capítulo 18.

606 35 0
                                    

Simón PoV.

Pasó una semana desde que Ámbar se descompensó, yo estaba muy asustado por la situación pero el doctor me dijo que era por todas las malas noticias que había recibido y que estaba muy débil.
En fin, hoy vuelve a la mansión. Amanda se encargó de contratar gente para que dejara todo impecable.  Le había preguntado si quería sacar las cosas de su madrina pero dijo que no se sentía bien como para hablar del tema.

Ámbar PoV.

He estado muy deprimida, pero el doctor dice que estaré mejor en un tiempo cuando asimile todo lo que pasó. No me malinterpreten pero si el doctor hubiese dicho que mi bebé estaba vivo, yo estaría mejor. No estoy diciendo que no me duela haber perdido a mi madrina, pero era mi hijo y ya había aprendido a amarlo. Después está el otro tema de que quede en una  horrible silla de ruedas. Yo siempre fui muy independiente y ahora dependo de esta cosa nefasta para poder moverme. Y bueno, Simón no se ha despegado de mi, me enoja que me trate como si fuera a romperme o algo así, vivo discutiendo con el pero Simón solo agacha la cabeza y me dice que todo estará bien. Entiendo que se sienta mal pero creo que siente pena por mi.

Hoy es el día, me voy a casa, odio este lugar asqueroso lleno de olor a desinfectante, pero tampoco quiero volver a la mansión donde veo a mi madrina por todos lados. Voy a intentar salir adelante, no por mi, sino por Simón. Lo amo demasiado como para verlo sufrir.

Simón: lista amor? ( Me dijo dándome los brazos para cambiarme de la cama a la silla de ruedas).

Lo miré y asentí.

Simón: 1..2..3 ( me alzó y me sentó en la silla).

Simón: que se siente poder salir al fin de aquí?

Ámbar: un alivio diría, pero me da miedo volver a casa.

Simón: tranquila hermosa. Si tu quieres me quedaré contigo.

Ámbar: si, si quiero. Podrías mudarte conmigo, que decís?

Simón: como mi princesa ordene.

Simón PoV.

Llegamos a la mansión en la limusina, tino no dejaba de hablar de más  con todo lo que había pasado y yo miraba a Ámbar de reojo y sus lágrimas caían. Así que le dije a tino que se callara, ya me había hecho enojar. Lleve a mi novia estilo princesa porque la silla no podía rodar bien afuera.

Ámbar: amor?

Simón: si rubia, que pasa?

Ámbar: llévame a mi habitación por favor.

Simón: si mi amor, como tú digas.

Dije y la besé suavemente en la frente.

Cuando llegamos a su habitación la dejé despacio en su cama y la acomode para que se sintiera bien.

Ámbar: Simón podemos hablar?

Simón: si claro, dime!

Ámbar: quiero que cortemos nuestra relación.

Simón: QUÉ? POR QUÉ?
( Dije todo asustado)

Ámbar: si,  porque yo ya no puedo hacerte feliz, estoy en silla de ruedas, depresiva y no quiero ser una carga para vos.

Ámbar PoV.

Cuando dije lo que de verdad pensaba el comenzó a llorar y no me sacaba la mirada de encima, creo que lo lastimé y mucho.

Simón: mi amor, no seas tonta. Yo te amo con todo mi corazón, tu nunca vas a ser una carga para mi. Te quiero en mi vida para siempre. Aparte con rehabilitación podrás volver a caminar y yo quiero estar ahí para tí.

Ámbar: amor el doctor dijo que es casi imposible que vuelva a caminar.

Simón: hay un %20 de que lo logres y yo confío en ti.

Cuando terminó de decir eso se acercó y me besó. El beso se fue profundizando cada vez mas. Yo lo tomé por el cuello de su remera y lo atraje hacia mi sin parar de besarlo. Él recorría mi espalda con sus manos mientras bajaba a depositar besos por todo mi cuello. Esto se sentía muy bien, él podía hacerme olvidar de todo sólo con su tacto. Sentí que quería más, lo necesitaba con locura. Tome su mano y la puse sobre mi pecho mientras yo me quitaba mi blusa. El aprovechó el momento y me desprendió el corpiño dejándolo caer por mis brazos.
Tomó uno de mis pechos con su boca, lo mordía y pasaba su lengua por mi pezón endurecido por la excitación, yo bajé mi mano y comencé a masajear su enorme bulto por arriba de la ropa .

Simón PoV.

Ámbar me besaba con hambre y me tocaba con necesidad. Yo quería que ella se olvidará de todo lo malo, quería hacerla tocar el cielo, quería que fuera feliz. Lamí sus pechos con fervor y ella me clavaba las uñas en la espalda. Le saque con mucho cuidado el pantalón y su ropa interior sin dejar de besarle sus pechos. Luego fui bajando de a poco y besé su abdomen muy despacio ya que todavía estaba magullado por la herida de bala y cuando fui a bajar para besarle ahí abajo ella tomó mi cabeza y me atrajo para que la besara.

Ámbar: amor te necesito!

Me saqué mis pantalones y boxers de una manera fugaz y me posicione entre sus piernas, las cuales abrí con mucha delicadeza.

Simón: Ámbar estas segura?

Ámbar: si mi amor, te necesito dentro mío. Por favor (dijo suplicante).

Después de lo que dijo puse mi pene en la entrada de su vagina y empujé, muy suave ya que no quería dañarla.

Simón: amor estas bien?.

Ámbar : si mi amor, sólo que se siente bien volver a ser yo otra vez aunque sea por un momento, hazlo mas fuerte por favor!

Simón: y si te lastimo?

Ámbar: no lo harás y si algo me duele te lo haré saber.

Después de eso comencé a moverme más rápido para que ella disfrutara y yo también .

Ámbar: ah....Ah.. más .. dame  maaas.

Simón: t..te sentís ... Tan bien!!!

Apure el movimiento y  lo profundice lo  más que pude.
Nuestros gemidos se escuchaban muy fuertes pero a ninguno le importaba, éramos uno después de tanto tiempo. Nos dábamos todo el amor que sentíamos que no podíamos expresar con palabras.

Ámbar: ya..y.a llegooo. N..no..p..pa..resss

Simón: ahh..ahh amorrr.

Empezé a sentir los espamos interiores de mi rubia y me estaban llevando al borde.

Ámbar : ahhhhh ahh  si.. moon

Ella ya había llegado y yo estaba apunto. 2..3..4...5 embestidas más y...

Simón: ohhhh am..Amor.

Caí rendido a su lado y la abracé.

Simón: nunca más vuelvas a decir que te deje. Porque por más que lo ruegues yo nunca jamás me iré de tu lado dejándote sola, oíste?

Ámbar PoV.

Por un lado me sentí realmente aliviada de escuchar que el no se iría. Pero por otro lado me siento culpable de arruinarle la vida a él siendo tan joven. Yo se que el podría tener algo mejor que yo. Pero lo amo con mi vida y mientras esté conmigo trataré de hacerlo feliz como pueda.

Ámbar : está bien hermoso, te amo mucho, gracias por estar conmigo.

Simón: te amo mucho mi reina, nunca dejaré de estar aquí para tí.

Esas fueron las últimas palabras de la noche ya que cayeron rendidos en un profundo sueño.

Un clavo saca otro clavo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora