~Locamente enamorado de mi profesor~ (Hohyun)

Capítulo 20.

Observar como se movían las burbujitas del vino blanco y como Minho alzaba la copa arqueando ambas cejas y esperando mi respuesta definitiva, generaba en mi un gran nerviosismo y un cosquilleo por mi estomago que parecía que en cualquier momento iba a explotar. Por fin podría estar con él oficialmente, sin esconderse. Sin fingir.

-         ¿Te vas a quedar muda para siempre?

-         Yo…

-         Jonghyun, ¿me amas?

-         Te amo.

-         ¿Y entonces, quieres seguir en secreto o cambiar las cosas?

-         No lo sé, Minho.

-         Deja de pensar en los demás. – me respondió amablemente, tranquilamente.

-         Es que no es que piense en los demás. Lo de nosotros es distinto. No fue normal.

-         Es lo que te he dicho desde siempre.

-         ¿Y qué pasa con tu trabajo?. Lo vas a perder por mi culpa.

-         Nuestra culpa, y eso me incluye a mi. Lo sé. Pero, no me importa.

-         ¿Estás seguro?

-         ¿Por qué dudas de mi?. Estoy tan seguro como me llamo Choi Minho.

Las luces se apagaron.
Me encontraba en la habitación 354 del hotel Rousette de Londres, a duras penas de la oscuridad que nos embargaba.
Minho cerró la puerta con seguro, eso indicó dos cosas: Uno, que no quería que nadie nos molestara. Dos, que lo que se quedaba en la habitación 354, se queda en la habitación 354. Me estaba quitando los zapatos negros, no soportaba andar con ellos de un lado para el otro. Se acercó a mi para besar mis labios y dejar caer aquellos zapatos. Que acariciara mi cuerpo como la primera vez para mi era un gran relajo. Me perdía en ese palpar suave, acompasado y tenue. Sentir sus cálidas y grandes manos hacía que me sumergiera en un charco de sensaciones que ni yo mismo podía explicar con palabras, sólo era… vivir el momento indescriptible con Choi Minho.

……..

-         Te envié un mensaje ayer, no sé si lo leíste.

-         Hola, Onew. – respondí.

-         Hola.

-         Si lo leí. – medio sonreí. – aunque no creo que sea bueno esto.

-         Sólo quiero que seamos amigos.

-         No lo sé, Onew. ¿Qué tal si…?

-         Si, ¿qué?

-         Joven Jinki. – escuché la voz de Minho detrás de mi.

-         Profesor Choi. – dijo él. – buenos días.

-         Buenos días. Joven Kim. – en sus ojos podía notar aquel destello de molestia, de celos incalculables.

-         Profesor.

-         ¿Va a entrar a clases o se quedará aquí?

-         No. De hecho ya me iba a la sala. Nos vemos luego, Onew. – me despedí.

¿Ser amigos?, ¿eso es bueno o malo?

-         ¿Qué quiere Onew?. – me susurró al oído.

-         No lo sé.

-         Me dan ganas de matarlo.
-         En tus sueños. – le dije entre dientes. - ¡Hola, Kibum!