Las 7 etapas del café. [CREEK]

Etapa 3: Agresividad

Kyle era un chico fuerte.

Al menos no era considerado débil...

Pero al tener a otro tipo sobre él, agitándose como demente y tratando de golpearlo, la fuerza no podía.

–¡Tweek! ¿Qué demonios te pasa, viejo?

Stan miraba la escena, ebrio, riendo un poco y tomando de un vaso que a saber de dónde lo sacó.

–¡Y tú, Stan maldita sea, deja de beber y ayúdame!

Tweek seguía gruñendo y tratando de jalar el cabello de Kyle.

–¡Tweek, estás loco!

–¡Ngh! ¿Crees que esto es estar loco? ¡Te enseñaré la puta locura!

–¡Ahh, no! ¡Deja mi ushanka!

–¡Voy a matarte!

–¡Aaah!

–¡AAAAAAGH!

☕

Craig escuchó y no dudó en bajar las escaleras a toda velocidad.

Clyde y Token lo siguieron.

El pelinegro creyó hacer escuchado ruido en la planta baja y, tal como lo pensó, ese ruido provenía justamente de Tweek.

Bueno, y de Kyle.

–¡Ay, mi cabello, mi cabello, mi cabello!

Craig, junto a sus dos amigos, observó la escena.

Stan aplaudía y seguía riendo. Algunas personas pasaban, tomaban una foto con su celular y seguían su camino, y más importante: Tweek estaba sobre Kyle, arrancándole cabello al parecer.

–¡Carajo, Tweek!

–¿Qué quieres, maldita sea?–Tweek se puso alerta y dejó al pobre Kyle en paz de una vez por todas, para levantarse y encarar a Craig.

Clyde y Token se miraron entre ellos. No era ninguna pelea de pareja. Tweek estaba realmente hostil. Clyde estuvo a punto de preguntar, cuando la voz monótona de Craig lo interrumpió.

–Sí sí sí, etapa 3, agresividad, lo que sea... Ayuden al judío mientras yo me llevo a Tweek a casa.

–¿Llevarme? ¿A dónde vas a llevarme, hijo de puta?

–Tweek, cálmate, vamos a...

–¡Si me tocas te mato, marica estúpido!

–Agh, Tweek...

–¡Café, dame café!

–No.

–¡Puta madre, dame café! ¡Lo necesito, coñooooo!

Tweek comenzó a tirar golpes contra el chico que estaba frente suyo, tratando de razonar con él.

Craig reaccionó al sentir el puñetazo estamparse en su mejilla, y en ese momento comenzó a forcejear con el rubio.

No quería golpearlo, sabía que no era su culpa.

☕

Stan dejó su vaso rojo en la mesa del comedor y se acercó a Kyle, quién veía la escena con temor, aún en el suelo.

Se empezó a reír.

–¿Y tú de qué mierda te ríes?

–Je, t-te falta cabello...