Buenos días.

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Dolor de cabeza.

Dolor en el cuerpo.

La sensación de tener los oídos rellenos de algodón.

Un sabor extremadamente amargo en la boca.

Incluso algo de mareo.

Tweek se hallaba en la mierda. No quería ni abrir los ojos. Sabía que algo malo había pasado, pero no quería saber qué.

A pesar de sus sospechas (muy acertadas) de que algo malo se vendría, encontró lo bueno en toda su situación.

Sintió un brazo que lo rodeaba, y no necesitaba preguntar quién era.

Notó que estaba con Craig detrás de él, pero no estaban en una cama. Estaban en un sillón, donde muy apenas cabían.
Aún sin abrir los ojos escuchó el ruido de bolsas de plástico, y algo de gente, al parecer en el exterior.

-¡Oh dios mío, mataron a Kenny! ¡Agh, mi cabeza!

-¡Hijos de puta!

Tweek entonces recordó: había asistido a una fiesta en casa de Stan. ¿Pero qué más había pasado? ¿Por qué estaban ahí, por qué no habían vuelto a casa?

-Buenos días, cariño.

-Ah... B-buenos días, Craig...

El azabache sabía que su novio intentaría averiguar qué había ocurrido. Siempre pasaba así. Antes de que se le ocurriera preguntar algo, lo apretó más contra su cuerpo.

Tweek sonrió, volviendo a cerrar los ojos. Con Craig no siempre habían muchas palabras, pero sus acciones solían decir mucho.

Sin embargo, él era un hombre. Ya calificaba como un adulto. Así que se sentó lentamente y se preparó para enfrentar las consecuencias de sus acciones.

-Tranquilo, honey.

-¿Qué tan grave fue?

-Pues... Le tiraste un diente a Cartman. Y le arrancaste cabello a Kyle. Tal vez sean los más afectados por todo...

-Oh Jesucristo... ¿Por qué nunca recuerdo?

-No importa.

Los chicos hablaban sin verse, Tweek estaba algo apenado.

A Craig realmente no le molestaba cuidar a Tweek y responsabilizarse por lo que hacía cuando no estaba en sus 5 sentidos.
Alguien tenía que hacerlo, y él lo quería mucho.

Pero el chico no podía evitar sentirse un poco mal.

Los jóvenes se terminaban de despertar, cuando un chico robusto utilizó todas sus fuerzas para empujar el sillón y tirar a los dos jóvenes.

-¡Arriba, gays! Khal me obligó a limpiar la sala.

-Agh, como sea.

Craig se levantó junto a Tweek.
La pareja salió al patio trasero, donde estaban Kyle y Stan.
Al parecer el azabache había vuelto a su personalidad amargada de siempre.

-Agh, odio el sol.

-¡Ayúdame a recoger, Stan! Es tu casa...

-Sí, es mi casa... ¡Y me arrepiento! ¡Agh, mi cabeza! ¡Dejen de gritar!

Al ver a un pelirrojo recogiendo vasos plásticos del suelo y a un anfitrión con resaca descansando debajo del único árbol en el lugar, la pareja tomó bolsas de basura y ayudó. Tweek se acercó a Kyle rápidamente.

Kyle les miró y sonrió un poco. Tweek estaba tranquilo con ese gesto.

-Buenos días.

-B-buenos días, Kyle...

Craig los miraba: Tweek, de espaldas a Craig, comenzaba a disculparse y Kyle sonreía.
Le agradaba que su novio fuera un hombre tan atento y que pidiera perdón a pesar de no haber estado consciente de sus actos.

Dejó de lado al rubio y al pelirrojo hablando al lado suyo y enfocó su vista en Stan.

-Parece que alguien bebió de más anoche...

Stan soltó una risa, pero le sacó el dedo de en medio, gesto que Craig correspondió.

-Y encima la música era una mierda... Literalmente.

-Al fin alguien que lo entiende...

Craig continuó limpiando el jardín en el que estaba la mayoría de las personas la noche anterior. Era lo menos que podía hacer.

Cuando los chicos que se quedaron terminaron de dejar la casa en condiciones decentes, pudieron sentarse por un momento de paz.

Clyde y Token se habían ido al cerciorarse de que el rubio estaba bien y que el azabache podía hacerse cargo de la situación. Quedaron de acuerdo para salir en dos días a los nuevos locales comerciales que habían en South Park.

Después de hablar un poco, Craig decidió que era hora de irse. Aún dándole la espalda, le habló a Tweek.

-Bebé, hoy íbamos a ver a tus papás. ¿Recuerdas?

-¡Oh, sí! Tienes razón, sentía que algo se me pasaba...

Se despidieron de forma rápida pero sincera. Tweek había pasado mucho tiempo siendo amigo de esos chicos, y les agradaba a pesar de todo. Kyle le invitó a que pasaran un día juntos mientras seguía de visita, y Tweek accedió, realmente feliz de que nadie hubiera hecho burla de su problema con la cafeína.

Por fin habían salido de esa casa. Tweek estaba exhausto y adolorido, y para Craig no era muy diferente.

Craig le abrazó por los hombros mientras caminaban. El rubio era afortunado. Ninguno necesitaba ver la cara del otro para saber qué había una sonrisa dibujada.

Y al parecer no habían consecuencias, después de todo...

Mientras caminaban, la gente los veía y se reía de ellos. Craig no entendía, hasta que pasó junto a un auto estacionado y miró su reflejo.

Tenía la cara pintada con rotulador.
Recordó entonces porque nunca era buena idea quedarte dormido en una fiesta.

Tweek vio nuevamente a Craig, poniéndole atención puesto que casi toda la mañana no había visto su rostro, y percatándose de que efectivamente tenía un "soy un hijo de puta" en la frente.

Craig miró a Tweek y observó un simple pero gran pene en la frente de su novio.

-Carajo.

Al parecer sí habían consecuencias después de todo.

F I N

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Las 7 etapas del café. [CREEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora