Capítulo 13.

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Minho se quedó en silencio y sonrió. Con eso me dijo que eran mutuas nuestras sensaciones. Solo maldecía que fuese mi profesor. Pero, es que no habían otras circunstancias para haberlo conocido más que en el Instituto. Me pregunto como hubiese sido conocerlo en un bar nocturno, ¿gracioso, no?.

-         ¿Cuándo será el día que te lleve a tomar un helado?, ¿qué pueda tomarte de la mano por la calle?, ¿por qué tenemos que actuar como adolescentes escondidos de nuestros padres porque no nos dejan estar juntos?, ¿por qué es tan complicado todo esto?, ¿por qué?. – su voz parecía que se iba a cortar en cualquier momento e iba a sollozar en mi brazos como un niño pequeño. Un pajarito cantaba en la ventana. – a veces, cuando te observo en mis clases, siento unas ganas inmensas de abrazarte o de besarte, por tan solo tenerte cerca, pero, están los alumnos allí y podrían acusarme de abusador.

-         Eres mi abusador favorito. – ordené su cabello castaño. – ya tendremos la oportunidad de gritar lo que sentimos.

-         ¿Por qué tenías qué tener una relación con Onew?, ¿por qué no te conocí antes que él?

-         Tal vez era nuestro destino, tú lo sabes.

-         No lo sé todo, Jonghyun. Solo sé que te amo tanto, que si no terminas con Onew, no sé que haré con mis sentimientos. Pienso que tendré que ir a un centro de rehabilitación porque eres como una enfermedad mental.

-         ¿Qué dices?. – le pegué levemente en su pecho. - ¿por qué eres tan cursi?

-         Tú me pones cursi, Jonghyun. Yo antes era un completo idiota, una persona vacía, sin corazón. – rodó los ojos. – te vi en esa sala de clases, mi mundo se iluminó y supe lo que quería. Yo intenté buscar la forma de atraerte hacia mi, y lo logré.

-         ¿Qué?, ¿cómo es eso?. – pregunté curioso.

-         Yo… - dijo algo avergonzado. – sabía de las becas porque estudié en esa Universidad. Me enteré de que escribías hermoso a través de tu informe, las ideas llegaron solas. Tú cediste conmigo, aunque no querías, yo sentía que dentro de ti, dentro de todas las veces que tu amigo hablaba sobre mi, había una chispa.

-         Estás loco, realmente.

-         Lo sé, estoy loco, pero, deja de recalcármelo. – me besó en la mejilla.

Nuevamente comenzó con el jugueteo de nuestros cuerpos.
Y después de tantas confesiones juntas, porque nuestros encuentros eran románticos, de confesiones ocultas, y de sensaciones inmensas que apuntaban a un solo camino: El amor prohibido, lo clandestino.
Pero, ahora era mi turno. Besé su cuerpo indiscutiblemente, rasguñe su espalda mientras ingresaba en mi y mordisqueaba sus hombros provocando gritos aturdidos y llenos de placer que le generaba. No entendía como podíamos encontrarnos en esta situación, como vernos figurados entre fieles amantes, ya no como profesor y alumno.

Me invitó a ducharnos juntos, nos enjabonamos el uno al otro y nos acariciábamos como niños pequeños, él me masajeaba el cabello con el shampoo y yo a él, me cepillaba el cuerpo y lo besaba bajo el agua tibia que caía sobre nosotros, y a veces me mantenía abrazado por unos minutos, diciéndome a ojos cerrados lo mucho que me amaba. Cerró el grifo de la ducha y abrió la cortina, envolviéndose en una toalla blanca alrededor de su cintura, y envolviéndome a mi en otra, cargándome como a un niño, dejándome de pie en el suelo. Sequé mi cabello con la toalla y él me secó el cuerpo con su toalla y se la volvió a poner, lo que me causaba gracia. Me trataba como a un muñeco. Me llevó de la mano a su habitación, y como era viernes, me pidió que me quedara con él hasta el domingo. No dudé en aceptar y llamé a mi madre mintiéndole que me quedaría en casa de Key por este fin de semana, siendo que me la pasaría con Minho en su hogar.

~Locamente enamorado de mi profesor~ (Hohyun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora