Dos horas, ya habían pasado dos horas desde que el avión despegó. Ashley estaba durmiendo, yo no podía, detrás tenía a un niño que cada cinco minutos le daba patadas al asiento, me estaba poniendo de los nervios pero ne le podía decir nada porqué despertaría a Ashley. Además, la señora que tenía al lado empezó a roncar de una forma muy fuerte. Yo quería dormir, pero entre el niño y la señora resultaba imposible. No sabía cómo podía dormir tan bien Ashley.
Pasaron dos horas más, el viaje era de once horas y media y solo llevábamos cuatro horas de viaje, y ya era un infierno. Ashley continuaba durmiendo tan plácidamente mientras el niño había acelerado el período de patadas, ahora, en vez de cada cinco minutos eran dos, e inexplicablemente, las madres, se reían con él cuando lo hacía. Después, la mujer del lado, seguía roncando muchísimo, y, además, la pareja del fondo empezó a darse besos. Cada vez aguantaba menos ese horror del cuál no podía escapar. Así que decidí ir a hablar con Jack.
Pasé delante de la señora y crucé el avión hasta llegar a él, lo vi un poco nervioso, debía ser por las turbulencias que habíamos tenido hace media hora, así que hablé un poco con él para tranquilizarlo:
- Hola Jack, ¿cómo estás? - pregunté.
- Bien, estoy un poco preocupado, no he viajado mucho en avión y la verdad es que con las turbulencias de antes he pasado un poco de miedo, por ahora ya estoy mejor - dijo aliviado de tener a alguien a su lado con quien hablar - hablemos un rato, así no pienso en el vuelo.
- Me parece bien, aquí estoy mejor que ahí al final.
- ¿Sí? ¿Por qué? - preguntó con curiosidad.
- Ashley está durmiendo y no tengo nadie con quien hablar, y los que están a mí alrededor son una pesadilla - dije enfadado.
- Lo entiendo, suerte que has venido aquí y así nos hacemos apoyo mutuo - dijo.
Y seguimos hablando un rato sobre el motivo del viaje, le hablé sobre la historia de mi madre, sus logros y su accidente. Y luego le empecé a contar sobre el señor misterioso que nos había llamado y sobre todo lo que nos había contado.
- Con la experiencia que tengo, creo que no deberíais ir, puede ser peligroso. Un periodista se gana muchos enemigos al largo de su carrera, también investigamos, y también damos pruebas a los policías para detener a los delincuentes. Puede ser que esa persona misteriosa sea algún enemigo de tu madre que vaya buscando venganza - dijo preocupado.
- Tienes razón, pero tengo un presentimiento de qué nos puede ayudar con el misterio que envuelta la muerte de mi madre - dije convencido.
- Si tú lo crees, adelante - dijo - pero ten en cuenta de que no vas solo. Ashley nada que ver con esto, está viniendo solo por ti, si le pasa algo, será culpa tuya.
- Es verdad, pero seguro que no pasará nada, la voz del señor que me llamó me resultaba familiar, seguro que he tenido algún tipo de contacto con él - dije.
- ¿Tu madre estubo en algún juicio como testigo o algo parecido? - preguntó - porqué yo sí, puede ser algún criminal que gracias a ella lo pusieran a prisión.
- Ahora no estoy seguro... ¡Ah, sí! Ahora me acuerdo, estuve en un juicio dónde mi madre era una testigo, pero no me acuerdo del acusado - dije confundido.
- Puede ser que esa persona sea la que te ha llamado, que haya quedado en libertad y ahora quiera venganza - dijo.
- ¿Pero entonces por qué me ha llamado? ¿Por qué quiere que nos veamos? - pregunté.
- No lo sé, pero puede ser que no sepa que tu madre está muerta y que os secuestre para usaros como herramienta para hacerle hacer lo que quiera.
Y seguimos hablando un rato más hasta que notamos unas turbulencias y volví al sitio. Llevábamos más de ocho horas ya de vuelo, Ashley ya se había despertado y estaba mirando por la ventana, la luz le iluminaba la cara y sus ojos brillaban como nunca.
- Buenos días, a causa de una tormenta en el este de China nos hemos visto obligados a desviar nuestro rumbo de viaje, ahora pasaremos por la India, cruzaremos el océano índico y llegaremos a Hong Kong por el sud del país - dijo una voz por el altavoz situado detrás de nosotros, debía ser el piloto - El vuelo se retrasará unas tres horas, disculpen las molestias.
- Bueno, nos tendremos que esperar un rato más - dijo Ashley.
- Sí - dije yo.
Por suerte, el niño había parado de dar patadas y se había dormido y la mujer del lado se había despertado y estaba mirando el teléfono. Pero, aun así, no me gustaba estar ahí, necesitaba moverme, no iba a aguantar tres horas más ahí.
- ¡Mira, es el Everest! - dijo Ashley media hora más tarde de que desviaran el vuelo - ¡qué bonito!
- Es verdad, sobresale de las nubes y queda espectacular - dije emocionado.
De repente se escuchó un ruido muy estridente y el avión empezó a caer, todo el mundo estaba gritando, yo estaba paralizado por el miedo, después se escuchó otro ruido, era una bomba. Vi como el avión se partía en dos, cada vez cogíamos más velocidad, estábamos cayendo en picado, vi a alguien tirándose en paracaídas, debía ser el piloto.
Ashley me cogió de la mano y me dijo:
- ¡Tenemos que salir de aquí!
Corrió muy rápido hacia el baño cogiéndome de la mano. Los baños estaban al final del avión, eran muy pequeños así que cabíamos muy apretados. Me agarró las dos manos y le dije:
- Todo va a salir bien.
- Todo va a salir bien - repitió ella.
Y sentí que el avión chocaba contra el suelo, era como un gran terremoto que nos hizo dar contra todo, noté como una pierna se me rompía, un gran dolor recorría todo mi cuerpo y, al final vi una mancha roja muy grande de sangre, pero no era mía, era de Ashley.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Mapa de la parte oriental del mundo
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El Avión Nevado
General FictionEsta es la historia de Mark, un reportero que acaba de entrar a New's Paper. En esta etapa de su vida descubrirá muchas cosas: nuevos amores, notícias impactantes y el secreto de la misteriosa muerte de su madre que va a cambiar su vida por completo.