~Locamente enamorado de mi profesor~ (Hohyun)

Capítulo 15.

Abrí los ojos. Suspiré.
Me hallaba en la habitación de Onew. El día anterior me había quedado en su hogar, obviamente, acepté porque él me lo pidió. No podía escapar. De todas formas… era su novio.
Me levanté de la cama sigilosamente sin despertar a Onew. Caminé hacia la puerta del baño y la abrí, me urgía hacer mis necesidades. Cuando ya estuve listo, me di cuenta de que él ya había despertado con una sonrisa de oreja a oreja, con las manos en su nuca y observando todos mis movimientos. Me acosté junto a él y me abrazó. No era lo mismo que estar bajo los brazos de Minho y eso… me dolía en el corazón. Dolía tanto. Volví a suspirar, pero, esta vez, fue un suspiro con sabor a melancolía, angustia por no hablarle.  Estas no son horas para ponerte a pensar en Choi Minho, Jonghyun. – me golpeé la frente varias veces y Onew rió algo confundido por esa reacción mía. Sonreí y le di un pequeño beso en los labios.

-         ¿Qué hora es?. – me cuestionó. Miré mi teléfono celular que se ubicaba sobre la mesa de noche de él y vi que tenía otros cinco mensajes, todos de Minho.

-         Las nueve y quince. – respondí.

-         ¿Por qué no vamos al cine?

-         ¿Al cine?, ¿qué película quieres ver?

-         No lo sé. No he visto la cartelera. –rió. - ¿o quieres ir a comer a algún lugar?

-         Me gustaría ir al cine.

-         Bien. – dijo.

Bajamos a la cocina a desayunar con Key, quien tenía el rostro por el suelo, como si se lo hubiesen pisoteado. Yo pensé que nuevamente había caído en una “depresión” por lo sucedido con aquel chico. Como me gustaría saber sobre él, más no me contaría. Yo tendría que contar mi engaño también.

-         Espero que no tengas que ir de viaje, ¿o si?. – dijo la madre de Onew mientras le servía agua caliente en su taza de café seco.

-         No lo sé. Es algo que tienen que avisarme los técnicos de la Universidad. – contestó calmadamente mi novio. - ¿por qué?

-         Sólo pregunto. – se sentó al lado de Key. – es que, no sabes como te extrañé, hijo.

-         Ay, mamá. No digas eso en frente de Jonghyun.

-         ¿Qué tiene de malo?. – sonreí.

-         Es que, me da vergüenza. – se encogió de hombros.

-         ¿Tienes miedo de que Jonghyun sepa que eres mamón?. – burló Key.

-         ¿Eres tú la que se pone a llorar por las noches de lluvia y relámpagos y se va a dormir a la cama de mamá?. – la apuntó con la taza elevada.

-         Te odio. – reí por lo bajito. A pesar de la distancia, seguían igual con las discusiones. Tuve que intentar no atorarme con lo que comía, y por lo que decían. Eran unos completos niños de cinco años cada uno.

-         Jonghyun, ¿te quedarás a almorzar con nosotros?. – dijo ignorando las discusiones entre sus hijos.

-         Si usted lo quiere.

-         Claro que si, cariño. – sonrió. – quiero que te quedes, como solías hacerlo cuando comenzaste a salir con Onew. – sí. Era cierto de que yo al comienzo, varias veces aparecía al hogar de los Kim, sobre todo en los almuerzos familiares. Antes de que el padre de Onew tuviese que ir a trabajar a Suecia y abandonarlos por casi tres años consecutivos. Él sólo llegaba para fiestas importantes como Navidad, año nuevo y algún cumpleaños especial para él.