No sé que tan buena idea sea contarle absolutamente todo lo malo que me ha sucedido durante estos largos y difíciles meses desde que inicié mi clandestino romance con mi profesor de Historia. No recuerdo el día exacto de aquello cada vez que lo pienso. Lo que si tenía claro es que tengo ventajas, pero, más desventajas de contarle cada episodio a Luhan, pues, craneando un poco, es el mejor amigo de Onew y también se ha vuelto casi el mío. Suspiré y agaché la mirada, jugando con mis manos intentando captar cada posibilidad e imposibilidad de hablar. De abrir la boca y que el mundo entero se diera cuenta de esto que siento. Esto que ya dejó de ser prohibido. Él sonreía en silencio obviamente, esperando mi respuesta. Tragué saliva. Luhan era de esos hombres de una especie extraña. – o no sé si deba catalogarlo como extraño. – a mi parecer es de aquellos seres pacientes, lentos… no tan lentos como él, que se toman en serio la vida pero con lentitud… ¿más claro que eso?.
Yo podría disparar con cañones.
Yo podría volar y gritar.
Yo podría actuar eso si tuviese las agallas suficientes. O si las tengo y soy tan imbécil que no me atrevo.
No sé por qué me he vuelto tan cobarde e inseguro. Antes iba sin topa por el camino sin avergonzarme, ni esconderme. ¿Qué pasó con ese Jonghyun?, ¿por qué lo dejé ir tan rápido?.Sólo sé que me siento seguro en compañía de Minho. Si él estuviese aquí, me diría como actuar frente a la vida, que decir, que hacer. Más que mi novio… es mi otra mitad, pero, tengo miedo. Demasiado miedo psicológico. Aquel miedo que me he provocado a flor de piel.
- ¿Algún día me hablarás?
- ¿Ah?
- Llevas más de diez minutos “mirándome”. – rió. –
- Lo siento. – me llevé una mano a la boca. – es que, ¿te digo la verdad?. No sé si contarte porque puedes recontarle a Onew.
- ¿Por qué tendría que hacerlo?
- Porque eres su mejor amigo.
- Mmmm… vale. Eso es cierto. – hizo una mueca. – pero, también eres mi mejor amiga, no tendría que contarle nada acerca de ti.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo. Palabra de Luhan. – alzó una mano al aire y un fuerte viento pasó por sobre nosotros. - ¿sabías que cuándo te quedas en silencio y pasa un viento es un ángel?
- No lo sabía.
- Ahora lo sabes. Y te protege de todo esto. Al final saldrás bien de tus problemas, de tus quejas, si confías y perdonas.
- Estás loco.
- Tal vez.
Y así fue. Le conté todo. Con un gran pesar y miedo pero lo largué como si abriera el grifo de la ducha y a él le cayera como pequeñas gotas de baño.
No me odió. Tampoco me juzgó.
De hecho: ¿por qué nadie lo hacía?. ¿Por qué creen que soy bueno?. No lo entiendo.Le abracé antes de que se marchara y le agradecí por todas y cada una de sus palabras. Respiraba con más calma. Sin culpas. Sin arroyos.
Recostarse sobre la cama y sentir un gran alivio era el mejor sentir. Me hacía sonreír. Me hacía vibrar.Esa mañana desperté con un fuerte dolor de cabeza y varios mareos que me hicieron volver a caer sobre la cama. Toqué mi frente y di un largo suspiro. Me sentía débil, sin fuerzas, sin ganas de levantarme de aquel colchón que es mi amigo durante ocho horas. Mi madre, como cada mañana pasaba a tocar mi puerta, molestándome, alentándome a ponerme de pie. Hoy no lo logró. Al darse cuenta de que no respondía a sus llamados, abrió la puerta de golpe, y me vio allí, aún recostado, indefenso. Se acercó a mi para observarme con claridad. Me dijo que estaba pálido. Y me cuestionaba, una y otra vez mi estado emocional y otros estados que muy bien no logro recordar porque luego de eso… cerré los ojos y medio sonreí.
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~Locamente enamorado de mi profesor~ (Hohyun)
أدب الهواةMinho, profesor de Historia y Geografía. Carismático, atractivo a la pupila de las chicas y chicos del Instituto. No pasaba desapercibido por ningún rincón de esa estructura juvenil. Kim Jonghyun, simpático, risueño, gustaba por el buen vivir con su...