Cinco días, cinco días habían pasado exactamente desde que no se dirigían ni una sola palabra. Y cuando digo ni una es NINGUNA. Después del beso de aquel día, miley quedo aun más confundida de lo que ya se encontraba habitualmente. No dijo nada y se fue, sin disculparse como planeaba hacerlo. Pensaba que sería mejor no hablarse por un tiempo, así ella podía pensar un poco en la situación y en los nuevos sentimientos que estaba encontrando. Aunque ya se estaba cansando un poco, se sentía más sola que cuando estaba en el departamento.
Por otro lado, Justin no quería más estar así con ella. Por eso, había intentado dejar su orgullo de lado y prepararle una pequeña sorpresa, y tal vez podía lograr disculparse y decirle que él también estaba confundido, aunque no tuviera las agallas necesarias para hacerlo. Lo intentaría.
Ya era tarde y Miley se encontraba leyendo el último capítulo de su libro. Leer, era lo único que había echo en estos cinco días. Cuando su vista ya estaba algo cansada dejo el libro en la mesita de luz que se encontraba junto a su cama.
Sé acostó en la cama, pensando en que ya pasaba otro día sin dirigirse la palabra con Justin… y al ver que el no cedía pensaba que no le importara nada que tenga que ver con ella. Qué por cierto, no era para nada así, ya que Justin quería preguntarle como se encontraba ella y él bebe, entre otras cosas, pero su orgullo no se lo permitía. Hasta ahora.
Eran las 4:40 de la madrugada. Las gotas de sudor caían por el cuerpo de Miley. Sentía un intenso dolor en su vientre. Abrió los ojos de golpe, y se sentó con cuidado en la cama. Él dolor era demasiado fuerte, hasta peor que la noche donde perdió sangre. Miro sus sabanas para asegurarse de no haber tenido ninguna perdida. Suspiro aliviada cuando vio que no era así.
Él dolor era insoportable, no como siempre, no eran patadas normales. Sé sentía como si le estuvieran apuñalando el vientre o algo por el estilo.
Las lágrimas de dolor no tardaron en llegar. Respiraba exaltada, inhalaba y exhalaba, intentaba calmarse pero el dolor no cesaba.
Después de unos minutos de mucho dolor, fue calmándose un poco y reduciéndose. Se volvió a acotar en la cama, demasiado preocupada por lo que había acabado de pasarle. Temía demasiado por la salud de su hija.
—¡AHHHHHHHHHH! —Gritó de repente, una puntada más fuerte que las anteriores.
Gritaba sin pavor, el dolor había vuelto, no se había calmado, y ahora era peor que hace unos instantes. Justin no tardo en aparecer inmediatamente en la habitación apenas la escucho gritar. La miró preocupado y se acercó a ella.
—Miley ¿que te pasa? —No sabía como reaccionar.
—Ayúdame Justin, me duele… me duele demasiado. —Apenas podía formular algunas palabras. Respiraba pesadamente e inhalaba y exhalaba otra vez, para intentar ‘disminuir’ el dolor.
—¿Qué hago? —Su cara era de miedo y preocupación. —Mierda…—Murmuró. —Iré a llamar a la ambulancia. —Dijo temblando mientras salía de la habitación.
—¡No me dejes! —Gritó antes de que el saliera.
—Es solo un segundo iré por el móvil y vengo. —Explicó.
—¡Quédate! —Más que un pedido sonaba como una obligación. —AHHHHH. —Seguía gritando Justin no sabía que hacer, nunca había pasado por una situación como esta.
—Mira, iré a buscar el teléfono, llamare a la ambulancia y volveré enseguida si. —Explico cerca de ella. Sé arrodillo enfrente. —Estoy acá y no te va a pasar nada. —Le dio un corto beso en sus labios para calmarla, y después beso su barriga. Miley sonrió a medias.
Bajo para ir a llamar al medico y maldecía bajo el no tener uno en la planta alta. Mientras hablaba con la clínica pidiéndole una ambulancia escuchaba los gritos de Miley cada vez más desgarradores, se le partía el corazón.
Una vez encargada la ambulancia, que llegaría lo más pronto posible, corrió para llegar con su amada y darle apoyo, hacerle saber que él esta y estará con ella, pase lo que pase.
—Listo, la ambulancia ya esta por llegar, pídeme que quieres que haga no tengo idea, no sé que hacer en un momento así…—Miley lo interrumpió.
—Solo, cállate y quédate conmigo Justin. —Pidió molesta. Justin se acercó y se sentó en el borde de la cama, tomo la mano de Miley para hacerla sentir acompañada.
—Bésame…—Susurró después de un par de gritos, y pequeños gemidos de dolor.
Justin sonrió, se acercó para unir sus labios y formar un dulce y tierno beso. miley se enderezo para disfrutarlo mejor. Miley se separaba para dar pequeños jadeos de dolor, y volvía a unir sus labios con los de Justin.
Él timbre interrumpió, Justin cargo a Miley como un bebe para llevarla lo más rápido posible con la ambulancia. Abrió la puerta, con Miley aun encima, cuando abrió vio a los médicos, y para su suerte, una camilla. La acostó en esta y se asusto al ver que sus brazos estaban cubiertos de sangre, al igual que las piernas de Miley. Iba a decir algo pero al ver la reacción del medico prefirió callarse para no asustar ni alarmar más a Miley, que no se había dado cuenta ya que tenía sus ojos cerrados.
—Quiero que él venga con nosotros…—Murmuró poco audible Miley a los médicos antes que serraran la puerta de la camioneta.
Justin estaba ahí parado, sin saber que hacer. En estado de shock. Uno de los médicos le paso una toalla para que se sacara la sangre y así poder subirse junto a ella.
(+)
—¿Cómo están? —Preguntó Justin al medico que acababa de salir del cuarto donde estaban atendiendo a miley.
—Por ahora bien, ¿Usted es familiar? —Respondió el medico examinando a Justin.
—Si, soy…—Pensó. —Soy el novio. —Mintió.
—Ah, ¿el padre del bebe?
—No, no… yo no soy el padre.
—Correcto, venga a mi oficina por favor.
Justin asintió, y siguió al medico hasta llegar a una puerta con un pequeño cartel en el medio que decía: ‘Dr. Jonshon’. Esté lo hizo pasar y sentarse frente a él en el escritorio que había allí.
—Bueno, ¿Qué sucede? —Preguntó Justin, impaciente.
—Vera… hay malas noticias. —Justin respiro profundo y suspiro esperando sea lo que sea la ‘Mala noticia’. —El embarazo de Miley está en riesgo. —Empezó. Justin se tiró en la silla. —Ambas están en riesgo…—Comunico.
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Hasta que llegaste tú (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©
FanfictionAveces la vida te da sorpresas Ella estaba sola en esto... hasta que un día el llego y su vida cambiara. Un embarazo, una chica, un chico, una historia, dos protagonistas descubre una nueva historia de amor, locura, decepción, triteza y traición. "H...