No volveré a beber.

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Tweek tenía 18 años. Prácticamente un adulto, un hombre hecho y derecho. Sin titubear, sin temblar, yendo tranquilo por la vida. 

Los que lo conocían desde niño y no le habían visto desde hacía un tiempo se sorprendían totalmente.

Era como una persona 100% distinta, pero enserio era él.

Craig de verdad había hecho un gran trabajo cuando dijo que lo cuidaría, y se lo llevó a vivir consigo a otra ciudad.

Pero, ¿cuál era el secreto?

¿Cómo transformabas a un maniático en un tipo relajado?

Fácil: intercambias al café por cariño.

Y de hecho sí suena sencillo, pero la historia detrás era oscura y amarga, como lo era a veces el café mismo.

Craig estudió a Tweek y a su comportamiento cerca de esa bebida (que Tucker consideraba maligna) para poder sacar alguna conclusión útil.

Y sí la consiguió. Fue su base para entender la personalidad de Tweek y poder adentrarse en el corazón del rubio, que no podía concebir otro tipo de calor que no fuese de una taza humeante del líquido.

Al fin el chico pelinegro consiguió llegar a su meta, se ganó la confianza de Tweek y le hizo prometer no beber nunca más.

Después de todo no era sencillo controlar a Tweek cuando entraba en alguna de las 7 etapas del café.

Las 7 etapas del café. [CREEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora