-Niall, no podemos seguir así- le dije preocupada. Él solo me miraba con una expresión dolida.
Nos habíamos alejado de los demás, para poder hablar libremente. Quería solucionar las cosas con él, me sentía mal al saber que no nos hablabamos, que no podía tener palabras de cariño por su parte, ni abrazos, sonrisas, miradas... Mi corazón latió con mayor velocidad cuando sus ojos se clavaron en los míos. El azul brillante de su iris me cautivó de tal modo que se me olvidó por completo lo que pensaba decirle.
-No sé Emily, no creo que esto se me olvide así por así- me explicó desviando su mirada, para mi desgracia, hacia el suelo.
-Yo lo intentaré, haré que se te olvide- sonreí esperanzada- ¿Me perdonas?
-Bueno, por algo se empieza, ¿no?- jugó con sus manos nerviosamente- Te perdono, pero eso no significa que no siga resentido contigo.
-Con eso me conformo- mis mejillas se sonrojaron cuando mi mirada se volvió a topar con la suya.
-¡Chicos, vamos!- nos gritó Louis- Tenemos que ir a la entrevista de radio del otro día.
-Será mejor que vayamos, Louis es muy insistente- asentí con la cabeza- Por lo menos esta vez no vamos iguales- reímos juntos ante su comentario.
Niall agarró mi pequeña mano entre las suyas, cubriéndola por completo. Mis latidos y respiración se aceleraron con solo ese tacto, no quería, no lo podía controlar.
Mi mente gritaba continuamente que me tranquilizara, solo era Niall, el dulce y tierno Niall, nadie más. Pero mi corazón y estómago siempre llevándome la contraria. No me entendía a mí misma.
-Muy bien chicos- exclamó Zayn mientras aplaudía con cara de suficiencia- No me habéis copiado esta vez, ha debido de ser una resistencia muy dura para vosotros, os felicito.
-Anda, cállate señor tétrico- dijo Liam divertido mirando a Zayn de arriba abajo, iba todo de negro- ¡Hoy no me toca conducir!- cambió drásticamente de tema. Desde aquel día, no había querido ponerse delante del volante de nuevo. Chico raro.
-¡Pues yo tampoco!- dijo Harry- Pienso echarme una siesta.
-¡Tú estás todo el día con las siestas! ¡Ya podrías trabajar tantas horas como duermes!- se quejó Louis bufando. Me reí por sus comentarios.
-¡No hay tantas horas en el día listo!- dijo de nuevo el ruloso.
-Dejad de pelearos- me metí en medio- Si queréis conduzco yo- cogí las llaves y me senté en el asiento del piloto.
-Por mí bien, mientras no hagas muchos giros bruscos...- bostezó Zayn. Negué con la cabeza, este chico no tenía remedio.
-¡¿Pero qué dices?!- Liam me tiró del brazo y me sacó del coche, metiéndome en la parte de atrás, cayendo sobre Zayn que ya estaba dormido. Ni se inmutó- ¡Quita, quita! Si tienes solo diecisiete años, ¡no puedes conducir!
-Pero alguna vez tendré que aprender, ¿no?- me crucé de brazos y me senté mejor en mi sitio para después abrocharme el cinturón de seguridad.
-Yo te enseñaré- me dijo Niall sentándose a mi lado.
-Te aviso, estreso a la gente muy fácilmente- enarqué una ceja.
-Tampoco será tan malo...
-Tú acuérdate de esta conversación cuando me vayas a dar clases- ya me imaginaba a Niall gritando como un psicópata que bajara del coche. Era gafe para muchas cosas, y entre ellas conducir. Nunca lo había hecho, pero lo intuía.
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Viviendo mi pesadilla
Fanfiction¿Que pasaria si, sin comerlo ni beberlo, te vieras sumergida en un mundo que no es el tuyo? Emily descubre esa sensación cuando en un intento de huida se encuentra con las personas más famosas del momento, aunque ella lo desconoce. Su vida cambia...