, por lo menos no más por hoy, y poco a poco su llanto se fue apagando igual que sus ojos cerrando y callo en los brazos de Frank como peso muerto.
Frank al darse cuenta de eso no pudo evitar sonreír, era tan delicado y hermoso ahí en sus brazos, era como si encajara perfectamente ahí, como si hubiera nacido para estar entre sus brazos y el mismo hubiera nacido para tenerlo ahí y todo para ese momento, para admirar su gracia, se sentía psicópata pero había esperado tantos días para esto, para verlo simplemente, porque su amor no era exigente, podía vivir con el simple hecho de mirarlo.
Y el también empezó a cansarse cuando se dio cuenta que eran las 4:36 am y faltaba poco para ir a la escuela, así que busco el interruptor de la luz hasta que lo encontró y se dio cuenta que no servía así que con la linterna del celular busco la habitación de Gerard y lo dejo en su cama, él fue a darse una ducha en la cual casi se cae del sueño y luego siguió revisando su casa y ordenando en el camino.
Una alarma que no sabía de donde venía comenzó a sonar y le empezó a dar un dolor horrible de cabeza, para cuando abrió los ojos un Gerard somnoliento y desarreglado salió de la habitación mientras bostesaba y se sacudía el pelo, y recién se dio cuenta que el sol ya había salido y que no había dormido nada.
— Buenos días princeso, que quieres de desayuno?
— Frank? Que haces aquí?
— Ehh, me dejaste entrar ayer porque no tenía donde dormir... Aunque en realidad no dormí nada pero por lo menos tu sí.
— Oh mierda! Estúpido estúpido estúpido!
— Tostadas? Cereales?... Cerveza?
— Lo que dije ayer, olvidalo.
— Ah por cierto tendrás que decirme que paso ayer.
— Sueñalo.
Gerard se sentó en la pequeña mesa que había en la cocina y Frank le dejo una cerveza y cereales sin nada, seguramente se habrá dado cuenta que no había leche, o bueno, nada que no sea alcohol o cereales.
Frank se sentó enfrente suyo mientras se acababa la cerveza.
— Frank... Cuantas llevas?
— No lo sé... 3?
— Nada más, vas a llegar borracho a la escuela si sigues tomando.
— Y tu cariño desde cuando eres tan aburrido?
Gerard puso una cara entre de dolido y enojado, Frank capto enseguida que la había cagado y el mismo boto todas las botellas y se arrodillo.
— Lo siento por ser imbécil, y por eso te doy el permiso de golpearme en la cara, cuando tu quieras.
Frank pensó que iba a quejarse o dudar como todos normalmente hacen pero apenas termino la oración recibió un golpe a puño cerrado en toda la oreja.
— JODER! Joooder, puta madre eres tan perfecto!
Y mientras maldecía por el dolor se le salió, pero era cierto, era muy perfecto y eso era otra prueba de eso.
Y Gerard se puso un poco rojo sin querer y se levanto de la mesa y se trago todos los cereales en tres segundos y tiro el plato en el lavavajillas y fue al baño a lavarse los dientes.
Frank sólo se quedo sentado ahí pensando en como terminar con Jamia y hacer, o bueno, intentar que Gerard pueda quererlo aunque sea la mitad de lo que lo quiere él.
Aunque no sabía que eso él ya lo hacía.
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I kissed a boy ✒ frerard
FanfictionDonde "nadie" se vuelve alguien aprovechándose de el pobre marginado.