Desperté por un estruendoso ruido que provenía del baño, seguido de un maldecir que reconocí al instante. Tal vez, Minho luchaba contra algún objeto el cual no pudo mantener entre sus manos. Sonreí ante esa imaginación y me giré hacia el otro costado y me acurruqué entre las sábanas y cerrar los ojos nuevamente, sin importar que hora era.
Minho me volvió a despertar al abrir la puerta de su habitación, era mi única oportunidad de poder quedarme dormido un rato más, pero, él me lo impidió con su brusquedad al caminar por el suelo del segundo piso, quejándose, como si no se diera cuenta de que estaba allí depositado sobre su cama con su perfume embriagador.
- ¿Podrías dejarme dormir un tantito?. – le rogué.
- Lo siento , es que soy así todas las mañanas…había olvidado que estabas aquí. – se acercó a mi para darme un beso en la frente. - ¿cómo dormiste?.
- Bien, supongo, ¿y tú?. – froté mis ojos y me senté para verle mejor. Vestía unos jeans azules ajustados y una sudadera negra que mostraba sus músculos trabajados.
- Bien, igual, gracias. – sonrió. - ¿te levantarás para terminar el trabajo o te quedarás acostado ahí toda la mañana?.
- ¿Qué piensas tú?.
- Que te quedarás acostado el resto del día.
- Si, eso haré. – me fundí bajo las sábanas nuevamente y él me destapó, poniéndose sobre mi y acariciando mi vientre con suavidad y delicadeza, provocando leves cosquilleos en él. – Detente, Minho. – dije soltando una pequeña risita.
- ¿Por qué?, tu vientre es lo más exquisito que he visto. – dijo, dándome un beso a un costado de él. Luego ,dibujó varios círculos invisibles con su dedo índice, mientras besaba mi cuello, o mejor dicho, lo succionaba como una sanguijuela, dejando leves marcas de color rosa pálido.
- Basta, Minho… - le rogaba, atado a su cuello. No puedo evitarlo, es…extremadamente perfecto, y lo que hace me volverá loco. ONEW… - le frené. Él me miró con el ceño fruncido. – Eres mi profesor, debemos trabajar en el escrito. – se hizo a un lado de mala gana y se cruzó de brazos.
- ¿Ves como echas todo a perder?.
- ¿Qué?. No he echado nada a perder. – me levanté de la cama y lo rodeé con la mirada de cerca y le planté un beso en los labios, luego salí corriendo hacia el baño. Al parecer ha quedado como Oops! de pie. Me mordí un labio al pensar en ello y abrí el grifo de la ducha.
Me puse mi ropa del día anterior, lavada y secada amablemente por Anne, la ama de casa de Minho, la cual nos sirvió el desayuno con alegría y él la invitó a desayunar con nosotros y charlar del diario vivir.
Cuando terminamos ,nos levantamos de la mesa y logré convencer a Anne de ayudarle a recoger los platos y lavarlos porque se notaba a kilómetros que era mujer dedicada por aquel joven profesional por él que comenzaba a delirar.- ¿yo acabo de pensar en eso?. – golpeé mi cabeza contra la pared de mi habitación. Onew ni me ha llamado, ni siquiera tecleado un mensaje de texto, ¿qué sucede con él?, íbamos a vernos hoy. Pensé jugando con mi almohada en forma de mariposa, lanzándola al aire, devolviéndose a mis manos y así sucesivamente. El timbre resonó por toda la casa.
- ¡Jonghyun!,baja, es Onew. – hablando del Rey de Roma…que el burro se asoma. Me levanté de un salto de la cama y abrí la puerta de golpe, bajando las escaleras para recibir a mi novio quien se encontraba de pie y con las manos en los bolsillos conversando brevemente con mi madre, que sonreía ante cada comentario Me abalancé sobre él y le di varios besos por todo su rostro blanco y perfecto, mientras que él reía divertido por mi recibimiento, pues, no le había visto en más de dos días.
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~Locamente enamorado de mi profesor~ (Hohyun)
FanficMinho, profesor de Historia y Geografía. Carismático, atractivo a la pupila de las chicas y chicos del Instituto. No pasaba desapercibido por ningún rincón de esa estructura juvenil. Kim Jonghyun, simpático, risueño, gustaba por el buen vivir con su...