En la oscuridad de su habitación repasaba lo sucedido en la tarde, el azabache había sido amable y atento con él, además de dejarlo llorar en su torso. Años atrás se había esforzado para olvidarlo, había dejado ir sus sentimientos, enterrándolos en los más profundo de su ser.
Su mente era un caos, quería dejar de sonreír como tonto pero no podía. Le había gustado salir con Reborn, aunque fuera difícil admitirlo.
Los días pasaron y con ello las salidas con el de patillas eran más seguidas, iban a pastelerías, las que le encantaban a Tsunayoshi, hasta a librerías lo cual era un pasatiempo de ambos.
Por otra parte, Reborn se sentía a gusto pasando tiempo con el menor, algo dentro del no quería admitir cuanto le encantaba la sonrisa ajena y eso ojos color canela. Se rehusaba a aceptar los crecientes sentimientos que surgían o habían estado ocultos del pasado.
Caminaban por las concurridas calles, hasta que el castaño se detuvo en una vidriera.
-Tsuna- nombro el azabache acercándose a él.
-¿No son adorables?- le pregunto apuntando al vidrio de la tienda de mascotas, donde un perrito se recargo sobre este.
-¿Porque no tienes uno?- pregunto viendo la gran cantidad de animales.
-Siempre quise un gato, pero Mochida era alérgico así que nunca lo tuve- hablo bajando la mirada.
-Él ya no está a tu lado, puedes hacer lo que se te dé la gana- comento el mayor.
-No lo sé- se aparto y siguió su camino.
Ya en la finca, el castaño estaba sentado en el sillón hablando por las redes sociales con sus amigos, en especial con Hayato que no dejaba de preguntarle si se encontraba bien.
Su celular empezó a sonar y al ver quien lo llamaba sonrió.
-Mamá- dijo alegre.
-Tsu-kun - respondió la mujer- ¿Cómo has estado?- preguntó.
-La primera semana fue difícil, pero ya me estoy sintiendo en paz -respondió suspiro- Se que lograré superar a Mochida, lo he pensado y no sé cómo me logré enamorar tanto de él- habló pasando su mano por su cabello.
-Hijo, a veces uno se enamora de quien menos piensa -sonrió la castaña- Así es el amor -comentó con una risa.
La conversación siguió por varios minutos, Tsunayoshi le platico sobre todo lo que había hecho en estos casi dos meses, hasta sus salidas con su antiguo tutor, algo que no sorprendió a su madre, ya que en el fondo sabía lo que su pequeño había sentido por el de patillas risadas.
En la cena, Timoteo le comento a su nieto si quería ayudarlo en la empresa, por lo que el castaño acepto encantado, sabía que tarde o temprano tomaría el control de esta y empezar a entenderla pronto sería mejor.
Así poco a poco Tsunayoshi se instauro una rutina, se levantaba temprano y desayunaba, luego se iba con su abuelo al lugar de trabajo. Ahí pasaba varias horas ordenando papeleo y revisando informes sobre la creciente demanda de los hoteles.
La empresa hotelera Vongola se caracterizaba por dar lo mejor de lo mejor a sus huéspedes, situarse en lugares donde no perturbaran el medio ambiente, ni al entorno en sí.
-No he visto a Xanxus- menciono el castaño.
-Tuvo que viajar al Caribe- respondió el anciano- A inspeccionar cómo va el resort- concluyo.
Al otro lado de la ciudad, específicamente en la universidad, Reborn se preparaba para dictar una clase o eso intentaba. Durante toda la noche intentaba averiguar qué era lo que sentía por el su ex alumno, pero su terquedad no lo dejaba admitirlo.
Al finalizar la lección, varias alumnas se le acercaron con sonrisas coquetas a supuestamente preguntarle algo que no habían entendido. Siempre era así, las mujeres se le acercaban solo por su atractivo, sin importarles nada mas, no estaba diciendo que todas las mujeres eran iguales, tal vez no había tenido la suerte de tener a la persona adecuada a su lado.
Recordaba el pasado y las relaciones superficiales que había tenido, estas duraba una semana y con suerte meses. Pero ahora buscaba algo más, algo más profundo, alguien con quien compartir sus pasatiempos, que no le molestara que pasara el día entero metido en un libro.
Se detuvo instantáneamente, en su mente se vino la imagen de Tsunayoshi, el cual en sus salidas siempre lo escuchaba atento a todo lo que le contaba, hasta le pedía que le dijera mas, compartían su adicción por la literatura, el amor por la cultura italiana, entre otras cosas.
-No puede ser- susurro tapando su cara con su mano y sintiendo el palpitar de su corazón.
Ya por la tarde y al salir de la facultad, camino por las calles hasta una cafetería. Entro en silencio y se sentó en la mesa que estaba al lado de un gran ventanal que proporcionaba una hermosa vista a la plaza de la ciudad.
Pidió un capuchino y mientras lo bebía, reflexionaba sobre lo que había pasado hace unas horas, pero sin importar cuantas veces lo pensara, llegaba a la misma conclusión. Estaba enamorado.
Pago la cuenta y salió con un objetivo en mente, al llegar a la tienda entro decidido.
Tsunayoshi y Timoteo llegaban al hogar, después de un largo día de trabajo.
El castaño camino a su habitación y fue directamente al cuarto de baño para tomar una reconfortante ducha. Al salir decidió ponerse algo cómodo para pasar lo que quedaba de tarde en la biblioteca.
Reborn estacionaba su auto fuera de la finca de su amigo, miro al asiento de copiloto y sonrió.
-Quédate en la caja, será un momento- menciono saliendo del vehículo.
Una sirvienta lo atendió y le dijo donde se encontraba el menor.
Abrió lentamente la puerta de la biblioteca para encontrar en el sillón, que estaba al frente de la ventana, a su antiguo pupilo.
-Tsuna- dijo este dejando el paquete en el escritorio, lejos de la mirada canela.
-Reborn- nombro levantando la mirada- ¿Vienes a cenar con nosotros?- pregunto dejando su libro de lado.
-Si- respondió rápidamente- Pero también vengo a darte algo.
-¿Algo? ¿A mí?- pregunto sorprendido.
-Cierra los ojos- ordeno, viendo como obedecía, tomo la caja y la deposito en las manos ajenas- Ya puedes abrirlos.
El castaño lo miro a él y luego al paquete que tenía entre sus manos.
-¿Qué es?- preguntó- ¿No es una bomba o algo así?- lo miro fijamente sacando una pequeña risa del contrario.
-Porque simplemente no lo abres- dijo Reborn.
Tsunayoshi estaba emocionado, cuidadosamente y lentamente levanto la tapa, escucho un maullido.
-Reborn- hablo emocionado- Es adorable- menciono sacando al pequeño gatito de color miel.
-Me alegro que te allá gustado- dijo el azabache sonriendo.
Para sorpresa del mayor y sin darse cuenta, el castaño lo abrazo.
-Gracias- dijo dándole una cálida sonrisa.
El contrario no pudo articular ninguna palabra, solo veía como Tsuna volvía con el pequeño animal y lo alzaba para poderlo acurrucar en su pecho.
El trance que tenia Reborn al ver al castaño fue interrumpido por una sirvienta que anunciaba que la cena estaba lista. En esa fracción de segundo, el azabache tomo la decisión de ganarse el corazón del menor, lo haría olvidar todo lo que había pasado y le mostraría que él podía ser el hombre que mereciera su amor.
Continuara...
Holiii <3 les traigo un nuevo capitulo recién salido del horno y un día antes <3
espero que les guste <3 y dejen su comentario de que les pareció ;)
nos vemos en una semanita mas <3 bye bye
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Me olvidé de olvidarte [COMPLETA] [KHR]
Fanfiction[R27] Su vida era perfecta. Había ido a un buen colegio, tenía excelentes amigos, su familia lo amaba y era el sucesor de una de las empresas hoteleras mas grande del mundo. Todo iba bien hasta que descubrió a su prometido y futuro esposo, de...