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Oscuro, todo era oscuro, no sabía donde estaba, me había dormido, más bien dicho, me habían dormido

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Oscuro, todo era oscuro, no sabía donde estaba, me había dormido, más bien dicho, me habían dormido. Estaba secuestrado, no sabía que hacer, no veía nada.

De repente se abrió la puerta, al iluminarse la habitación vi a una persona de piel oscura, era mayor que yo, y muy delgado, llevaba una camiseta negra y unos pantalones claros, debía ser Luke, la otra persona que vi fue el que abrió la puerta. Era un hombre alto, o me lo pareció, ya que estaba sentado. Llevaba unas gafas de sol oscuras para que no se le viera la cara, también llevaba un traje oscuro y unos pantalones lisos y negros:

- Eh, tú, Mark, Bobby te quiere ver - dijo el hombre que había abierto la puerta.

- ¿Dónde estoy? ¿Por qué me habéis secuestrado? ¡Sacadme de aquí! - dije desesperado.

El hombre se acercó a mí, me agarró el brazo y, con mucha fuerza, me hizo levantar y me llevó hasta la habitación que estaba en el fondo del pasillo. Cuando abrió la puerta vi una gran sala, ahí estaba un hombre bajo, gordo y calvo, con unas gafas amarillas y unos ojos azules que parecían grises muy intimidantes y muy penetrantes. Tenía una cicatriz en la cara que iba de su mejilla derecha hasta el cuello. Estaba fumando un puro y parecía muy enfadado. Tenía que ser Bobby, era tal como me lo había descrito Scarlett.

- Tú debes ser Mark, ¿no? - dijo enfadado.

- Sí, ¿qué quieres de mí? Quiero irme de aquí - dije aun más enfadado.

- Ay chico... tú no sabes lo que es vivir la vida, y no meterte donde no te toca - dijo el hombre - pero tú eres un inconsciente periodista que solo busca meterse en problemas.

- Voy a sacarlo todo a la luz, y tú y tus compañeros traficantes vais a ir a la cárcel - dije decidido.

- Por eso te voy a matar antes - dijo con aires de superioridad.

Hizo un gesto al hombre que antes había abierto la puerta y me volvió a llevar a la habitación donde estaba antes, ahora ya no estaba totalmente oscura, Luke había encendido una linterna que iluminaba toda la habitación. La habitación era pequeña, Estaba recubierta de metal tanto el techo, como las paredes. El suelo era de una madera antigua muy húmeda y en una esquina habían tres cajas de madera grandes puestas una encima de otra. Fui a intentar abrir la puerta pero estaba totalmente cerrada:

- No lo intentes, ya lo he probado yo unas cinco veces - dijo Luke desilusionado.

- ¿Como has llegado aquí? ¿A ti también ta han dormido? - pregunté preocupado.

- Sí, me durmieron cuando llegaron a casa y no me acuerdo de nada, hasta que me he despertado aquí. ¿Sabes algo de mi madre? ¿Cómo está?

- Tranquilo, está bien - dije - Los hombres que te durmieron y te secuestraron han destruido la casa, pero a ella no le han hecho nada. Antes de que me secuestraran a mí también, hablé con ella.

- Esto no tenía que pasar, no tendría que haber sido así...

- Ahora no puedes cambiar nada de tus errores del pasado, tienes que mirar adelante. Y ahora lo que tenemos que hacer es salir de aquí.

- Es imposible llevo todo el día intentándolo y no puedo, esta habitación está totalmente cerrada.

Seguimos intentando encontrar una salida.

Cuando pasó una semana, que ya estábamos perdiendo las energías y la esperanza, se me ocurrió una idea, seguramente, por el tipo de suelo, no debíamos estar en una planta baja, debíamos estar en una bloque de pisos. Empecé a golpear el suelo mientras intentaba escuchar el ruido que hacía. ¡Era hueco! Eso significaba que abajo había otra planta y que a lo mejor, podríamos romper el suelo para salir de ahí.

Empezamos a golpear el suelo lo más fuerte que pudimos pero no había manera, ese suelo era irrompible. Entonces vi las tres cajas, en la esquina, que intentaban ocultar alguna cosa, las saqué del sitio donde estaban y vi que la madera estaba corroida por miles de carcomas y que era más fácil de romper. Empecé a golpearla con todas mis fuerzas hasta que empezaron a caer trozos de madera haciendo un pequeño agujero en el que cabía. Cuando bajé abajo vi una habitación de la misma grandura que la que estábamos encerrados. Miré por todos lados, había una puerta cerrada, pero la podía abrir, después había un sofá con una mesilla pequeña llena de cajones y también había una mesa con un ordenador. Intenté abrir el ordenador pero iba con contraseña así que no pude hacer nada. Regiré el sofá pero tampoco había nada. Pero cuando miré los cajones de la mesilla, me encontré con un móvil. ¡Tenía que llamar a Scarlett!

- ¿Scarlett?

- ¡Mark! ¿Mark dónde estás?, estoy muy preocupada, hace una semana que no vienes a casa ni a trabajar, ¿qué te ha pasado?

- Scarlett, que contento estoy de oír tu voz... El traficante que estáis investigando, me ha secuestrado. Llevo una semana aquí y me va a matar, tengo mucho miedo...

- ¿Qué? ¿Mark dónde estás? ¡Ahora voy a venir a por ti! ¡Aguanta un poco más!

De repente se abrió la puerta, era el señor que me había llevado con Bobby.

- Es demasiado tarde Scarlett, ya me van a matar - y colgué.

El hombre me agarró del brazo más fuerte de lo que me agarró el otro día y me llevó otra vez hasta Bobby. Y el traficante dijo:

- Creo que ya va siendo hora de matarte...

El Avión NevadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora