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Luz, solo veía luz, acababa de abrir los ojos

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Luz, solo veía luz, acababa de abrir los ojos. Ya llevaba mucho tiempo sin abrirlos. Estaba en el hospital, me hacía mucho daño la cabeza. Lo último de lo que me acordaba era de ver mi sangre al suelo. Después de eso ya no me acordaba de nada.

Entonces empecé a ver todo más claro, lo primero que vi era a Ashley observándome, sabía que me estaba diciendo algo porque estaba moviendo los labios, pero no la sentía. Seguramente estaba muy sedado por eso no la escuchaba muy bien. Me sentía muy raro, estaba en un estado de relajación continua del cual no podía salir.

Giré un poco la cabeza y también vi a Josh, mi padre, y a Scarlett. Los dos parecían muy preocupados por mí. Cuando me vio mi hermana hizo una sonrisa muy grande y empezó a gritar, lo sabía porque la podía escuchar un poco:

-¡Mark! ¡Estás despierto! ¡Llevas dos meses en coma! - dijo alegre y a la vez triste.

¿Qué? ¿Había estado en coma durante dos meses? ¿Cómo era eso posible? Estaba muy confundido, ¿cómo es que un golpe en la cabeza me hiciera entrar en coma? Tenía que haber algún error, no podía ser...

Entonces me acordé, me acordé de China, Ashley y yo teníamos que ir, y si ya habían pasado dos meses, solo faltaba uno. Teníamos que salir de aquí para coger el vuelo más cercano posible. Antes de contactar con ese periodista habíamos pensado ir a China un par de semanas para hacer turismo Ashley y yo.

- A, Ash, Ashley, tenemos que ir a China - dije muy débil.

- ¡Mark! - ya oía mejor - Ahora lo que tienes que hacer es recuperarte, eso ya lo haremos más tarde.

Tenía razón, ahora tenía que recuperarme. Giré la cabeza hacia el lado opuesto donde estaban todos para ver cómo estaba Paul, pero no estaba, a mi lado había una cama vacía. Pensaba que ahí estaría Paul, pero, ¿dónde estaba? En ese momento empecé a pensar y me horroricé... si Paul no estaba en la cama, debía ser que le había pasado algo peor que a mí. Tenía que saber cómo estaba Paul:

- ¿Y Paul? ¿Dónde está? - pregunté preocupado.

- Está en su casa - dijo Ashley - él ya está recuperado.

- Y, ¿por qué él estaba mejor que yo? Pensaba que él había sufrido más daño que yo.

- Todos lo pensábamos, pero sin saber el porqué, el golpe que recibiste fue mucho más fuerte que los que recibió él. Es muy raro porque la roca que te golpeó era más pequeña que la que le golpeó a él... es muy raro - dijo Ashley confundida.

- Pero, sólo me causó una herida, ¿Entonces, por qué he estado en coma estos dos meses? - pregunté.

- El impacto que causó la roca sobre tu cabeza fue tan fuerte que te rompió el cráneo y te golpeó en una parte del cerebro. Por esa causa te pusieron en estado de coma, para que tu cerebro no se inflamara y que no tuvieras daños más graves de los que tienes - dijo papá.

- ¿Qué? ¡No puede ser! ¿Pero me recuperaré? - pregunté.

- Sí, de aquí unos diez días ya podrás volver a casa y hacer vida normal - dijo el médico que me había estado cuidando estos dos meses - Pero te tienes que quedar unos días más para que te puedas recuperar adecuadamente.

- De acuerdo - dije - Ashley compra dos billetes de avión para de aquí un par de semanas, que para ese momento ya estaré bien.

- ¿Estás seguro? - dijo papá - acabas de sufrir un gran golpe, creo que en tan poco tiempo es muy arriesgado ir a China.

- Lo sé papá, pero creo que debo ir, tengo que ir por mi madre, tengo que saber todo sobre ella - dije.

- Muy bien Mark - dijo papá - pero ve con mucho cuidado, y no te fíes de ese periodista, no me transmite mucha confianza.

- Y a mí tampoco - dijo Scarlett - Mark, no vayas, podría ser muy peligroso, ese periodista podría no ser quien te piensas que es.

- Scarlett, ¿Sabes algo del periodista que me llamó? - pregunté un poco enfadado.

- ¿Qué? ¿Yo? ¡No, que dices! Solo lo digo por si... - dijo Scarlett.

Me estaba escondiendo algo, Scarlett me estaba escondiendo algo y quería saber que era. Podía ser que ella supiese algo de mi madre que yo no supiera. Seguramente si, ella era la mayor de los dos y siempre mi madre se lo contaba todo. Me estaba escondiendo algo.

- Scarlett, cuéntame todo lo que sepas - dije calmado.

- ¡Yo no se nada de ese periodista ni de nuestra madre! - dijo Scarlett muy enfuriada.

Luego se levantó y se fue de la habitación muy enfadada.

Fueron pasando los días, siempre que podían, mi padre y Ashley venían. Y un par de días también vinieron Zoe y Paul, hasta un día vino Luke (el hijo de Zoe que nos secuestraron hacía  unos meses) a verme, parecía estar mucho mejor. Me contó que había dejado las drogas y que se había puesto a estudiar en el instituto. Estaba estudiando ciencias, ya que le encantaban los animales y la biología. 

Y entonces pasaron los diez días y ya pude salir a la calle. Hacía dos meses y unas semanas que estaba encerrado en mi habitación y salir a que me tocara el aire y ver a toda esa gente, me puso muy feliz.

- ¡Vamos a China Ashley! - dije lleno de alegría.


El Avión NevadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora